¡Más maderaaa!

Como ardorosa plegaria
se escucha mi canto a diario,
es Dios el destinatario
de la oración necesaria.
Esta situación precaria
obra del virus mortal
a suplicar nos apremia
al único que da calma
porque nos renueva el alma:
el rey de reyes global.

 

El que gane en cruenta guerra
se llevará los honores
de todos esos amores
que se encuentran en la tierra.
También los de la alta sierra
esos que se dan bonito
que nunca serán delito
porque se dan con el alma
y llegan con tanta calma
¡todo parece poquito!

 

Necesita más pitanza
para saciar su apetito,
ya que al estar muy gordito,
si es poquita no le alcanza.
Y al verlo, sin más tardanza,
alguien le dijo, por cierto,
no te molestes, Roberto,
tienes la panza, por tanto,
como árbol de camposanto,
¿por qué, eso sí me inquieta?
y aquel viendo su bragueta:
porque está cubriendo a un muerto.

Una disculpa, porque en vez de décima me
salió doceava.

 

Bien bueno que te resultó el poema estimado Rosendo,
haciendo gala de un extraordinario buen humor.
Gracias amigo por compartirlo.
Un abrazo cordial

 

Mirares como mirares
no le ves punta al asunto,
que la cosa en su conjunto
tiene aspectos singulares.
Los argumentos dispares
que esgrimes sin ton ni son
carecen de relación,
son absurdos desatinos...
Tus arrebatos dañinos
van a ser mi perdición.



​

 

Muchas gracias a ti, estimado Manuel, por tus comentarios siempre cargados de buena vibra. Te saludo con fraterno afecto.

 

Buen tema estimada Ana, ya respondo
Un abrazo

 

Y descorro mis cerrojos
para cantarle al amor
evitemos al dolor
y abramos muy bien los ojos.
Celebremos los sonrojos
en el día enamorado
que es también el amigado,
y que reine la alegría
con feliz algarabía
no nos quiten lo bailado.

 

Todo parece poquito
al que mucho abre la boca,
come cuanto le provoca
y no sacia su apetito.
Desde que está "carajito"
traga concha, pepa y pulpa,
no es de su madre la culpa
aunque entiendo la razón,
porque nació barrigón
y no lo fajó chiquto.

(cambié la rima del verso final, disculpen)

 

No nos quiten lo bailao
que el catorce de este mes
bailo man que sea* una vez
porque estoy enamorao.
No crean que ando de amargao
ni con achaques de viejo;
si bailo un merengue añejo
y no los baila mi vieja,
igual bailo sin pareja
porque no soy tan pendejo.

(empleo el lenguaje coloquial propio de los llanos venezolanos incluyendo la expresión "man que sea")

 

Porque no soy tan pendejo
escojo a otra pareja,
aunque se enoje mi vieja,
yo de bailar nunca dejo.
De eso nunca me quejo;
me gusta, conmigo checa,
porque la danza no peca;
y ante tan grato retozo,
me olvido por tanto gozo
que tengo una pierna chueca.

 

Jajaja, qué grato contrapunteo internacional de décimas espinelas. Así mismo se dan en Petare, lugar cercano a donde vivo, con ocasión de los llamados "velorios de Cruz". Mejor dicho, se dan en toda Venezuela. Y hay varios venezolanxs en esta tensón (para variar, jajaja). Yo jamás tuve la velocidad de mente que se necesita para esos encuentros (uno ve construir décimas improvisadas de manera prodigiosa) pero como aquí sí dan el tiempo necesario, quién sabe si me anime. En todo caso, mi aplauso a lxs decimistas que están participando de manera tan jocosa y colorida.

 

Que tengo una pierna chueca
eso siempre lo he sabido
cosa que no ha impedido
que me quiera la Rebeca.
Aunque le digan, muñeca ,
¿ qué le miras a ese feo?
ella responde: no veo
lo físico, él es mi amor,
de los hombres el mejor
que con orgullo alardeo.

 

Que con orgullo alardeo
de mis saberes, —me dices—,
no me toques las narices
que si sigues, me cabreo.
Oíste bien, no bromeo,
porque estoy ya muy cansada
de ser por ti maltratada.
Presumo de lo que quiero
y lo único que espero
es que no digas más nada.

​

 

Es que no digas más nada
el mayor de mis deseos,
qué harto de tus parloteos
estoy, ¡oh, mente alocada!
No sabes estar callada,
siempre contándome cosas,
y en tus versos y en tus prosas
sólo sabes repetir
que es un gran drama sentir
las espinas de las rosas.

 

Es que no digas más nada
ya me sé ese cuento viejo
ahora sí que te dejo
y te mando a la fregada.
Me cansé de ser tratada
con la punta de tus pies
no me vengas hoy después
a decir que soy tu amor,
una mujer de valor
y que hasta ahora lo ves.

 

Las espinas de las rosas
pinchan, y así te lo aviso
no te coja de improviso,
porque ellas son muy hermosas
pero a la vez, peligrosas.
Por eso, si cortas una
no estés pensando en la luna,
estáte atento al rabito
que no te pinche un dedito
una espina inoportuna.
​

 

Ha habido un cruce de vías.
Uno múltiple, jaja
Eso nos pasa por no poner el "yo sigo" y esperar a que la luz se ponga verde.

 

Ya no sé ni como es
que me tiene envenenado,
pues , la verdad, me he enredado
y veo todo al revés.
Es que ahora veo tres
versos que al final no ligo;
y por lo tanto les digo
de manera respetuosa,
que para seguir la cosa,
por favor pongan "yo sigo".

 

Por favor pongan "yo sigo"
para poder combinar
tenemos que conciliar
para compartir conmigo.
Que me siga el otro amigo
en el día del amor
y que sin mucho pudor
hablemos del sentimiento
con todo nuestro talento
seguro que irá mejor.

 

Seguro que irá mejor,
no cabe ninguna duda,
si el que con versos acuda,
hable ahora del amor.
Cabe aclarar con fervor,
que es la fuente donde bebe
el poeta que conmueve
con el sentimiento terso,
cuando pone en cada verso
todo el amor que le mueve.

 

Todo el amor que le mueve
el vecino de la par
a mi amiga Rosa Mar
hace que yo lo repruebe .
Ella tiene diecinueve
y el vecino setentón
achacoso y con bastón,
seguro que el atractivo
es tan solo el efectivo
del viejito valentón.

 

Del viejito valentón
debo decir: ¡Qué dilema!
pues no le encuentro problema
en que un viejo sea gozón.
Si se presta la ocasión
un gusto se debe dar
y si el "gusto" es Rosa Mar
aunque se yerga encorbado,
de un bastón bien agarrado
hasta un cojo puede andar.

​

​

 

Chicos... muy bien, muy obedientes, ahí pidiendo la vez.
Pero si cuando subís la décima lo hacéis borrando el yo sigo y usando ese mismo espacio para hacerlo no lo tendremos todo plagado y jalonado de "yosigos".
A ver, que no es por ser puntillosa... si os gusta así, pues nada, pero si no habíais caído en la cuenta, es mejor lo que os digo yo.