Al cruzarnos

Ahora es piel de agua, rocío y una pátina de luz
sobre los tejados como un sombrero amarillo.

La plaza nace a la mañana
con el silencio de las palomas en los alféizares
y un eco nocturno de voces y algarabía.

Pequeña plaza con su pedestal y su fuente,
una leyenda bajo la figura del prócer,
el gorrión anida entre las hojas del árbol,
un perro bebe del caño,
su lengua húmeda es un chasquido fértil.

Y yo que soy el vigilante de tu extravío,
porque sé que transitas la plaza
como el céfiro la superficie del tiempo, indiferente.

Y yo que soy cornisa, gárgola, soportal de la espera,
desvío la mirada al cruzarnos
con la dignidad sin futuro
de un pájaro ciego.

 

Gracias, Eban, por tu lectura y la generosidad de tus palabras. Un abrazo desde España.

 

Llegar a tu espacio de letras es salir satisfecha
del alto nivel poético y nutrirse
con tan exquisita lectura poeta .
Siempre mi admiración y respeto amigo.

Dejo muchos aplausos
Besos

 

Cielo una muy dulce estampa de ese momento tan esperado en el que
finalmente nos gana la dignidad, me hiciste recordar otra plaza y otro
momento con una parecida postal. Gracias por compartirnos tus letras
Ramón siempre es inmenso el placer de encontrarte. Besitos apretados
en tus mejillas.

 

Muchas gracias, querida amiga, por tu lectura y generosas palabras. Besos.

 

Qué escena más dulce y sensible dibujan tus versos querido amigo...como un suspiro furtivo e intenso señalándole...
Un gusto siempre...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Gracias, Anamer, por la lectura y el amable comentario. Un beso.

 

Gracias, Nancy, por tu visita y palabras. Un abrazo.

 

¡hermoso!
como esas cosas que quedan grabadas en el alma

 

Lo tuyo amigo, es otra cosa. El tiempo aquí se ha detenido en la espera de algo: una presencia y una ausencia que se han petrificado. Es de una hermosura que cala, por si no fuera suficiente su excelente manufactura.
Muchísimas gracias por compartir, por la experiencia y el aprendizaje.
Saludos cordiales, buen amigo Penaba.

 

Gracias, Luna roja, por leer y por el amable comentario. Un abrazo.

 

Gracias, Pedro, por tu lectura y palabras. Un abrazo.