Vida campestre. imagen Núm.9/abril 2021

Nos ofrece la vida campirana
el deleite jocundo de los trinos,
las flores en los rústicos caminos
y el fresco despertar de la mañana.

Ver el despunte de la aurora cana,
el ocaso de tintes purpurinos,
el tranquilo pastar de los bovinos,
y el caporal en la pradera llana.

El solar del bucólico paisaje
con pastoriles prácticas terrenas
bajo la comba del celeste encaje.

Y la paz interior de las escenas,
inmersas en lo verde del ropaje,
y el esfuerzo febril de las faenas.

 

Muchas gracias, mi estimado Sergio. Saludos.

 

Que bello te quedó este soneto , estimado Víctor , sabes? , a mí me encanta la vida campirana , me gusta visitar pueblos del interior de mi país para deleitarme con sus costumbres y apreciar esos paisajes bucólicos en el recorrido , tomarme una taza de café con pan recién horneado en un horno de barro y comerme una tortilla de maíz recién hecha, con cuajada , ufff , tu poema me transportó a todo eso, la cuajada es como el queso pero más tierno , más húmedo , no sé si allá en México la preparan , también .
Abrazo.

 

Que belleza de poema amigo, me encanta. La vida de campo es maravillosa, tengo la dicha de tener un terreno grande y adoro trabajar la tierra para hacer la huerta y después de la cosecha hacer las conservas. Te dejo un gran abrazo Rosendo.

 

Querida Elba, soy de un pueblo pequeño enclavado en la costa suriana del mapa nacional (Estado de Guerrero). Ahí pasé los años de mi infancia; y siendo mi padre campesino, tuve la dicha de disfrutar de ese ambiente que quedó grabado en mi mente como una marca indeleble: los amaneceres, el trino de los pájaros, las grandes extensiones de cocoteros, el mar, los potreros, los pastizales, la ordeña de las vacas y todas las faenas propias del campo. Y al igual que tú del deleite de la comida y las conservas de la región. Esas vivencias, mi estimada Elba, las he querido transportar a estos versos del recuerdo.

Agradezco tu visita y tus palabras con las que , como puedes ver, me identifico plenamentre. Te mando un abrazo con todo mi afecto. Víctor.

 

Muchas gracias, querida MASTER LY, pienso que los que hemos tenido la dicha de disfrutar de la vida campirana, llevamos en nuestra mente y corazón el recuerdo de tan agradable estancia. Esa ilusión campesina que se vuelve realidad al recoger los frutos de la siembra y saborear las ricas viandas y dulces regionales es algo maravilloso, como bien lo apuntas. Me da mucho gusto recibir tu comentario y hago propicio el momento para desearte una vida de felices realidades.

 

Bella descripción de la imágen con un bosquejo muy lindo y armónico, todo un placer haber recorrido tu sendero floreado de letras, muchas gracias.
Desde México con alegría este abrazo jubiloso y sincero...

Anthua62

 

Muchísimas gracias, estimado Anthua, por tus palabras alentadoras y ese abrazo que con sincerida me brindas al que correspondo con afecto. Saludos.

 

Definitivamente que nuestros países podrán tener muchos kilómetros de separación pero los une las mismas costumbres, la misma tierra, la misma gente.
Has hecho un extraordinario soneto estimado Victor, reflejas la cotidianidad del campo, su faena y el afán del caporal por ordenar la vacada. Sin dudas amigo, un extraordinario soneto.
Saludos cordiales

 

Muchas gracias, mi estimado Manuel, por tus palabras que nos identifican en muchos aspectos de la vida cotidiana de nuestros respectivos lugares de origen, en este caso en lo que se refiere a las nobles actividades del campo. También por la apreciación que haces de mis letras que, inspiradas en la bucólica imagen que colocaste, hicieron posible desarrollar el tema que presento. Te saludo con aprecio, sin dejar de manifestarte el gusto que me ocasiona tu poesía , que bien puede ser referente para quienes nos apasiona este bello arte. Víctor.

 

Me transporto con tu magnífico soneto a mis tierras de rústicos caminos y de amaneceres que nos hacen liviana la travesía hasta el ocaso.
De campo soy... pero mi compañera no quiere que me compre un caballo.
Me quedo disfrutando de tu poema y ya veremos si alguna vez me salgo con la mía.
Poema e imagen que me encantaron porque visualice las escenas en cada verso.
Un saludo compañero.

 

Muchas gracias, estimado Alonso, por tus palabras evocadoras de las vivencias campesinas. A mí también me pasa lo mismo que a ti, que en la casa donde habito ahora, distante de mi terruño, he querido tener animales domésticos como en aquel entonces, pero...por la misma razón que expones, me he quedado con las ganas. Espero que a ti y a mí se nos conceda ese deseo pronto. Un abrazo.

 

Hermoso soneto, Rosendo. Un deleite leerte.
Abrazo.

 

Muchas gracias, estimado amigo Ángel César. Un cordialísimo saludo.

 

Extraordinario trabajo concerniente a las vivencias del campo. Me imagino que debe ser maravilloso vivir en ese mundo campestre rodeado de animales y plantas de todo índole; yo he sido un hombre de la ciudad, un citadino empedernido; no digamos que no me gusta el campo, en ocasiones he estado en él, mas no es que me encante como medio de vida, prefiero el bullicio de la ciudad, jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaj. Con seguridad que tu trabajo va para premio y muy merecido. Suerte.

 

Muchas gracias, mi estimado Sigi, por tu comentario. Mira que por razones de estudio y trabajo, me tuve que mudar a la gran capital, en donde radico actualmente. Con decirte que ya me acostumbré al smog, al ruido de los claxón de los automóviles y al trajín de la vida citadina, pero no dejo de echar de menos a mi terruño, al que esporádicamente visito para disfrutar de su ambiente, en el que también hay un extenso litoral en donde uno puede recrearse en sus playas. Además de la cercanía con el puerto de Acapulco como otra opción de relax. Un fuerte abrazo hasta aquellos lares. Víctor.

 

Da gusto leer tus versos llenos del brío de la naturaleza y que consiguen trasladarte. Es una suerte haber podido imaginarme allí.
Un hermoso soneto, Rosendo, que junto con la imagen forma un tándem perfecto.
Un saludo cordial,
Eva

 

Estimada Eva, me es grato recibir tu comentario sobre este soneto, en el que traté de reproducir, en sus catorce versos, la vida campestre que de alguna manera me tocó vivir. Me halaga saber, por lo que me dices, que algo de ello pude transmitir. Te mando un abrazo afectuoso con mis mejores deseos.

 

Estimado Luzyabsenta, ciertamente recrear las escenas—a través de los versos— de nuestras vivencias, es algo que refuerza los sentimientos, como bien lo apuntas. Te saludo con infinito afecto.