Un mimo cómico.

Me muero de dolor, de angustia, de latido.
Me muero por ser carne que sangra y se corrompe.
Me muero porque frágil cualquier puñal me rompe
y quedo a la deriva sin sueños, sin sonido.

Me duele este vivir que emite su bramido,
que bufa devastando, destruyéndolo todo,
que mata por vivir dejando ahí en el lodo
las bocas desangrantes que no han aún vivido.

Me duele este sentirme el potaje y pan de otros,
el cruel canibalismo me asalta y me avasalla,
me rompen, me desguazan, me dejan en la valla,
me duele el desmembrarme entre patas de los potros.

Esta horrenda vorágine es verdadero vómico,
somos sólo animales, el grande exprime al chico. . .
...la belleza se queda temblando su abanico
voltea hacia otro lado mirando un mimo cómico.

*Después de leer las estadísticas de feminicidios que hay en mi país.
​

 

Isabel, muchas gracias por la lectura y tu atinado comentario. Un abrazo.

 

La aversión y el sexismo, motivos principales, motores que parecen no terminan de extinguirse. La realidad cada día se recrudece ante la barbaridad, un monstruo asechando con cada emoción de su mente de horror.
Y es tan lamentable estimada Luciana, tus versos laten con tus sentimientos y los nuestros.
Gracias por tus letras necesarias y oportunas, que se elevan con potencia
Un abrazo!
Bienvenida al Foro.
Camelia

 

Camelia, muchas gracias por tus elocuentes palabras, es que había que decirlo con furor porque es insoportablemente horrendo. Un abrazo, amiga poeta.

 

Con garra y fuerza has denunciado el hecho, estimada Luciana, y es que todo es poco. Resulta increíble ver estadísticas que bailan ante nuestros ojos y sentir también que algunos de ellos se quedan quietos, aceptando cifras sin entrar en el verdadero alcance, porque de algún modo somos proclives a ello y en nosotros está el que eso no suceda.
Ha sido un gusto leerte, bienvenida.
Un abrazo,
Eva

 

Eva, muchas gracias por tu lectura y tus alentadoras palabras. Hay que ser solidarias y apoyar nos todas. Un abrazo solidario.

 

Ligia, querida, es un honor para mí que pases por mis letras. Es una verdad muy difícil de digerir, lo único que pude hacer fue lanzar un ensordecedor grito. Un abrazo solidario.