Otra noche de nochebuena

Una nochebuena, la buena noche se atrevió a soplar la llama de nuestras velas

y las velas se apagaron, nos vimos a oscuras. Callaron panderetas,

las zambombas se alejaron y los mazapanes se dibujaron de siluetas

sobre un mantel vestido de ciervos, nieve y papa noeles con las manos abiertas.

Nos pareció sentir un abrazo. Nos creímos escuchar un poema,

nos sentimos sentirnos los labios, nos rozaron las ropas y nos temblaron las piernas

y se nos juntaron las manos y los dedos nos jugaron bajo la mesa

y desde ese día siempre supimos que nuestro cielo nos tenía las puertas abiertas.

Crecimos, pasaron navidades y nos dimos las buenas noches en cada nochebuena,

nos pintamos de canas, se nos cansaron los años y un día le dimos la mano al aire y la espalda a la tierra

y desde allí donde las almas juegan a volar mientras juegan que vuelan

algunas noches jugamos a soplarle a la noche la llama de alguna vela

sin darnos cuenta de que esa noche es otra vez otra noche de nochebuena.

 

Le da tanto valor a la pareja. Transitar y poder ser parte de la historia de cada uno. Mantener la llama y hacer de cada día un nuevo viaje.

Hermoso poema!!

Saludos hasta tu espacio
Camelia

 

Noches Buenas, que siempre están dentro del corazón
de los que todavía tiene fe y... creen en su propia humanidad.
Excelente mensaje, compañero.

 

Hermosas letras
Un placer leerte ​