De cómo descubrí que eras el faro

De cómo descubrí que eras el faro
que me salva de todas las tormentas,
fue una de esas noches que iba a tientas
empapada de amargo desamparo.

En la playa final en la que varo,
aun percibo la luz con que me alientas
y siento la esperanza que alimentas
mostrándome otro cielo limpio y claro.

Igual que un faro mítico te yergues
como testigo fiel de mi naufragio.
Los restos de los versos que rescatas,

son de largos silencios el presagio.
¡Sácame de las sombras no postergues
el vuelo libertario que desatas!




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Quizás fue puesto allí con el único propósito de rescatarte en tu zozobra.
Un beso, Isabel.

 

¡Hola! Cómo me alegra tu presencia aquí, Charlie. Si, los faros son como lugares mágicos, y a la vez resultan misteriosos, inescrutables. Infinitas tormentas los han azotado y han presenciado innumerables naufragios, también, tras de la tempestad han alumbrado la calma...Se podía decir que es casi humano, con su alta figura quijotesca, enfrentado al oleaje.

"los faros siempre atestiguan nuestras ruinas, e incluso nosotros las de ellos, en realidad o sueños. sin embargo, las ruinas están allí para que el hoy tenga percepción de lo que fueron los ayer"
magnífica reflexión, me dejas.
¡Salud Charlie!
Isa

 

Pues si, yo también lo creo, Sergio.
Un abrazo grande.
Isabel

 

Gracias Luciana, bienvenida y encantada, gracias por tu tiempo y por tu huella en este espacio.
Un abrazo.
Isabel

 

Apreciado compañero, gracias por tu visita, por tu lectura y por tu generosa huella. Malos tiempos, solo veo tormentas, y es agotador, por suerte siempre hay un faro que nos salva.
Si, generalmente mis tercetos reúnen la fuerza del deseo de liberar mis versos, de quitarle si es posible ataduras, quizás solo se quede en deseo...
A mi también me alegra, mucho que tu estés aquí, Gus.
Un fuerte abrazo
Isabel

 

Que bien lo has descrito, querida Camy, te has metido en el corazón del poema y eso siempre es de agradecer, como lo es el tiempo que dedicas a tus excelentes comentarios, todo un lujo.
Un abrazo, con la misma admiración y cariño.
Isabel

 

Querida May, no sabes la alegría que me das. Verte cerca, es para mí ya suficiente motivo de alegría.
Muchas gracias por estar aquí. Si, la esperanza es siempre el faro que nos hace volver a creer en nosotros.
Un gran abrazo, con cariño.
Isabel

 

Hola Javi, tienes razón en todo, el comentario de Camy es todo un alarde poético, es lo que tiene este sagrado contagio del que lee, deja en sus comentarios verdaderas joyas.
Pero también me encanta el tuyo "
En mi caso, el señor que se encarga del mantenimiento solamente aparece de vez en cuando..... y claro, el pobre muchas veces no alumbra. Menos mal que tengo una linternilla..."
Los "asuntos serios", tienen en su reverso el humor del que hay que tirar para no mostrar las heridas.
Gracia por tu visita y tu comentario Javi.
Un abrazo grande.
Isabel

 

Hola Miguel, una suerte siempre tu mirada. Un faro en medio de una tormenta, es la esperanza, de que aunque lleguemos exhaustos, llegaremos.
Gracias siempre por tu cercanía y generosidad.
Un abrazo.
Isabel

 

Hola estimado compañero, gracias por tu lectura y tu huella.
Si, así es el desamparo es algo que nos hace aferrarnos al deseo de sobrevivir. No se puede ser más sincero que desde ese deseo de supervivencia y la aparición de un faro, siempre es esperanzadora.
Gracia por tu presencia Miguel.
Apapachos
Isabel

 

Querida Laly, gracias por acercarte a leer.
El lujo es tu presencia.
Si, así es, parecen aparecer en los momentos en que los necesitamos, como una llamada en la tormenta, en que las líneas se cruzan y escuchas la voz del aliento que te hace llegar a tierra. Es así esa extraña comunicación que parece magia.
Un enorme abrazo con afecto y agradecimiento.
Isabel