¡Más maderaaa!

Zapatero, a su zapato
le falta un poco de brillo,
lústrelo con un cepillo,
pero hágalo de inmediato.
O bien, dígale a su gato
que le dé unos lametones,
y ajústese los cordones
no vaya a ser que tropiece...
¿Cómo, que no me obedece?
Explíqueme sus razones.

​

 

Explíqueme sus razones
para tratarme tan mal,
no me diga que da igual,
no mencione sus cojones.
Si no pide mil perdones,
juro por San Pito Pato
que aquí las lleva hasta el gato,
pues yo la lío muy parda
cada vez que no se guarda
el respeto y el buen trato.

 

El respeto y el buen trato
le doy que usted se merece,
si es que le ofendí (parece)
lo retiro de inmediato,
pues tengo un talento innato
para decir tonterías
(ni caso, son cosas mías),
y no quiero que la líe
prefiero que se confíe
y que escriba poesías.​

 

Un inciso.
Esta semana hemos cumplido cuatro años de MÁS MADERA, que se dice pronto. 2672 respuestas, más de 67.000 visitas...
Y seguimos en el tren y sin llegar a ninguna parte...
¡Qué viaje, madre mía!
Felicidades a todos los masmadereros que lo habéis hecho posible.
Abrazos a todos, a todas y a todes.

 

Y que escriba poesías
cada vez más y más gente,
porque nunca es suficiente
y hay siempre alforjas vacías.
Con versos, todos los días,
el "Más madera" se agranda,
aquí juntos, vaya panda
-improvisa que improvisa-,
con poetas de esta guisa
nunca falta la parranda.

 

Nunca falta "La Parranda",*
que la huerta del Segura,
se estremece de hermosura...
¡Ya está bien de propaganda!
Montemos la cuchipanda
y celebremos las fechas:
yo escribo ripios, tú, endechas,
aquel que escriba sonetos
y el otro varios cuartetos,
tan ligeros como flechas.



​

*Para el que no lo sepa, La Parranda es una zarzuela que canta la belleza de la rica y frondosa huerta murciana, la nobleza de sus gentes y las profundas raíces de sus tradiciones.

 

Para evitar el castigo
del revisor de este tren,
vigila mucho el andén
y después, coge el testigo,
o acabarás de mendigo
sin subir nunca al vagón.
Vivirás en la estación
con tus letras bajo el brazo
comiendo siempre de un cazo
mientras pides compasión.​

​

 

Mientras pides compasión.
A ese respecto les digo
que esa acción no va conmigo
cuando no tienen razón.
Yo pedí la anulación
al reportarlo al sistema
por adelantar el tema,
pero el texto ahí siguió,
y si eso mal se entendió,
lo siento, no es mi problema.

 

Lo siento, no es mi problema,
dice ofendido Rosendo,
cuando yo solo pretendo
seguir con humor un tema.
Por mi parte no hay dilema,
esto es un divertimento
donde pasar un momento
entre buenos compañeros
con poemas, como aperos,
de amistad y entendimiento.


​

 

De amistad y entendimiento
siempre ha sido mi divisa,
y si mi acción se revisa
verán que yo no les miento.
Me encanta el divertimento
con chispas de buen humor,
agregándole color;
pero si algún pasajero
piensa que soy "chafardero"
está incurriendo en error.

 

Está incurriendo en error
quien se pasa de severo
cuando juzga al mundo entero,
pues ninguno es superior.
Puede ser devastador
si me tildan de cotilla;
o te leo la cartilla
o bien lo olvido y lo ignoro
o hago mutis por el foro
y salgo a toda pastilla.

​

 

Y salgo a toda pastilla
aunque acabo de llegar
es que no he podido entrar
¡ha sido una pesadilla!
Hace falta la cotilla
porque aquí se da muy bien
todos saben quién es quién
y es fácil hacer la fiesta
siempre hay una propuesta
para seguir nuestro viaje
disfrutando del paisaje
desde este suave vaivén.

 

Desde este suave vaivén,
sentada en mi mecedora
yo, que soy una escritora,
escribo la mar de bien.
Me muevo más que en el tren,
hacia un lado y otro lado,
-parece que me he inspirado-
y no me pienso parar,
pues me ha dado por pensar
que relato lo soñado.




​

 

Que relato lo soñado
os dije en el anterior,
mas debió ser un error
porque el tren quedó parado.
¿Es que a nadie le ha inspirado
ese verso que dejé?
Pues nada, yo seguiré
avanzando lentamente,
y si no llega más gente
muy sola me sentiré.​

 

Muy sola me sentiré
si no veo alguna rima
que algún compañero esgrima.
No me dejéis, que Yahvé
os asista, que yo iré
aseando los vagones
y ordenando los cajones
mientras regresáis al tren.
Y por favor, Javier, ven
sin tocarnos los neutrones.


​

 

En ritmo que nos fascina
Javi nos toca el piano
y se siente muy ufano
cuando de tocar termina.

La cara se le ilumina
saludando al respetable;
ovación interminable...​

El público en pie se pone,
no es raro que se emocione
porque es inimaginable





​

 

Porque es inimaginable
que podamos detenernos
aunque nos pongan los cuernos
y sea desagradable.
Es también muy detestable
que no vengan pasajeros
bueno es tener compañeros
para compartir el viaje
comentar sobre el paisaje
como amigos verdaderos.

 

Como amigos verdaderos
marchamos siempre adelante,
nos paramos un instante
pero seguimos ligeros.
A ver si llegan viajeros
desde otras latitudes,
que cuenten sus inquietudes
y que arda madera nueva
para que el tren bien se mueva.
Se admiten solicitudes.​

 

Se admiten solicitudes
para publicar poemas
que creen nuevos dilemas,
aunque vengan multitudes.
Si te animas, no lo dudes,
agárrate fuerte y ven,
sube tus versos al tren,
que con rimas y entre amigos
-con sinceridad lo digo*-
lo puedes pasar muy bien.

*Sí, sí, la dichosa "s", vale...

 

Lo puedes pasar muy bien
si te animas a venir,
te lo voy a repetir
cincuenta veces o cien.

Y si se arma algún belén,
no sucede nada grave:
el personal ya lo sabe
y tú lo sabes también.​

 

Y tú lo sabes también,
como dijo no sé quién.

Nota: también sirve un pareado,/aunque esté muy denostado.

 

Como dijo no sé quién
solo sé que no sé nada,
me siento muy concienciada
y me va el rollito zen.
Hago yoga a tutiplén,
sigo el mindfulness, medito,
no me altero ni me irrito,
conecto con mi inconsciente
y siento que, de repente,
la vida me importa un pito.​

 

Sin conocer la salida
me pongo con esta décima,
lo mismo me sale pésima,
que la inspiración decida.
Me iría bien la bebida,
aunque creo no conviene
tan temprano, porque tiene
bastantes horas el día
y quiero andar por la vía
con cordura hasta que cene.


​

 

Con cordura hasta que cene
quiero pasar la jornada
prefiero estar bien centrada,
y hacer lo que me entretiene.
Así que escúchame, nene,
no me traigas más cervezas
para espantar las tristezas,
prefiero darme una vuelta
y tomar leche de espelta...
Yo tengo muchas rarezas.

​

 

Yo tengo muchas rarezas
que para mí son normales,
no todos somos iguales,
cada cual tiene sus piezas.
Y, a falta de otras certezas,
me quedo con mis manías,
todas estas fruslerías
que hacen de mí lo que soy.
En la décima de hoy*
no caben más tonterías.

*Nota: ¿habrá sinalefa aquí?/ Es que esto yo no lo di.

 

Gracias por la aclaración
y añado -¡vaya marrón!-
que con malas pulgas iba
esta décima de arriba.
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En décimas kilométricas
-mas con su justa medida-,
sin un orden, ven salida
mis reflexiones más tétricas.
Tras las prácticas obstétricas*,
mis poemas doy a luz
con mortaja y ataúd;
ya quisiera no ser triste,
pero un no sé qué me insiste:
he de llevar esta cruz.

* Nota: ¡Vaya cacofonía!/Esto no es poesía.