La teoría de la felicidad

Hoy retiré algunos estudios clínicos.
Un par de minutos alcanzaron para perder de reojo
todo lo alentador que podría gestarse el día.

El TSH elevado en la sangre, la glándula tiroidea
y más de lo mismo
marcan siempre la diferencia en una larga batalla
que reparte en mi cuerpo
sus pancartas de dolor gratuito.

En momentos así
sólo me queda escuchar los viejos tangos de otra época.

Y así con el pucho en la mano, mi compañero de consuelos baratos,
me embarco en otro insensato positivismo, casi utópico.

Verdaderamente los tangueros de antes
sabían cómo levantar los difuntos espíritus
con sus reflexiones de que el mundo, a pesar de todo,
puede ser feliz en una esquina del arrabal.

Luego en la noche, vaso de whisky por medio,
me toca a mí descubrir
cuál es esa esquina de la que tanto hablaron.

 

Supongo que la teoría de la felicidad tiene un punto máximo, a partir de ahí todo empieza a desvanecerse, el colesterol, las transaminasas y los achaques de la edad se encargan de recordárnoslo (entre otras cosas) por si alguno se quería hacer el despistado . Excelente este poema de tangos y arrabales, de realidades y esquinas.

Mis felicitaciones Danie. Un abrazo amigo.

 

Achaques?

En donde? Cuando?

Edad?

Ya estamos tocando las palmas

Jajaha

Por dios, un poquito de alegría para empezar el año, no nos hundamos los unos a los otros.

Yo tengo un cutis que esto parece un pecado, con alevosía.

Me acabo de mirar al espejo y no me lo puedo creer

Jajajajaja

No me pegueis por favor. Me encanta tocarlos así de mañana

Besitos mañaneros

 

Muy buen poema dani.

Yo no bebo alcohol, ya me darás un remedio para ahogar las penas, porque en zumo de melocotón, eso si da pena.

 

Gracias Luis. De vez en cuando limpio un poco mi nombre con algún poema un poco esforzado como este. Disculpa la demora en la respuesta.


Un abrazo grande amigo.

 

Tal vez esto…



Eso sí, engorda como puta madre. Jajaja


Un abrazo grande Elenita.

 

Bueno, gracias por los likes. Aprovecho un comentario que me sobra para agradecer

Abrazos.

 

No hay manera de explicarla, sólo de sentirla. Y no viene como muchos la sueñan "eterna". Son pedacitos concedidos en cortos tiempos.
Probablemente hay que asumir que no hay camino hacia la felicidad, porque la felicidad es el camino.
Fue muy grato leerte Danie
Un abrazo
Camelia

 

Gracias Camelia por el tiempo en leer y comentar. Disculp<a la demora. Es muy cierto todo lo que comentas, yo digo alcanza de a ratitos que a veces son muy escasos.

Gracias y abrazo grande.