Temor y deseos

Durante años, los expertos han pedido que no se subestime el peligro de una posible pandemia relacionada con un devastador virus de la influencia. Como profetas en un desierto. Hubo documentales mucho antes de que la persona promedio tuviera idea de qué eran exactamente los coronavirus. Sin embargo, a principios de año, el mundo entero se enfrentó a la mayor sorpresa y desafío de la historia. Si bien el otro lado del mundo parecía muy lejano para muchos recientemente, sabemos más que nunca cómo es realmente la situación con la creciente globalización: un virus puede circunnavegar el mundo en poco tiempo. Ahora que hay señales claras de que las vacunas corona que se acaban de desarrollar con la mayor urgencia y enfoque se pueden usar, no se trata solo de comprarlas y distribuirlas por país, sino también de la máxima priorización, como quién tiene la primera oportunidad?

Aparte de la presión que experimentamos para simplemente sobrevivir, además de la importancia de mantener a flote la industria de la salud, están los efectos secundarios con los que tenemos que lidiar. Basta pensar en el creciente desempleo, las empresas quebradas y los pequeños autónomos a los que no les queda ni dinero ni coraje. Turismo, aviación, estudios en el extranjero, nada más evidente. Más encima estamos lidiando progresivamente con una desigualdad económica que está llevando a una creciente polarización entre ricos y pobres, entre empresas que lo están haciendo muy bien y el resto, entre personas sanas y vulnerables, entre jóvenes y viejos. Además, hay nerviosismo político, con un gobierno local en cada país que a menudo ya no sabe de qué madera hacer las flechas, junto con la desconfianza que se desmorona del ciudadano medio y sus líderes políticos. Y de remate, todo el circo de las elecciones en NorteAmérica de 2020, un año en el que la realidad y la ficción a veces eran difíciles de distinguir. Te sentirías menos ansioso.

Y sin embargo, el deseo es grande. Juntos están trabajando arduamente en la recuperación económica, con o sin apoyo financiero de los distintos gobiernos. Existe una solidaridad cada vez mayor entre los diferentes jugadores del mercado laboral, lo que estimula la rotación laboral y el reciclaje como nunca antes.
Todo tiene la oportunidad de completar el rompecabezas económico y abordar no solo la crisis de salud, sino también toda la emergencia personal que surgido para muchos después. Vemos que las empresas que ahora están logrando resultados excepcionales suelen ser las que anteriormente habían dado un paso importante en la digitalización. Compras en línea, videosllamadas, educación híbrida y técnica, 2020 fué de hecho una gran revolución digital y técnica. Nunca antes se había trabajado tanto en casa. Nunca antes había habido tan pocas filas en las carreteras de los que informar. La naturaleza revivió y parece que hemos podido hacer una aceleración gigantesca a nivel ecológico. Tanto a nivel local como global, la emergencia compartida generó fraternización y misiones juntas. Como si todo el mundo entrara en modo reinicio. La justicia social y la igualdad nunca han sido tan centrales en la agenda global. Las cosas que aún eran posibles se apreciaron más que nunca.
A partir de ahora, la evidencia del deporte, la observación y la práctica, y la libertad personal, nunca serán dadas por sentado, al menos por las generaciones actuales. 2021. El año del resit. Es de esperar que todas las cosas que no sucedieron en2020 continúen en el nuevo año. Piensa en los juegos Olímpicos, festivales, conciertos, esas vacaciones voladoras planificadas desde hace mucho tiempo. 2021 será el año de navegar en riesgos y oportunidades. Entre el temor y los deseos.

 

Así es, comparto indiscutiblemente tus puntos de vista amiga. Mi gratitud por tu grata compañía aquí. Un abrazo Ale.