Sé responsable y bebe de la fuente

SÉ RESPONSABLE Y BEBE DE LA FUENTE

Nunca vivas la vida por defecto.
Indetermina el paso y desordena
ese instinto de roca que te frena
mientras buscas sentido a tu trayecto.

Tolera disiparte en lo incorrecto
y abrázate al vacío que te llena.
No conviertas tu vida en un esquema
y encuentra la belleza en lo imperfecto.

¡No existe el tiempo cuando no se siente!
Es otra cosa: un amargor nativo
bajo la lengua de un bostezo ausente.

No, no es lo mismo estar muerto que vivo;
¡el péndulo del alma es nuestra fuente!
y la vida es la boca… y el motivo.

Kalkbadan
En Madrid, tarde del 5 de febrero de 2021

 

Extraordinario poema cuyo contenido merece la reflexión del lector.
Me ha gustado mucho, pues la destreza asiste a tu inspiración y da paso a esta poesía
Un abrazo fraterno.

 

Muy interesantes tus reflexiones, Kalk, es difícil a veces apartarse del esquema y desordenarlo. Muy difícil.
Un abrazo.

 

¡Hola, Manuel! Pues me alegra mucho saber que fueron de tu agrado este puñado de versos.
Un abrazo de vuelta y sigue bien.

 

¡Eratalia! Pues sí, es muy difícil apartarse del esquema grabado en nuestra roca mental. Estoy de acuerdo: ¡quién no ha atravesado el desierto de esa galbana que no nos deja avanzar!, pero en ese estado corremos el riesgo de perderlo... todo.
Parto en este poema de una idea que siempre me ha resultado muy sugerente y es que solo desde el desorden, desde del desequilibrio, se produce el movimiento, ese movimiento no uniforme que nos imprime la fuerza para activar la consciencia del tiempo. Solo en el cambio hay tiempo. Pero claro, todo, de algún modo, tiende al orden; como el caso de la canica que lanzada al cuenco poco a poco disipa su vaivén y queda postrada en el punto bajo, inmóvil, esperando a que de nuevo alguien la columpie. Y ese alguien es el problema que encuentro a todo esto, Eratalia, y es que si no es por nosotros mismos nos quedaremos detenidos en ese cuenco contemplando cómo se nos escapa el tiempo sin saber muy bien por qué. Ese tiempo acomodado en el orden sería un tiempo muerto, un tiempo peligroso que nos consume.
Un abrazo fuerte, compi, y gracias por leer.

 

¡Mi querida Isabel! Siii, este es un tema recurrente. Me viene mucho a visitar, y me alegro que así lo percibas.
Aún siendo quizá perfectible métricamente el terceto final, me gusta igualmente mucho. Creo que "limpia" algo la oscuridad que arrastra el resto del poema. Un abrazo fuerte, Isabel, y gracias por tu huella.

 

Un buen soneto para comenzar el día, éste y todos los venideros, un espejo al que mirarse:

¡No existe el tiempo cuando no se siente!

Un placer la lectura, gracias, poeta.

Eva

 

¡Hola, Eva! Gracias a ti por la lectura y el comentario.
Me alegra que te gustara este puñadito de versos. ¡Sí!, hay que tratar de no olvidar que el tiempo avanza con su rictus irreversible. ¡Aprovechémoslo!
Sigue bien, compañera.

 

Un poema de una lucidez reflexiva y poética apabullantes, Andreas. Ya sabes que yo soy un enamorado de tu poesía realista pero en su forma clásica también lo bordas. El último verso es precioso. Mis felicitaciones y abrazo amigo.

 

El hombre es bicho de costumbres, querido Andreas, y busca en la rutinaria roca su tranquila seguridad. Salirnos del esquema enriquece la vida con la emoción y con el riesgo, como en la famosa búsqueda de las fuentes del Nilo...

Veo que vuelves al soneto... otra fuente.

Me inspira dudas tu quinto verso: yo diría «permítete disiparte en lo incorrecto», aunque es cierto que la repetición
del «te» no suena bien..., amén de asuntos métricos. Quizás la incorrección refuerza el sentido del verso.

un abrazote
Jorge

 

¡Luis! Muchas gracias por tus palabras. Que el tiempo está relacionado con el cambio, con el movimiento, parece evidente. Sin embargo, el humano tiende crónicamente al aburrimiento y a la engañosa actividad de la rutina dejando que el tiempo se le escape sin saber muy bien por qué. Démosle caña.

Pues hablando de la poesía realista, hace un tiempo que dejé aparcado un poema con intención relista titulado "siempre" o "siempre es nunca". A ver si mañana lo desempolvo y encuentro cómo rematarlo entre cerveza y cerveza.
Un abrazo fuerte, compa.

 

¡Sí! Solo desde ese desequilibrio, desde esa función no lineal y su multiplicidad de soluciones cabe margen para la sorpresa y que el tiempo deje su marca en nosotros. El poema nace de la reflexión de que el tiempo vivido requiere cambio y asimetría. Escribiendo el poema se me ocurrió una analogía entre la amplitud y el periodo de un péndulo simple, y el tiempo percibido y el físico (si es que existe), respectivamente. El periodo es el mismo para cualquier amplitud: ese sería el tiempo físico, universal, inmutable. Y la amplitud sería la percepción del tiempo... El niño, que vive en su amplísimo y rápido vaivén, y el hombre, ya maduro, que percibe cómo su oscilación amaina...

Y los sonetos que nos quedan por escribir, amigo. ¡Alguno bueno nos saldrá!

Muy pertinente tu apreciación... Desde que la leí me di cuenta de que el imperativo era necesario. Es "permítete", pero claro, la eufonía y la métrica... El problema, Jorge, es que el contexto del poema me pide ese verbo y no otro. Vamos, que no sé muy bien cómo resolver este asunto, ¿alguna propuesta? Sin embargo, mi buen amigo, se te escapó la falla deliberada en la rima que tenía planteada en el séptimo verso buscando la incorrección que refuerza el sentido del verso.
Da gusto contar con tu presencia y tu siempre atenta y aleccionadora lectura. ¡Gracias!
Espero que todo bien por allá. Abrazo.

Andreas

 

Se me ocurre que podrías cambiar «permite» por «tolera», donde por alguna razón no veo indispensable ese «te».

Efectivamente tu error deliberado en la rima se me escapó: lástima.

Hace mucho que me apasiona el tema de nuestra percepción del tiempo, de como está ligado al cambio, a la emoción, y sobre todo al tiempo del otro. Tema harto sutil, por cierto. La capacidad de sorprenderse es, sin duda, una manera esencial de gozar del tiempo.

abrazo
Jorge

 

¡Buena propuesta, Jorge! Gracias.
"(...) y sobre todo al tiempo del otro" Bello esto que dices. Un abrazote, compañero.

 

Hola, Kalkabadan:
De entrada, el contenido me parece muy bueno, una visión de vida que compartes con la cual más de uno podríamos reconocernos, me ah gustado realmente. Miguel.
Por cierto, ¿no le sobra una sílaba al verso 11?

 

¡Miguel! Me hace mucha ilusión saber de tu lectura. Me alegra que te gustase el soneto. Sí, no deja de ser una temática universal que nos golpea a todos con mayor o menor intensidad, especialmente en ciertas etapas de la vida. Quizá, eso sí, sea una «preocupación» más del ser adulto que del niño/joven que aún no tiene constancia del paso del tiempo. Para él todo empieza en todo momento.

En relación con el apunte métrico -y reconociendo que soy muy sinalefero - tengo que decirte que la sinalefa triple bos-te-(zoau)-sen-te, me sale muy natural, pero resulta interesante conocer tu apreciación; es curioso el carácter subjetivo de la prosodia.
Un apapacho fuerte, compañero.

 

Hola de nuevo
No me atrevería a zanjar la cuestión de las sinalefas, dado que no me siento con suficientes bases técnicas para hacerlo, mi criterio es que si el poema lo es respecto de una habla que se pretenda fluya bien en la lengua en la que esté escrita y, además, se espera que sea recitado, la prosodia puede ser un criterio; de mi parte, nunca escribo pensando en evitar las sinalefas, antes bien, veo que recurro a ellas con frecuencia.
Un abrazo
Miguel

 

¡Hola, Miguel! Igualmente lo ignoro. No parece que haya reglas fijas que resuelvan el asunto, si bien el recitado a viva voz o en silencio del verso parece ser quien dictamina, para cada cual, si procede o no la sinalefa. Depende de cómo cada uno "ejecute" el verso (decantándose más por el metro o por la sintaxis y la semántica) y -por supuesto- del oído fino que se tenga. El tuyo, desde luego, lo es y mucho; por eso valoro tanto tu apreciación métrica. Un abrazo y buen fin de semana, compañero.