Palomas-.

Hay allí quietos enjambres de palomas

como inaugurados espacios sin vida

que crecen sostenidos apenas por rayos de sol

macilentos y distantes. En la lejanía

se vislumbra una quietud de paisaje

las horas dan muertas en el reloj del estanque,

y una cáscara podría venirse abajo.

Donde yo vivo responden las alcahuetas

se percibe el olor de lirios troceados, habituados

a la herrumbre de sus sartenes.

En la distancia, números y silogismos penetran

los lugares de mi infancia, quebrantan leyes, legitiman

huesos que forjaron existencias. Llevo

la esencia de aquellos osarios como constelaciones

en mi alma, y se forman arrecifes cada vez que los lloro

sin motivo alguno. Pero hay también

mujeres testimonio, rectangulares masas de brazos,

una luz invencible, un trono vacante, y un siglo

de esperanza. En esas avenidas maternales, donde

prevalece el silencio de las nubes, un mar de apariencia ciega,

aplasta los días y asoma directamente hacia los objetos.

Dualidades del espíritu contrario.



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Vivos dan vida a espacios inertes!!


Saludos Santander

 

Gracias Nube, saludos!!

 

Estupenda lectura, una maravilla tu poema, amigo Ben. Admirable tu arte. Un abrazo, fraterno.

 

Muchas gracias tribuZen, un abrazo, fuerte!!

 

Y aquí hay silencios que solo un buen poema los inquieta,
abrazos con momentos inquietos,

 

Gracias Lupe, un saludo!!

 

Muchas gracias Apolo, saludos cordiales!

 

Remembranzas. El ser revive su pasado constantemente para seguir significándose en los detalles que le dieron y siguen dando sentido a su existencia. Un gusto siempre querido BEN.

 

Gracias Danilo, siempre tan preciso en tus palabras, un abrazo!