Un marqués sin marquesado

Su pelito dorado era un auspicio.

Todo era bello. Todo primavera;

y criado cual banquero pareciera.

Mas, nada fue peor que aquel inicio:


Solo faltaba hallar un precipicio.

Lanzado al estrellato sin que hubiera

aprobado el examen que debiera,

quemó todos sus barcos en el vicio.


Sin naves que volver a mejor vida

de traspiés en traspiés fue madurando

y al compás del dinero y la bebida


la belleza y vigor fueron mermando.

Los amigos se fueron acabando,

y solo yo, quedé en su despedida.
​

 

Realmente, no sé si he de contestar a este reconocimiento, pero en cualquier caso, agradezco esta mención especialmente por el amigo a quien se lo dediqué, y al que "a pesar de los pesares" quise mucchisimo.Se lo mercece. Vaya, pues, por él. Agradecido. Bernardo de Valbuena

 

Me alegra poder leer tu poema, Bernardo.
Un abrazo.

 

Hola, Bernardo.
Me da mucho gusto leer este rescate, cariñoso y agridulce retrato.
Un abrazo
Miguel

 

Gracias Miguel por tus palabras.Rescatarlo, para mi, ha sido una alegría, no por el poema, sino por el personaje. Un abrazo. Bernardo

 

Felicidades Bernardo una grata lectura que disfruto gracias al rescate que hizo
la administración de tu poema, la verdad es que me alegro un montón, porque
es un sentido homenaje a tu amigo, uno siempre los quiere, ese es el regalo de
la amistad, que lo aceptamos con defectos y virtudes, a veces con mas fidelidad
y comprensión que hasta a la misma pareja. Besitos cariñosos apretados en
tus mejillas.

 

Sin duda, el que tiene, conserva y recuerda siempre a sus amigos lleva mucho ganado en la vida.Y como los de niñez y juventud,donde no imperan los negocios ni los intereses, no hay ninguno.Y este , lo era. Un abrazo. Bernardo de Valbuena

 

Felicidades por el reconocimiento. Tanto el poema como el protagonista del mismo lo merecen. Un abrazo.
Danilo.