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Características y Construcción del poema en verso libre, no surreal

Tema en 'Salón de Escritores' comenzado por Monje Mont, 3 de Junio de 2021. Respuestas: 1 | Visitas: 641

  1. Monje Mont

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    CARACTERÍSTICAS Y CONSTRUCCIÓN DEL POEMA EN VERSO LIBRE, NO SURREAL.

    Como a muchos nos ocupa y nos gusta el verso libre, abro este post para compartir lo que en muchas lecturas he ido aprendiendo y también lo que he asimilado de muchos compañeros destacados en esta forma de hacer poesía. Utilizaré pocas citas y evitaré en lo posible el lenguaje técnico propio de los expertos, porque el objetivo es que los que quieran participar lo hagan y aporten sus conocimientos y que éstos queden al alcance de cualquier lector. Para un tratamiento más técnico he dejado en otro post titulado “Qué es poesía”, un extracto de lo que los lingüistas modernos tienen que decir al respecto. Repito, no son mis invenciones sino lo que he ido asimilando de mis lecturas y que he anotado para mí sin la formalidad de las citas y del lenguaje técnico.

    Ojalá todas los aportes sean positivos porque no favorece a nadie la participación agresiva, pero la participación que pretende enriquecer un tema siempre es bienvenida. Sé que hay muchos que conocen sobre esto y cuyas participaciones favorecerían para completar el cuadro que apenas inicio con unas pinceladas. Todo aporte nos ayuda a los demás y podría ayudar también a los jueces de futuros concursos para unificar criterios.

    Empecemos diciendo que la poesía en verso libre ha evolucionado durante muchas décadas y en el panorama poético actual ha tomado tal preponderancia que gran cantidad de los poetas premiados y de los premios importantes otorgados orbitan el verso libre preferentemente. Con esto quiero decir que no se trata de la opción que adoptan, para hacer poesía, aquellos que no dominan las herramientas de la poesía clásica, sino, más bien, todo un arte con características propias que demanda tanto o más esfuerzo que otras formas.

    Históricamente hay muchos antecedentes que sé que algunos podrán aportar, pero por ahora será suficiente señalar que la poesía en verso libre surge, entre otras razones, por la necesidad de comunicar, más profundamente, el pensamiento del autor, y de explayarse en temas que requerían más que una forma preconcebida para un desarrollo satisfactorio.

    Algunos estudiosos proponen una estrecha relación entre poesía e idea y creo que es fácil de comprender si mencionamos la definición de idea del diccionario filosófico: “(gr. idea: literalmente “lo que se ve”, imagen.) Término filosófico que designa el “sentido”, la “significación”, la “esencia” y está vinculado estrechamente con las categorías de pensamiento y ser”. Pues bien, podríamos decir, que la poesía en verso libre surge también por la necesidad tan humana de plasmar por escrito sus ideas, la esencia de lo que el poeta es y piensa. El lenguaje poético ofrece al poeta un instrumento ideal para comunicar de manera condensada su mundo interior. La poesía entonces, es más que belleza y ritmo, es también comunicación de la idea. Ningún tema entonces, queda fuera de los dominios del poema.

    Me ocuparé ahora de las características y de las formas de construir el verso libre, que he ido recogiendo en el camino y que son más o menos aceptadas universalmente. Ojalá –repito– muchos aporten al tema.

    1º) La poesía en verso libre busca principalmente comunicar con el lenguaje que le es propio (no es prosa), una idea, sentimiento, o contenido psíquico. Cito a Bousoño de “Teoría de la expresión poética”: “La poesía debe darnos la impresión (aunque esa impresión pueda ser engañosa) de que, a través de meras palabras, se nos comunica un conocimiento de muy especial índole: el conocimiento de un contenido psíquico, tal como un contenido psíquico es en la vida real. O sea de un contenido psíquico que en la vida se ofrece como algo individual, como un todo particular, síntesis intuitiva, única, de lo conceptual-sensorial-afectivo.”

    2º) El verso libre es libre, valga la redundancia. No está sujeto a formas preconcebidas o a rimas, ni a figuras literarias. Sin embargo, al ser libre, la rima accidental, o la interna con el propósito de mejorar el ritmo y la musicalidad del escrito pueden darse sin problema alguno, siempre y cuando no acerque voluntariamente el escrito a las formas clásicas o a los ritmos clásicos. Por otra parte, una rima que resuena es algo que se quiere evitar en verso libre. Por esta razón, generalmente, se elude la rima consonante, aunque, a veces, algunas asonancias se escapen como parte del normal desarrollo del lenguaje y siempre y cuando no resuene. Respecto a las figuras literarias debemos decir que de ninguna manera están prohibidas, pero no se quiere coartar la libertad por causa de ellas.

    3º) El ritmo del poema en verso libre busca principalmente la fluidez de la lectura, para lo cual también se evitan cacofonías, usos innecesarios del “que”, y de otras expresiones que chocan al oído, además busca la “naturalidad” del lenguaje, es decir, utiliza generalmente un lenguaje culto pero cercano al uso actual del mismo. Obviamente, todas las reglas aplicadas a la sana expresión escrita deben acatarse.

    Por otra parte, es de uso generalizado para mejorar el ritmo, utilizar construcciones gramaticales semejantes o paralelas, también expresiones de extensión parecida (no medidas), repeticiones de frases o palabras, uso de esdrújulas, por ejemplo, ubicadas de manera que aporten a la musicalidad, etc. Los grupos de palabras con una sonoridad próxima, también son de uso generalizado, por ejemplo, conjuntos de palabras con br, pr, cr, pueden aportar cierta musicalidad, así, como cualquier otro conjunto con sonidos próximos agradables de escuchar. El poeta ordena y reordena la frase, la oración, la estrofa para que tanto gramaticalmente como rítmicamente sean agradables al oído y de fácil lectura. Hace tiempo le preguntaron a un poeta como lograba un ritmo tan homogéneo en verso libre y él contestó (parafraseo): “En cada oración y en cada estrofa me esfuerzo para que digan lo que quiero pero con un mismo ‘taca-taca’”.

    El creador del verso libre afina a oído, principalmente, y al hacerlo crea inconscientemente los paralelismos gramaticales y acentuales de que hablaba. Lo importante es que cada poeta va elaborando su propio “librillo” y estas herramientas llegan a ser parte, entre otras, de lo que se suele llamar “voz propia”. Entre otros, los elementos que conforman esa voz, son: los rasgos psico-afectivos propios, los temas que aborda ese poeta y la profundidad y pasión con que lo hace, sus habilidades o limitaciones gramaticales y creativas, los rasgos personales y de la experiencia de vida que constituyen el contexto en los que se sumergen sus temas, el tipo de metaforización que principalmente utiliza (más adelante se habla de ello) y el “taca-taca” que ha ido desarrollando. Todo esto va haciendo, más o menos, reconocible a un autor.

    4º) El lugar común en la poesía de verso libre. Aunque este es un tema que afecta a la poesía en general, clásica y no clásica, en verso libre es de especial importancia, porque habiendo tal amplitud de temas, recursos y libertad en la forma, la creatividad no se ve limitada ni por medidas ni por otros. Una metaforización (lenguaje propio del poema) original y bien engarzada, da peso a un poema sea clásico o libre, pero en este último el poeta debe lucir mejor sus habilidades en este sentido.

    Cuando hablamos de “lugar común”, nos referimos al uso de recursos que han sido muy usados históricamente en relación al poema. Pueden ser imágenes, frases y temas utilizados de forma semejante o muy próxima a lo que otros poetas lo han hecho. Respecto a temas que ya han sido tratados se espera que la manera de abordarlos sea novedosa, desde otra perspectiva quizás, pero no sometido a los mismos conceptos. Sobre esto cita Bousoño un dictum de Unamuno: “El primero que llamó perlas a los dientes fue un genio, el último que lo repite es un imbécil”. Una afirmación severa, sin duda, con la que no estoy de acuerdo, pero sirve para ejemplificar el grado con el que se repudia el “lugar común” entre los expertos en poética y poetas consagrados. Y no solamente “los dientes de perla”…Entre todos podríamos elaborar una lista interminable de expresiones y temas igual de comunes que se continúan usando y no precisamente para superar sus primeros usos. Lo que es claro es que un poema que busca elevarse sobre la media, o aportar algo nuevo al mundo del poema, no debe convertirse en una especie de collage de versos manidos. Debo decir que la tarea no es fácil y que una cosa es decirlo (o citarlo de otros) y otra llevarlo a la práctica.

    5º) Metaforización.

    Para un trato más detallado y técnico sobre el tema de la metaforización en relación a la poesía aconsejo entrar al link:

    http://www.mundopoesia.com/foros/temas/que-es-poesia-respuesta-de-los-lingueistas-modernos.726891/

    A los que intentamos escribir poemas nos interesa el funcionamiento práctico de la metaforización, por lo que evitaremos los tecnicismos (abundan en la red tesis y libros sobre el tema) y las citas de expertos que en el link aportado abundan.

    Primero debemos considerar si la metáfora usada es o no es manida. Como ya se dijo debemos buscar originalidad o un uso novedoso de un recurso o tema antes usado, o al menos que refleje particularidades propias del poeta y de su forma diferente de decir. Una vez resuelto esto, aconsejan los estudiosos, tomar en consideración lo siguiente:

    5.1) La metáforización como instrumento preponderante del poema en verso libre. El poema puede construirse de manera “descifrable”, por decirlo de una manera entendible aunque no técnica. Si la metáfora relaciona con elementos (semas) semejantes lo que busca representar se convertirá en un instrumento útil para transmitir. Hay varias formas de hacer esto. Por ejemplo, si decimos “corazón de basalto”, el basalto es una piedra oscura, extremadamente dura y además fría. Ahora bien, es fácil establecer el tipo de corazón y de individuo al que nos referimos. Como vemos la metáfora también condensa una serie de características, cualidades o defectos. Así la expresión “corazón de basalto” nos conduce a una persona fría, incapaz de apasionarse y de entregarse al amor y a los sentimientos que consideramos calurosos. También nos remite a una persona dura, insensible. Y además a la oscuridad, posible razón de las características anteriores. La interpretación completa de la metáfora depende de la profundidad del lector, pero una interpretación básica suele ser suficiente.

    Es bueno hacer notar que la metaforización de un texto puede lograrse con el lenguaje connotativo y el propio de las metáforas, o porque el conjunto aunque “diga una cosa se refiere a otra”. Esta última forma algunos la utilizan en poemas realistas. Un ejemplo de lo dicho anteriormente:

    Oh lluvia, caes copiosamente,

    haces germinar de la tierra la vida…

    pero también haces desbordar los ríos.

    En este caso tenemos la interpretación literal y realista, pero también la interpretación que podríamos llamar poética o metafórica, que gira alrededor de que en la vida hay cosas buenas que se pueden tornar malas, o que, nada es completamente bueno. Si además se agregan otras referencias, la interpretación puede ser orientada hacia lo que el autor quiere. Por ejemplo, si el autor agrega al final el verso: “Ayer fluía en mí la vida. Hoy ésta es anegada por tu ausencia”, fácilmente podemos interpretar que la lluvia representa a una mujer o a un amor que está enfrentando la tormenta de la ausencia.

    Generalmente en ambos casos de metaforización es posible una o varias interpretaciones diferentes a la literal. Es lo que llamamos “múltiples interpretaciones” de un poema. Esta forma de hacer poesía siempre permite una “traducción” al lenguaje que generalmente utilizamos. Es decir, es posible explicar de manera racional el texto…, lo que se quiere decir.

    5.2) La metaforización también puede no tomar en cuenta los semas comunes entre lo que se alude y lo que lo reemplaza. En este caso si en el contexto no aparece una explicación, la interpretación racional se complica para el lector, aunque a nivel intuitivo pueda percibir ricas sugerencias. Tal es el caso de lo que algunos llaman surrealismo moderado, porque es más intuitivo que automático (personalmente no estoy seguro de que exista tal subgénero). Veamos los dos extremos: “en la cafetera hierve el cielo y en el plato hieden nubes rancias”. En este caso es difícil encontrar un sentido o intentar una traducción al lenguaje común. Podríamos considerar que se trata de un surrealismo automático.

    Pero si el verso dice “En el cielo se sirve el café, pero en mi cocina hiede el hambre”, aunque entre “cielo” y “café” no hay semas comunes, ni entre “cielo” y “cocina”, o “hambre”, sin mucho esfuerzo podemos intuir que el autor se refiere a la contradicción que existe entre los que administran las cosas del cielo (religiosos probablemente) y lo que profesan; y que hay abundancia en sus mesas, mientras hay hambre en la mesa del yo poético, que probablemente representa al pueblo. Aquí el autor apela a la intuición y a la imaginación. A este tipo algunos la consideran otra forma de metaforización, fundamentada en la sugerencia. Lo que sí es claro es que no se trata de una escritura meramente automática. Para lograr con esta forma una sugerencia significativa, se requiere bastante elaboración.

    5.3) Por otra parte, debemos recordar que hay palabras o conjunto de palabras que evocan por sí mismas una condición o circunstancia, que el lector puede fácilmente asociar e interpretar lo que el autor quiere decir. Por ejemplo: “ciénaga”, o “el cielo se tornó una ciénaga”. En el primer caso la sola palabra debe evocar incomodidad, suciedad, dificultad para caminar. En el segundo caso se puede interpretar sin mucho esfuerzo que la ayuda celestial esperada no llegó, por lo contrario las dificultades aumentaron y avanzar se hizo todavía más difícil. Aquí debemos hacer una diferencia entre las metáforas que se elaboran con semas compartidos, en las que fácilmente podemos establecer la relación por las cosas que tienen en común, como por ejemplo: “tus labios de rosa”, la rosa puede ser roja, es suave al tacto, es bella y hasta apetecible, como los labios; y entre las que no lo hacen de esa manera, por ejemplo: “el cielo se tornó una ciénaga”, o, “el cielo es una ciénaga”, no tenemos características comunes entre cielo y ciénaga, pero con la magia del lenguaje se han trasladado las características de la ciénaga al cielo y a lo que éste poéticamente significa.

    No olvidemos que cuando se habla de “metaforización”, los expertos se refieren al lenguaje fundamentado en el principio de semejanza y a la forma de revalorizar un escrito utilizando este principio. Así el lenguaje metafórico no se limita a el uso esporádico de metáforas, sino al uso de figuras literarias que en su mayoría son consideradas por los lingüistas, metáforas (véase el link propuesto arriba). Así también se puede apelar a los sentidos para revalorizar un escrito con imágenes sensoriales, por ejemplo: “Sentí el aire entrar hasta mi pecho y pasé mis manos por las cuatro paredes… Qué suavidad la de esas nubes, qué azul tan profundo, qué sabor al de algodones de la feria de mi barrio, qué olor a la bella mujer que ha huido tras las doce campanadas, qué libertad la de éste viejo prisionero”. La sinestesia es considerada por los expertos dentro del lenguaje metafórico.

    En la poesía en general y en especial en la de verso libre, es de gran importancia la sinestesia para la revalorización metafórica del texto y enriquecer la “poeticidad” del mismo. Veamos la definición según Wikipedia: “La sinestesia es una figura retórica que, además de la mezcla de sensaciones auditivas, visuales, gustativas, olfativas y táctiles, asocia elementos procedentes de los sentidos físicos con sensaciones internas (sentimientos). Se le vincula con la metáfora, por lo que a veces recibe el nombre de metáfora sinestésica”. Un ejemplo de mezcla de sensaciones: “En mis ojos aquel azul era amargo, pero la tierra me sabía a verde y el olor de sus lejanías recorría mi piel suavemente”. Ejemplos que utilizan asociaciones de elementos procedentes de los sentidos físicos con sensaciones internas: “agria melancolía”, “se tornó triste el azul de sus ojos”, “reverdeció el amor y sus musgos me reconfortaron”

    Algunas sinestesias exquisitamente elaboradas por Juan Ramón Jiménez: “Es de oro el silencio. La tarde es de cristales” (de “Hora Inmensa”). “En el cénit azul, una caricia rosa!” (de “Elejías Lamentables”). “por el verdor teñido de melodiosos oros” (de “Elejías Lamentables”).

    En “la viña del poema” también hay poetas que usan sus propios códigos, sus símbolos propios no basados en semas compartidos ni en transferir los semas de una palabra a otra, ni en sinestesias sugerentes. La poesía que surge de esta manera se puede tornar muy hermética, si en el mismo poema el autor no ofrece las claves para la interpretación. Por ejemplo: en la experiencia personal de un autor “las margaritas pueden simbolizar una especie de instrumento que aviva el dolor” porque –imaginemos ciertos antecedentes– su padre agresor después de maltratar a su mujer severamente, recogía un puñado de éstas flores de su propio jardín y lo entregaba a ella provocando un dolor mayor, incontenible. Ahora bien, supongamos que este autor dice en un poema: “malditas margaritas, su filo sigue vigente. Los cortes infligidos aún nos duelen. Las heridas siguen abiertas”. El uso tradicional y hasta común de la margarita como símbolo de inocencia y de pureza ha dejado de ser en los versos citados, cediendo su simbolismo a un uso novedoso. Pero para que tengamos acceso los lectores a su nuevo significado, el autor debe dejar una clave de interpretación en otra parte del poema, por ejemplo: “Mi madre recibía el ramillete blanco después de las palizas y yo con ella caía en el profundo abismo de la inocencia mancillada”. En este caso la metaforización obedece a características psico-afectivas muy personales y aunque no hay semas compartidos entre los elementos usados hay sentimientos profundos involucrados y los lectores pueden validar el símbolo con las claves. De lo contrario el significado quedará vedado. Cuando el poema es parte de un libro o una serie de poemas, quizás la clave de interpretación esté en otro poema, o hasta en el título del libro o del mismo poema. Por otra parte el poeta que utiliza símbolos herméticos puede que no quiera ser interpretado, sino generar belleza o sensaciones que el lector descifre a su manera.

    Lo importante, entonces, es decidir de qué forma queremos llegar al lector. Si queremos que nuestro escrito sea susceptible de una traducción racional debemos evitar el automatismo y el hermetismo sin claves. Como opinión personal, me parece, que en los concursos de poesía en verso libre, se debe tomar en cuenta el tipo de metaforización utilizado y la originalidad de la misma. Además debería aclararse que se admite o no se admite el automatismo surreal, aunque generalmente, éste se considera como un apartado ajeno a lo que se denomina “poesía en verso libre”.

    6º) La belleza en el “poema en verso libre”.

    En este tipo de poema, actualmente, la belleza no es el más importante, sino más bien, el contenido: la idea o la “verdad” que se transmite.

    Históricamente la búsqueda de la belleza, no sólo en poesía, sino en el arte en general, se ha considerado la búsqueda por excelencia, y por lo tanto no podemos descartarla. Sin embargo, la “chispa” narrativa y la originalidad metafórica ya constituyen una forma de belleza suficiente para muchos, y este punto de vista también es de respetar y absolutamente válido.

    Consideremos primero la definición de lirismo: “expresión profunda e íntima de sentimientos y emociones”, también en Wikipedia podemos leer: “El adjetivo «lírico» aparece por primera vez en el siglo XV, haciendo mención a la poesía griega antigua que era cantada y distinguida de esta manera de la poesía dramática o narrativa y en el siglo XVI se define más como una forma de expresión más subjetiva, que concierne principalmente al dominio de los sentimientos privados”. Esa subjetividad, esa emoción y musicalidad asociada, sigue considerándose importante, sobre todo en poemas de corte sentimental, porque el lirismo coadyuva a la transmisión de sentimientos.

    Es importante anotar que el lirismo poético tiene gran carga de elementos con valor simbólico y abundantes imágenes, y aunque es un instrumento importante en la poesía clásica donde surgió históricamente, en el sentido general de la definición, podemos considerar también que el lirismo es parte de mucho poema en verso libre, pero que esa carga lírica no es, o no debe ser meramente ornamental y tampoco constituir un fin en sí misma. Cualquier imagen bella, cualquier metáfora que apela a la emoción, a la transmisión de un estado de ánimo, debe estar bien engarzada al conjunto y sustentar su razón de ser en la idea o contenido que se quiere transmitir. Este lirismo, de acuerdo a la concepción actual de poesía y a los críticos modernos, no debe caer en la cursilería, ni en las exageraciones sentimentales poco reales, y por supuesto, dicho por enésima vez, debe evitar en lo posible “el lugar común”. El poeta actual dice su propia visión sobre cualquier tema (no hay tema prohibido), pero dice con su propia voz, con sus propias imágenes y metáforas y con su propia visión psico-afectiva del mundo interior y exterior.

    Actualmente hay poemas que aunque no son cercanos al lirismo, son muy interesantes y profundamente sugerentes. La poesía se va adaptando a las épocas, y va adaptando su manera de decir a las características y temas del mundo presente.

    Sobre la belleza debemos aceptar que es relativa y lo que es bello para uno, no lo es para otro. Algunos tienen una concepción de belleza muy cercana a las formas, medidas y temas clásicos y a su manera de decir, con una importante utilización de figuras literarias, pero el verso libre no se debe juzgar desde ese ángulo porque “su decir” es más actual, su construcción muy diferente y los temas buscan ser novedosos y abordados con mayor profundidad humana (social, intelectual, sentimental y filosófica).

    La belleza del poema en verso libre, surge del ingenio narrativo, de la profundidad y correcta elaboración de sus decires, de su ritmo y musicalidad (no clásicos) y su originalidad.

    7º) Coherencia horizontal y vertical:

    Para empezar con este último tema consideremos primero la extensión con que los poetas pueden desarrollar un poema. Por supuesto, para esto no hay limitaciones, pero generalmente, la extensión está supeditada a la forma de abordar el tema. Respecto a esto algunos conciben la poesía como un “flash”, es decir, como la expresión de un instante, de lo esencial de una idea, de una imagen…, una sola perspectiva. Es ese tipo de poesía muy poco extensa, con gran carga de lenguaje simbólico (no siempre), y de la que a veces, uno se pregunta “¿y qué más?”, aunque esta pregunta no es válida como crítica, como no es válido preguntarle esto mismo a una fotografía, porque ella no es un video. Vamos ahora al otro extremo. Hay poetas cuyos escritos son de mayor extensión porque desarrollan más el tema, a veces utilizando múltiples perspectivas, o narrando una situación de su interés, o detallando la idea que les ocupa con razones y oposiciones. Lograr la coherencia horizontal y vertical en el primero de los casos es muy fácil, por su extensión. Pero en el segundo es necesaria la revisión constante.

    Cuando hablamos de coherencia horizontal nos referimos a que cada verso debe expresar una idea coherente racionalmente o que obedezca a la lógica que amalgama ese poema (la lógica de un poema no necesariamente es la lógica ortodoxa con la que se rige nuestro razonamiento cotidiano). Si el verso es, por ejemplo, una metáfora no surreal, esa metáfora debe ser consistente con los principios que examinamos en el apartado 5, y además aprehensible sensorial o racionalmente en sí misma a no ser que continúe en otro verso o que requiera de una clave que se facilita antes o después del mismo.

    Cuando hablamos de coherencia vertical nos referimos a que no solamente lo que se dice en el lenguaje normal (no constituido por figuras poéticas), sino también el conjunto de metáforas y elementos poéticos de todo el poema deben estar bien engarzados. Por ejemplo, si hacemos que la palabra “mano” signifique “ayuda” en un verso, no deberíamos hacer que en otro verso signifique “golpe”, a no ser que exista una clara explicación que impida la confusión. Como ya dijimos, aunque el poema obedezca a una lógica interna propia, debe existir coherencia entre todas sus partes, es decir, no debe haber contradicción ni oposición entre éstas. Si en la lógica particular de un poema “el amor es asesino”, todos los elementos que apunten al amor deben reforzar la idea.

    Muchas gracias por su visita y su contribución al tema.

    Recuerdo que estas son ideas que he ido recogiendo en el camino y de ninguna manera pretenden ser exhaustivas.

    Un abrazo.
     
    #1
  2. DESIRE SOLE

    DESIRE SOLE Invitado

    Gracias por exponer el tema Monje Mont, tengo que entender la metáfora surrealista y es bueno empezar por las definiciones que incluye en su post para entender la diferencia. Saludos, felices días.
     
    #2

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