¡Más maderaaa!

De espigas tendría cien
fardos, ¡qué digo, quintales!
si en estas tierras australes,
inspiración del Edén
de Misiones a Neuquén,
siembro la noble semilla.
Poco después de la trilla
llegará el pan generoso.
Canta el labriego orgulloso
una alegre tonadilla.​

 

Con su eco acompasado
sigue en mi esa melodía
que escuchara en otro día
siendo por un ser amado.
Todavía no he olvidado
de su aroma la caricia,
esos besos sin malicia
que nos dimos en el parque
me recuerdan el embarque;
despedida de justicia.​

 

Despedida de justicia
malograda fue lo nuestro;
tal vez, viraje siniestro
del horror y su impudicia.
No logré, en mi impericia,
honrarte debidamente.
Lamento incesantemente
no haber podido quererte.
Ayer, la maldita Muerte
te hincó, artera, su diente.​

Puff...otro más que sin un encabalgamiento, re-jodido. Me hizo sudar tinta china ese "despedida de justicia".

 

Te hincó, artera, su diente
la temida enfermedad
que le roba con maldad
las horas al ser viviente.
Quien diga que es bueno miente;
los cigarros queman vida,
matan mucho más que el SIDA
y nos caben en la mano;
si te fumas un habano
deja la brasa extinguida.
​

-Sí, me doy cuenta ahora que no da pie a un inicio sencillo, pero el eslalom realizado es de categoría. Procuro con esta sentenciar un poco menos y que así el enlace de nuestros vagones podamos hacerlo más firme.

 

Deja la brasa extinguida,
si en mi alma apagas tu fuego,
no sea que, tal vez, luego,
se queme por ti mi vida.
Quiéreme en justa medida,
no poco, lo suficiente.
Que si un día, de repente,
te vas, me deje tu ida
tan solo una dulce herida
que me pida un verso urgente.

 

Que me pida un verso urgente
no soporto. La presión
me obnubila la razón,
no puedo escribir. Consciente
de que no sé realmente
lo que quiere que le escriba,
me he quedado pensativa.
¿Qué escribo? ¿Sobre qué tema?
¿Se pensará que soy mema?
Buscaré una alternativa.
​

 

Buscaré una alternativa
si Messi está lesionado;
en París poco ha jugado,
la suerte le ha sido esquiva.
¿Tomarán la iniciativa
Lo Celso, De Paul, Dybala?
El Centenario te empala
si juegas a pecho frío.
Es mejor salir con brío
y no caer en la mala.*​

* Cuando se agota la suerte...eso significa.

Es que juegan Uruguay y Argentina por las Eliminatorias el viernes. Imposible resistirse.

 

Es estudiar, silenciosa,
sin hacer tanto desmadre,
recuerda que fue tu madre
aplicada y estudiosa.
No digo que fue dichosa
(la dicha es otro elemento)
empero evitó el tormento
de vivir en la ignorancia,
por tal reviste importancia
estudiar con fundamento.

​

 

Para gran continuación
tal vez convenga aclarar
que también se ha de enfrentar
a Brasil con afición.
Clásico de la región
a disputarse en San Juan.
Pienso cómo jugarán:
¿Para Tite y para Ney
se terminará el mamey*?
Tal vez clases brindarán.​

* Una frase de la zona del Caribe que significa, "se ha terminado lo bueno".

 

Salvo comer y beber
nada hacen los muy tercos,
tal república de puercos
no hemos de merecer;
si pudiéramos hacer
de la rueda una escalera
le entraría friolera
al señor de la curul;
bajo éste cielo azul
ya nada nos detuviera.​

 

Ya nada nos detendría
con politicos honestos;
¡si al menos en los bisiestos
nos trajeran alegría!
Es una enorme utopía
si se busca honestidad
en la gran mediocridad
del político de raza.
Con sofismas nos disfraza
su más abyecta ruindad.​

Procedo a enderezar el desfasaje ente la prótasis y la apódosis (“si pudiéramos…ya nada nos detuviera.”) que se observa en la décima que precede a esta que aquí dejo. Hay mucho en el mundo virtual acerca de este tema. Un buen punto de entrada puede llegar a ser este enlace: https://www.rae.es/dpd/si

 

"su más abyecta ruindad"
nos respondió Marlo Blando
yo me pregunto: ¿hasta cuando
ocultar tanta verdad?
Culpar a la sociedad
parece una alternativa
puesto que de ella deriva
que muchos queden abajo,
¿Que vamos a hacer ¡carajo!
con los que están cuesta arriba?


​

 

Al que de aliento está falto
le den un inhalador
pues las ciencias del vigor
acaban de dar un salto:
Dan firmezas de basalto
y alivian de todo mal
Viagra por vía nasal,
ostras, fresas y un vinillo.
Si es tinto, pues, tempranillo;
disfrute la bacanal.​

 

Disfrute la bacanal
que se celebra esta noche,
diversión a troche y moche,
como en un gran carnaval.
Yo llevaré delantal,
camisa con muchos brillos,
en las orejas, zarcillos,
estos pantalones flojos
y unos calcetines rojos
con lunares amarillos.

 

Con lunares amarillos
no sé qué se pueda hacer
pero me voy a atrever
a escribir versos sencillos.
Con mis ripios por porrillos
queda el poema zorocho
y me llevan al trasnocho
esos benditos lunares,
por tal les pido, juglares,
¡disculpen!, me han vuelto un ocho.




​

 

Disculpen, me han vuelto un ocho
voy de un lado para el otro
galopando como potro
y masticando bizcocho
ni las migas yo derrocho.
Aunque el tiempo no me alcanza
y se queja la balanza
prometi empezar la dieta
aunque mucho no me inquieta
lucir mi dulcera panza.​

 

¡Ser un magnífico obeso
con porte de zepelín,
como el Hombre Michelín
ser apuesto por lo grueso!
Muchos disienten con eso,
desafortunadamente.
Es fácil, dice la gente,
saltarme mas no esquivarme.
Siempre insisten en faltarme
el respeto diariamente.​

 

El respeto diariamente
obtengo de quien, airado,
pretende hacerme de lado
siendo vulgar y corriente.
Doy por hecho que la gente
que al semejante irrespeta
acaba siendo zurreta
aguada y de mal olor.
Callada se ve mejor
que abriendo toda la jeta.
​

 

Que abriendo toda la jeta,
han de saber compañeros,
se tragan sacos enteros
de moscas, por majareta.
Mas hay una clara treta
si usted se ha desasnado:
el pico, un tanto cerrado,
los oídos sin cerumen;
no lo aconseja mi numen,
es solo ser educado.​

 

Es solo ser educado
el mostrate algún respeto,
a la vez que te prometo
que nunca hubiera esperado
ese gesto que has mostrado;
ha sido artero y falaz,
no te creía capaz
de caer en la ignominia,
lo que le hiciste a Virginia,
fue cruel y poco sagaz.​

 

Tiene su conocimiento
un poquito disminuido,
desde que el pobre ha salido
del hospital va más lento,
aunque se le ve contento.
Pensó que no lo contaba,
que la vida se acababa,
y es que fue muy fuerte el susto:
yo me llevé un gran disgusto,
pero el milagro esperaba.
​

 

Por su habilidad y acierto
aplausos el se merece
y, aunque no lo parece
Fermín es un libro abierto,
lo que se cuenta es muy cierto.
El estaba alli presente
cuando llegó ese torrente
sin dudar de su valía
salvó con gran maestría
hasta al gruñón Don Vicente.​