El revés de mis manos

No sois gemelas, ni espejos que se miran.
Os surcan ríos, os alzáis en promontorios de carne,
hondonadas de piel, el roce de la vida consume
vuestra juventud. En los dedos pliegues antiguos,
bisagras frágiles, asideros que buscan los hombros
del amor. Dicen que os habitan líneas celestiales,
que las horas del destino se dibujan, entrelazadas,
longilíneas, tejidas al insomnio y la erosión de los días.
El lado oscuro, el sudor, la tangibilidad son bandera
de vuestro existir. Y si toco otra piel sois un labio,
una raíz que no quiere desprenderse en la noche.

 

Qué elevación...me encanta querido amigo... se disfruta e inspira...bello como siempre...
Un abrazo grande...
Nancy

 

Unas simples manos dicen tanto, por su aspecto externo, por como se mueven, la manera que tienen de asir las cosas o recorrer otra piel y detenerse, descansar, estar exultantes, aburrirse, temblar. Gran poema, muchas gracias por compartirlo. Saludos cordiales.

 

Maravilloso final, siempre es un placer leerle,
mis respetos en un abrazo de colores,

 

Gracias, Nancy, por la visita y las amables palabras. Abrazos.

 

Las manos son órganos muy complejos, puedes ver con ellas

 

Wooow Ramón me emocionan tus letras, me encantan esas manos,
"esa raíz que no quiere desprenderse en la noche". Placer inmenso
este encuentro con tu alma. Besitos cariñosos apretados en tus mejillas.

 

Un cierre de antología mi querido y apreciado poeta amigo.Aplausossss!

 

Gracias, Rosmery, por tu lectura y amables palabras. Un abrazo.

 

Gracias, Chema, por la lectura y el comentario. Un saludo cordial.

 

Gracias, Gustavo, por leer y comentar. Un abrazo.

 

Gracias, Anamer, por la visita y el amable comentario. Besos para ti.