Soy un ajolote

No puedes entender
porque mil veces te asomaste
al mismo hoyo en que no había nada,
es que algo había en la nada
y esa nada a veces es todo.

Pero cuando nada nada en tu lago,
poco a poco todo se va clarificando,
el lodo se asienta y logras ver muchas cosas,
logras ver los pececitos bailarines,
ves las cosas reflejadas en el agua,
ves también los ajolotes limpiando todo.

Ves en el agua tal vez pirañas
que tu creías que eran buenas,
pero se comieron a tus amigos
y te comieron un pedazo a ti también,
pero no era un órgano vital,
comieron sólo un apéndice de ti
un órgano vestigial
que ya no servía para nada,
pero no pienses mal,
yo nunca quise lastimarte,
yo soy un ajolote, no soy piraña.

Eunice Salvaje.

4 de septiembre de 2020
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Ajolote...salvaje?
buen poema, me encanto sobremanera tu forma de jugar con las palabras como lo hiciste en esa primera estrofa, felicitaciones Ajolo...perdón, Eunice...!!!!!

 

He visto algún ajolote en una acequia de Xochimilco-CDMX, pudiste haber sido tú, este poema me gustó.

 

Cuando lo evidente no lo ven, es mejor dejar que todo vuelva a su cause... Por cierto curioso animal. Un gusto visitar tus profundas letras. Un gran abrazo.

 

te digo... siempre en el agujero equivocado.