A un amigo triste

Difícil contestar a la tristeza
sobre todo si el triste es un amigo
pero ya voy ¡Pardiez! Cuente conmigo
que juntos bogaremos con firmeza.
De siempre me da vuelta en la cabeza
esta idea: la vida es un embudo
que en el final al alma hecha un nudo,
le cuesta terminar con gracia el vuelo.
Pues se traba en lo fino antes del cielo
y aunque pueda gritar uno está mudo.


Somos Eso

El recuerdo que vuelve camorrero
a buscarle en su entraña la pelea
razgando el corazón al que trocea
con artes de maestro carnicero.
El destino ese diestro carpintero
que construye patíbulos de cedro
y mide la existencia con un miedro.
Somo vendimia , somos torbellino
que consume la vida. Somos vino
que se escancia en la jarra de San Pedro.



¡Vive!, el otoño de árboles dorados
cuando invierte el ritual de primavera
y la luz se cobija en una espera
de cumbres y de lagos congelados.
En esa soledad ruedan los dados
en la timba ruidosa del recuerdo
¡Siempre talla la vida!.¡Siempre pierdo!
siempre vuelvo a jugar ¡Jamás me rindo!
Me dicen que yo soy un loco lindo
porque sigo en la brecha, aunque más lerdo.


Camino hacia la luz o a lo que sea
como vamos los hombres cuando viejos
algo inclinados (pesan los consejos)
y el corazón cansado nos golpea.
Llevo encendida el alma en una tea
no pienso en Dios¡Soy hombre!Soy orgullo,
soy broza de la tierra, soy cocuyo
que se quema y se apaga intermitente.
Soy carne, soy amor y soy simiente,
soy trigo del mejor, también soy yuyo.


Mira tus hijos, nietos, descendencia
y dime si no ves volar las chispas
de tu sangre zumbando como avispas
cobrándole a la vida tu acreencia.
Revisa con un nonio tu conciencia
mira hacia atrás; sin miedo ni rencores;
los recuerdos son fríos revisores
pero solo eso son; si te lastiman;
traélos a tus ojos que ellos liman
con las limas del llanto sinsabores.


Al fin vuela inasible nuestra vida
somos hambre de Dios somos aliento
partiendo y regresando con su viento
preparando al volver otra partida
Es cuando caminamos la avenida
que mide justiciera las torpezas;
vamos pobres de todas las riquezas;
y ricos del amor que nos llevamos.
Desnudos al venir, así nos vamos:
POBRES DE VIDA, nunca de pobrezas.​

 

Quisiera cambiar el mundo
pero no cambiarlo tanto
quiero que no haya quebranto,
ni el dolor hiera profundo,
mas tú que eres un santo,
quiero que sigas igual,
versando con los amigos
y sembrando al vendaval
poesía que va sin mal,
dejando de amor testigos.

Excelentes décimas para apoyar a un amigo triste. Un gusto leerte.