Calzada

Calzada de hebras radiantes,
en el estar de la cúspide cordial
confinar ilusiones en frescos caudales
es el diario subvenir, envolver y deslumbrar,
¡portentosa epopeya!

Bellísima tierra bellísima,
aún de verde. ¿Saber? ¿verdad?,
solamente tú señor, tú señor.

Inmolarse, no amilanar la estocada arruga
del entrelazado nudo, en curvados muros
acoger al errante, alpinista disfrazado,
esperando las ondas simplemente
del centro poder alcanzar.

¿El punto mudo planea quizá recoger
de los confines lo añorado?

¿Por qué la noche invocando al sauce
deja de exprimir sus ahogadas raíces?,
¿una preguntita? ¿cómo? ¿dos preguntas?

El pasto anhela prenderse y aferrarse
en la rubia madera
desintegrando la frontera que los disgrega,
¿son ellos los rasgados del teatro?​

 

Muchas gracias, un placer que le hayan agradado los versos.
Saludos fraternos, Marcelo Aurelio.

 

Muchas gracias compañero por su presencia en tan modestas líneas, la vida es un carrusel como usted bien dijo, de nosotros depende si intentar entender el juego o solo jugar.
Saludos fraternos igualmente, Marcelo Aurelio.

 

MAGNIFICO,
ya le he leído varios poemas y cada uno de ellos tiene
una paz y quietud que se aprecia en la madrugada
mis respetos en un abrazo de colores,

 

Muchas gracias, su describir y pensar ayudan a mejorar, las más sinceras de las gratitudes.
Saludos fraternos, Marcelo Aurelio.

 

POETA, vuelo a sus versos y dejo mi aprecio en un abrazo sin espacios
gracias por estar aquí y dejar sus letras,

 

Muchísimas gracias, un enorme placer avizorar su presencia en el rumbo por el que transito.
Afables saludos, Marcelo Aurelio.