Habitación suicida

Mientras camino por Gorriti siento como si se me cayeran los brazos, esta sensación la tengo cada vez que salgo. Por lo general vuelvo lo más rápido que puedo a casa, por temor a que no sea solo una sensación. Esto me hace sentir más raro de lo que parezco.
Otra vez caminando por Gorriti, pero esta vez tenía la certeza de estar lejos, entonces pude ver como se separaban los brazos de mi cuerpo, los sentí rebotar contra el piso. Pero aun así seguí caminando como si no creyera en lo que me estaba pasando. Pero me traicionó una vez más el subconsciente y vi mis brazos en la vereda. Fue espantoso, la gente pasaba por encima de ellos y no los veía.
Empecé a gritarles a las putas gentes:
¡Señor, señora me están pisando los brazos!!!
Para colmo la gente parecía no escucharme. De pronto algo inaudito, tuve la misma impresión pero en las piernas… de inmediato comencé a correr y vi rodando la cabeza y el resto de mi cuerpo rebotando ensangrentándolo todo hasta quedarse tieso contra el suelo.
Lo verdaderamente extraño fue que seguía de pie, agarrándome la cabeza, fue cuando deduje que aquella pesadilla donde me había suicidado no fue solo un mal sueño. Fue todo tan real que mi castigo sería repetir la escena hasta el confín de mis tiempos.
Sus caras volverán a desaparecer mientras salte cada noche desde aquella habitación suicida.

 

Me sabe a una escena de esas peliculas gore y thriller, pero no deja de esclarecer que si existe la pasion al crear una escena asi porque tambien experimenta fantasias al momento de escribirlo. Muy ingenioso, me gusto leerlo.

 

Gracias María José por tu paso!!

 

Gracias poeta Maramin!!!