Enciende mis mejillas.

Qué sería sin libros de mis noches
un puro batallar con los demonios
Me miden dimensiones con sus nonios
y me causan angustias y soroches

Mas el libro es un hombre que conversa
me cuenta historias largas y atrevidas
o discute pasiones muy prohibidas
o a veces poesía tergiversa

Este hombre de las noches es muy sabio
me transporta al universo, su astrolabio
me orienta en las estrellas, maravillas.

No tiene boca mas oigo su voz
No tiene manos mas siento veloz
su caricia que enciende mis mejillas.

Luciana Laura Rubio Vega.​

 

Y, por otra, parte yo digo que los libros conversan y hasta saben escuchar, porque nos reciben cuando necesitamos de ellos.

Un bello simbolismo es el poema que nos dejas. Te comento que, a veces, hay ciertas discreciones en el conteo al recitar un poema, pero lo veo de esta manera:

o/ dis/cu/te/ pa/sio/nes/ prohi/bi/das/
= 10 sílabas

me/ trans/por/ta al/ u/ni/ver/so y/ su as/tro/la/bio/
= 12 sílabas

En fin; no creas que soy muy puntilloso. Y reitero, a veces dos personas no recitan un poema de la misma manera.

Un muy cordial saludo.

Gus

 

Muchas gracias, Gus, ya he corregido.

 

Gracias, Sergio, no solo eso, cada noche uno diferente, si yo quiero. Ja,ja. Saludos.

 

Bella inspiración Luciana, el libro es la mejor compañia, en estos tiempos donde todo se murmura. Un beso.-

 

Muchas gracias compañera poetisa, eres un amor.

 

Excelente, Luciana. Mis aplausos!
Saludos cordiales.

 

Muchas gracias, angelcesar,por pasar y dejar tu huella.