El nogal de enfrente

Viejo y perezoso

es el nogal que siempre veo

delante del jardín.

Es grande y acogedor

cuando esta vestido de su verde ropaje,

y su sombra se enrosca

como manta a sus pies.

Cuando los grajillos lo inundan,

es todo ruido sus tardes,

todo suspiro mi terraza.

El otoño entra despacio,

agazapado en su copa

y poco a poco lo desnudan

la lluvia y el viento.

Muchas ramas oscuras

adornan el tronco y el cielo;

a veces la niebla lo difumina

dejándolo mas húmedo y mas lejos.

Pocas veces la luna

se posa entre sus finos cuernos.

La lluvia llora con él

la noche lo hace invisible

cuando el invierno es negro.

Medio dormido espera

que otra primavera lo acaricie,

pero aun ruge el frió viento

y las hojas solo son un sueño.

 

Triste se ve el nogal en el invierno con su desnudez tras haberlo disfrutado en verano con su gran sombra y las ruidosas grajillas que en él buscan refugio. ¿Y que tal sus nueces? Alguna probarás, me imagino.

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Gracias Palmira por tus gratas y bellas letras. Un abrazo grande

 

Jajaja. Por supuesto que como de sus ricas nueces. Gracias por tus palabras siempre acertadas. Un abrazo

 

Es un placer recibir tus letras amable y con cariño. Un abrazo, estimado Antonio. Gracias e tus bellas rosas

 

Gracias Pensabas. Es un compañero muy bello. Un abrazo