El aroma de una gardenia

La primera vez que tuve una gardenia en mi mano.
Fue en Granada. Creí que era una rosa
de extraño olor.
Estaba algo marchita por el calor y la falta de agua.
Sabía que no le quedaba mucha vida.
Y sin embargo no dejaba de comunicar
aquel amoroso don.
Con la frescura y pureza de un aroma siempre
juvenil en el recuerdo que no se olvida.
Cerca la Alambra guardiana de jardines
de maravillosas flores también lloraba conmigo
por que una flor suya duraría menos tiempo
del que la vida le habría ofrecido.
Esta noche junto a mí en el jardín
de casa. Una hermosa gardenia
llena de capullos crece en verde esmeralda
su fuerza e hidalguía.
Pronto sus flores blancas
Perfumarán las noches.
Noches de luna, amor y baile entre las sombras
de duendes y hadas. De sueños
y recuerdos que guarda esta flor.
También desde hoy para ti

 

Si estaba junto a la Alhambra. entonces siempre tendrá belleza.
Felicitaciones.

 

Riquísimo aroma de gardenia, es una flor con un olor muy particular,
a mi me encanta cielo, es que es una flor muy romántica. Te dejo un
regalo aquí pa que lo disfrutes. Besitos apretado en tus mejillas.

 

Una linda simbología que se comprende, y que nos habla de que
te has reivindicado con la vida, y sobre todo con tan bella y fragante flor.
Estos hechos buenos de la vida pocas veces se dan compañero.
Felicitaciones por tan logrado pema.

 

Si Marquelo. Granada enamora. Mi padre nació a 90 km. de esta belleza . La esencia de esta tierra siempre me atrajo y embrujo. Agradezco tu comentario y deseo que pases una buena semana. Un abrazo cordial

 

Marimar. Grácias por ésta delicada canción. No la conocía y sin embargo me ha encantado, aligual que tu rico comentario que como siempre me llega al corazón. Sabes tienes un don. Eres una persona maravillosa y lo demuestras con humildad y alegría. Por eso te aprecio tanto. Un beso cariñoso

 

Gracias Ivan Terranova Cruz por tu comentario tan profundo como poético. Me hubiera gustado aprender más sobre las flores y sus aromas. Algo se de ello. De pequeño jugábamos en casa de mi vecino y en la fábrica de colonias que poseía. Estábamos familiarizados con todo el proceso. Iniciandose con una cata de olores y terminándose con un embase etiquetado embotellado encajado y repartido. Fue otra época hasta que llegaron las grandes superficies y se hizo imposible la competencia. Un día recuerdo que jugando me tiraron como medio vaso de agua lleno de pachuli. Imagínate lo perfumado que quede para el resto de la semana. Fueron unos años maravillosos de mi infancia. Mi calle olía a rosas y jazmines provenientes de la empresa perfumes rosalinda. Un abrazo cordial compañero y amigo poeta