¡Más maderaaa!

Pero la amaba, no obstante
que ella al sufrido de Bruno
le da un magro desayuno
de frijoles con picante.
Le reprocha a cada instante
diciéndole flojonazo,
que no aporta ni un retazo
de carne para la jama,
y que al estar en la cama
ni siquiera le echa un lazo.

 

Ni siquiera le echa un lazo
porque abraza las botellas;
ellas no dan querellas
y él es un tipo buenazo.
Bruno se prende al chispazo
de Baco y el etanol.
Desde la puesta del sol
a casi la medianoche
ahoga cualquier reproche
de su esposa con alcohol.​

 

De su esposa, con alcohol
se olvida Bruno al instante
pues lo convierte en mutante,
en baboso caracol
o en un revoltoso trol
que da tumbos por la casa
sin saber bien qué le pasa.
No tiene remedio el pobre,
sólo está bien en el sobre
que es donde no se propasa.


​

 

Que es donde no se propasa
no quepa la menor duda;
junto al colchón, nos ayuda
la gran deshidrogenasa,
campeona enzima, y escasa
cuando la salud flaquea.
Se debe dar gran pelea
con el cuidado del físico
o quedarás como un tísico
bailando con la más fea.*​

Una de las tantas expresiones rioplatenses que significa "pasarla mal". Tal vez también se use en otros lares.

 

Bailando con la más fea,
sin saber pa mi desgracia
si era mi vecina Eufrasia
o de plano Dorotea.
En la fiesta, aunque no crea,
no había mucho que escoger,
pero en mí era menester
la danza que tanto extraño,
sin mirar pelo y tamaño
pa'l esqueleto mover.

 

P'al esqueleto mover
musiquita me hace falta,
mas no la pongas tan alta
que no te puedo entender,
y me tienes que volver
a repetir lo que has dicho...
Que no, que no es por capricho
es que me he quedado sordo
con este jaleo tan gordo
¡Y encima me picó un bicho!
​

 

Muy junto al suyo, apretada
mi descomunal barriga
sobre su cuerpo de hormiga
parece una payasada.
Y sin embargo, excitada,
le gusta hacerme arrumacos;
parecemos pajarracos,
garza ella, gordo dodo
(con aires de Cuasimodo)
yo, galán de bicharracos.​

 

Yo, galán de bicharracos,
¿qué pensaría mi padre
de semejante desmadre?
Seguro que soltar tacos
y rascarse los sobacos
al ver a su hijo perdido.
Con todo lo que él ha sido,
y va y cría un botarate
más simple que un aguacate
al que le falta un cocido.


​

 

Tanto costo convirtió
a mi vida en un calvario;
ando con un nuevo horario
que mi jefe decidió
y el Diablo certificó:
“De cinco hasta que yo diga;
sepa bien que la fatiga
del flojo no paga cuentas
ni nos mejora las ventas:
¡esto es trabajo de hormiga!"​

 

Que pisotea el sombrero
y de igual modo a las hiedras,
incluso a las mismas piedras
que encuentra por el sendero.
Tiene un carácter muy fiero,
por eso con él no salgas,
ya que hasta las perras galgas
temen de sus sacudidas,
y si un poco te descuidas
hasta te patea las nalgas.

 

Moviendo el pesado rulo
va el borrico en la molienda.
Del asno, es simple la agenda:
“Rondo mi muerte, circulo
esta pena por turulo
y una bípeda alimaña.
Conmigo siempre se ensaña
cuando el látigo restalla
y el muy avaro y canalla
no mueve ni una pestaña.”​

 

"No mueve ni una pestaña"
(piensa el asno consternado
girando como un tornado
en un molino de España)
"y encima, va y me regaña.
He tenido mala suerte
porque mira que soy fuerte
y un filósofo de lujo,
pero esta especie de embrujo
me llevará hasta la muerte".


​

 

Nunca acaba este tormento
en este indigno molino;
si hasta Don Quijote vino
a vencerlo en un momento
de insanía y aspaviento.
No por desplegar locura
la valía no perdura:
sepa el hombre de entereza
que ser loco no es bajeza
ni es tan noble la cordura.

 

Ni es tan noble la cordura
cuando se lleva elegante
yendo sin ser vacilante
siempre con gran impostura
tal rigidez es locura
que se encuentra camuflada
muy bien emperifollada
con su gran palabrería
rimbombante escudería
no deja de ser fachada.​

 

Por su falta de firmeza,
¡tan flácido y tan mustio!,
es por eso que me angustio
al ver que no se endereza.
Saco fuerzas de flaqueza;
le prometo la aventura
de una boca en la locura
pero igual no se levanta.
¡Haber hecho, madre santa,
el pastel sin levadura!​

 

El pastel sin levadura
bizcocho genovés
es fácil ya lo ves,
es una preciosura
para el que bien labura.
Muy dulce y esponjoso
para el que es muy goloso
con un licor de pera
en esta primavera
y luego buen reposo.​

 

Y luego de un buen reposo
al octosílabo vuelvo.
Por metido, yo me absuelvo:
conmigo soy bondadoso.
Nada más que por curioso
yo pregunto, ¿la Madera,
con métrica que uno quiera,
es Madera o aserrín?
No lo inquiero con el fin
de alborotar la abejera.​

 

De alborotar la abejera
yo no quiero saber nada,
pues prefiero una patada
a un picor en la mollera.
Dejaremos en salmuera
al aserrín de momento,
no añadamos más tormento
a nuestras pobres neuronas
y escribamos cosas monas,
décimas con fundamento.


​

 

Y al final todo se embrolle
componiendo una espinela,
deduzco: es una quiniela
lograr que se desarrolle.
Que en verso y verso me atolle
es práctica cotidiana,
lo que hoy es bueno, mañana
resulta en el sumidero,
por tal escribir prefiero
como a mí me venga en gana.


​

 

La mejor aeroterapia
es aspirar, se los digo,
el ebrio dulzor de un higo
y el grano fresco de capia.
De la manzana malapia
se embriaga el agua del Duero
olerla y sentirla quiero,
y aunque la sienta lejana
no se sabe si mañana
empapado en ella muero.​

​

 

Empapado en ella muero,
he perdido la razón;
es mi loco corazón
el que rige mi crucero.
El hacerla mía quiero
aunque sé que no está bien,
mas su imagen en mi sien
tiene gusto a dopamina;
si me clavase su espina
de espigas tendría cien.​