Discutiendo con el Tiempo

No me llevo bien con el Tiempo.
El Tiempo cobrador, me dice:
- Me debes gratitud eterna
te hice bastante bonito por fuera
y por dentro, creo que también.
A esta altura de mi partido
es bueno hacerle saber
- Lo por fuera... fue prestado
mezquinamente prestado... un tiempito
me descuidé... y lo llevaste.
- Lo que cuenta es el interior -
me replica en su fervor
de seguir siendo mi acreedor.
Más yo, que fui quien perdió
la pinta de su exterior, exploté
- Qué hago ahora... dímelo,
con mi fama de seductor !
- La fama es puro cuento -
contesta muy sobrador.
- Bien lo dices, viejo Tiempo.
Es un cuento...
un cuento en el cual decides
cuando todo terminó.
- Y que pretendias - me dice -
ser eterno, ser Gardel, inmortal...
- Escuchame, quiero ser claro...
vos, me hiciste como soy...
y en un pestañear me sacás
en lo mejor del Partido...
No tenés perdón de Dios !
- Eso es... ahí quería llegar,
no es a mí a quién culpar !
- No te lavés las manos, Pilatos !
Hubieses ido más despacio.
Me arruinaste...
cuando estaba de ganador
me pusiste de suplente.
Nunca más haré ya un gol !
Lo vi ponerse nervioso
quizás... remordimientos
- Querido - me dijo,
con tono de suficiencia -
te tendrás que acostumbrar
a ver el partido del banco !
Y así con estas palabras
cerró el diálogo... y se marchó.
Me dejó el corazón herido
el ego hecho pedazos
y el futuro subvertido
... será que me acostumbraré
a ver el Partido de afuera !

 

Yo también estimado amigo soy enemiga del tiempo, mis respetos ha sido un placer leer sus versos, en un abrazo de colores,

 

Tiempo, tiempo, tiempo... nunca es suficiente ! Guadalupe, vamos hacer un frente para combatir su mezquina presencia en este mundo.
Besote