Encallado.

Un pantalán de maderas cedidas,
cuelga por un extremo,
mientras el otro apenas flota.

Perdona y no pueda soltar las amarras del buque,
mi puerto está fijado,
la pasarela con telarañas,
y las anclas echadas.​

Aun cuando los vientos hinchen las velas,
el timón se halla roto,
y el esquife sellado en su sitio.

Las balizas ya no parpadean
como estrellas en la noche,
y la brújula perdió sus signos.​

El pantoque fondeado, casi en escora,
enganchado al noray del tiempo.

Soy un viejo navío envuelto
por la niebla del riachuelo.​

Mi futuro es solo recordar el pasado.

Mi esencia es solo el aroma salino,
de las costras en el casco.​

Pueda mi memoria inventar historias,

pueda las historias juntarnos en sueños,​

puedan los sueños darme el descanso.

pueda el descanso borrarme en olvido.
​

Pueda ser tal vez,
la última brisa de tus pechos,
agitar las nieves de mis sienes.​

 

Felicitaciones ¡¡ Buen poema.

 

Excelente inspiración dragon_ecu.la he disfrutado con mucho placer, un gran poema, sí.

 

Me gusta muchísimo tu estilo, este poema es una delicia,
grata lectura nos brindas. Gracias por compartirlo.
Besitos apretados en tus mejillas.

 

Magistral poema, diferente, con cierta particularidad, digamos que un estilo propio que me agrada. Fue un placer leerlo. Mis saludos cordiales.

 

Excelentes metáforas acerca de ese afrontar la vida. Un placer leer tu obra, amigo Dragón, enhorabuena. Saludos, y mis mejores deseos.

 

"Pueda ser tal vez,
la última brisa de tus pechos,
agitar las nieves de mis sienes" Este cierre esta de lujo, dragón... y eso un tal vez, uno de tantos "tal vez" pero bueno, lo último que se pierde es la esperanza... eso dicen. A veces con ese pequeño tal vez nos conformamos.

abrazos.

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