¡Más maderaaa!

Ni para atarte el zapato
sabes hacer un mal nudo,
así que lo llevas crudo
con la corbata, niñato.
Aparentar es barato,
el estilo es otro grado,
no depende del tocado,
y, aunque se vista de seda,
la mona, mona se queda,
el refrán te va clavado.

 

El refrán te va clavado,
como me clavé una astilla
de la pata de la silla,
ahora que me he levantado
y con ella me he topado.
¡Ay, qué daño, qué dolor!
Por si era poco el calor
encima me rompo un dedo
y a vendármelo procedo
por no llamar al doctor.
​

 

Por no llamar al doctor
soy capaz de cualquier cosa,
prefiero estar en la fosa
recordando vuestro amor.
Sabed, les tengo pavor,
porque por ir al dentista
y después al oculista
tengo los dientes morados
y los dos ojos cruzados;
menos mal que soy muy lista.

​

 

Menos mal que soy muy lista
para organizar de prisa
cumpliendo toda premisa
de ser activa en la pista.
Además de detallista
soy muy buena cocinera,
tengo llena la nevera
de sidras para la fiesta
a bailar estoy dispuesta
que fácil es ser fiestera.​

 

Qué fácil es ser fiestera
cuando todo marcha bien,
y la música es fetén,
sobre todo si es ligera.
Me suelto la cabellera
y no paro de bailar
de reír y de charlar,
contenta y muy animada
nunca me encuentro cansada
y siento un gran bienestar.

​

 

Y siento un gran bienestar
porque me encanta una fiesta
yo siempre he estado dispuesta
si se trata de bailar.
Hay mucho por festejar,
cuando de vivir se trata
la vida es siempre muy grata
aunque a veces nos adverse,
impidamos tergiverse
el sentir que nos delata.

 

El sentir que nos delata
al ponernos sonrojadas
bebe muchas limonadas
para no meter la pata.
El corazón es fogata
dificil de sofocar
del pecho quiere escapar,
debemos ir con cuidado
no todo lo que es dorado
es oro, puede engañar.​

 

Hay en sus fondos maldad,
como en Juanita González
que hace de chivo tamales*
a su esposo Trinidad.
Se jacta con vanidad
de ser lo más puro y tierno,
y que él es su amor eterno
porque lo ama en sumo grado;
el caso es que no ha dejado
jamás de ponerle el cuerno.
* En México.-engañar al marido.

 

Jamás de ponerle el cuerno
dejó su novio Julián
se creía muy galán
y fué a pudrirse al infierno.
Hasta parecía tierno
el "tipejito" en cuestión
que en un sólo corazón
guardaba a tantas mujeres
brindándole sus placeres
sin ninguna precaución.

 

Sin ninguna precaución
el muchacho poco esbelto
y por demás bien resuelto
creyó ver la solución
al beber una poción
que lo pondría atractivo
crédulo, tomó excesivo
recibiendo el escarmiento
solo logró mal aliento
por tonto el tan obsesivo.​

 

Por tonto el tan obsesivo
casi se va al otro lado
¡quizás bebió demasiado
quería ser atractivo!.
Y si hay algo positivo
de esta ridícula historia
es que resultó ilusoria
y al fin supo la lección
de que no hay tal poción
la pena no tiene gloria.

 

​

La pena no tiene gloria,
por la poción lo han pillado,
mas le quiten lo bailado,
¡ay!, la vida es una noria.
Bien, pues ya sabéis la historia
de Julián el tapicero,
que con su hábil lapicero
enamoró a las mujeres
colmándolas de placeres
con esa punta de acero.


​

 

Con esa punta de acero
le hiciste a mi alma un boquete,
pero no seas zoquete,
si ya sabes que te quiero
a pesar del agujero,
no vayas como alma en pena
rezando a la Macarena;
Otra vez ten más cuidado,
que vas muy atribulado
y deja ya la novena.



​

 

Dale a los gozos tributo
que la vida te regale
y que nadie te señale
disfruta cada minuto.
Ningún gozo es diminuto
cuando el cuerpo te lo pide
que el gozar no te intimide
al final la vida es una
colóquese la vacuna
pero igual ¡no se descuide!

 

Pero igual no se descuide,
porque si usted no se cuida
y en ello le va la vida
es preciso que no olvide
que, mientras que se decide,
se van las horas pasando
y el tiempo se va acabando;
muévase, sea consciente,
piénselo rápidamente
porque se la está jugando.
​

 

Al andar con impaciencia,
la cabeza como un horno
se te pone y el entorno
va pasando sin conciencia.
Tú, que presumes de ciencia,
que te crees el más listo,
acabarás siendo pisto
si no cruzas más calmado,
y rumiarás de finado...
"mucho sé, pero no existo"


​

 

...que tonta bronca provoca,
y por hacerse el chistoso
a ese sujeto latoso
ya le quebraron la boca.

Cierta vez, con un pariente,
por una estrecha ventana,
en una noche oscurana
bromeaban a la gente.

Y sucedió de repente
que un transeúnte a su paso
le dio un fuerte garrotazo
que le hizo perder un diente.

Él, tapándose la boca,
le dijo al pariente, aprisa:
Primo, éntrale, te toca,
a mí me gano la risa.

 

A mí me ganó la risa
cuando lo vi sin el diente
dirigirse tan valiente
hacia el altar en la misa.
Y desde aquella repisa,
que tiene tonos mostaza,
sonreír cual calabaza
de Halloween a un buen niño.
Pobre cura, sin el piño
parece una picaraza.


​

 

Parece una picaraza
ese pájaro que vuela
y, según dice mi abuela,
también se llama picaza.
Ayer vi una en la plaza
posada sobre un tejado
oteando con cuidado,
y, a la vez, con voz humana
a ti te llamó marrana.
Ay, qué risa que me ha dado.



​

 

Ay, qué risa que me ha dado,
mas risa por no llorar,
pues, ¿cómo he de sollozar
si ya todo lo he llorado?
Ja, ja, fijo que has picado
y pensabas que esta era
otra triste y plañidera,
pues, mira, va a ser que no,
hoy, esta décima yo
me la tomo a la ligera.

 

Me la tomo a la ligera
una cerveza espumosa
que de forma presurosa
extraje de la nevera.
Esa es la mejor manera
que sin el menor respingo
vea el futbol en domingo
con gusto en televisión,
como mejor distracción
que en estos versos distingo.

 

Que en estos versos distingo
que no estás de mal humor,
lo cual sería un error
pues estarías hecho un pingo.
Si he acertado canto ¡bingo!
y me pongo tan contenta,
que llorar más de la cuenta
te deja muy deprimido,
agotado y compungido
y la mente se atormenta.​

 

Y la mente se atormenta
al recordar aquel día
que la juventud perdía
cuando cumplí los cuarenta.
Atrás dejaba los treinta
y Arjona me torturaba
cantando, me aseguraba
que la grasa abdominal
era encanto corporal
porque sensual me miraba.

 

Porque sensual me miraba
yo había bajado la vista,
pues no le quería dar pista
ni saber lo que pensaba.
Y es que a mí ya me cansaba
tanto amor, tanto cariño,
después hasta me hizo un guiño
con complicidad extrema
y yo pensé: ¿quiere tema?
¡Ya estoy harta de este niño!

​

 

Ya estoy harta de este niño
ya me tiene tan cansada
solo quiere mermelada,
y le explico con cariño
que el tomate con aliño
es por demas nutritivo
pero por ningún motivo
trata siquiera probarlo
se que no podré lograrlo
si no le ofrezco incentivo.​

 

Si no le ofrezco incentivo
me dice que no trabaja,
que piensa pedir la baja,
porque no tiene atractivo
el currar sin objetivo.
Así que yo estoy pensando
-mientras lo tengo esperando-
qué le podría ofrecer,
pero algo tengo que hacer
porque el tiempo va pasando.

​