Abandono

La niebla ha fundido el paisaje. En la calle grita el silencio, en una presencia constante entre las casas. La guardería del paseo, con sus ventanas iluminadas permite ver a los pequeños jugando sentados sobre la alfombra, mientras un par de ellos se alzan sobre las puntas de los pies intentando ver a través del cristal de la puerta. Los árboles dejan resbalar el agua, como lágrimas que llorasen por sus ramas desnudas. Contra el suelo golpean las gotas de lluvia con monótona constancia estallando en pequeños saltos de agua que parecen pretender horadar el paseo. Relucen los bancos con sus maderas lavadas y los charcos reflejan edificios y el cielo.


Y una nostalgia me atenaza el alma, como una canción triste que rememora un abandono…

 

Es todo un arte y un desafío contar una historia, pincelar un momento en menos de 150 palabras que es lo que permite este sector del portal.
Debo decir que lo lograste, amigo, y que este retrato de frío y lluvia tanto climático como del alma, logra conectar con las emociones del lector.
Es tan certera la descripción del paisaje, que es inevitable sentir que uno está ahí, detrás de otra ventana esperando que el cielo se abra y la desolación se atenúe con el regreso del sol.
El sol se va a veces acentuando esa sensación de soledad, pero como todo, pasa y la luz vuelve a manifestarse.
Siempre es una alegría leerte y ojalá la inspiración te siga acompañando.
Otro abrazo con admiración, cariño y mi amistad.

 

Agradezco tus palabras y tu aliento. El tiempo lluvioso y la niebla cuando se oscurece la tarde hace nacer nostalgias y melancolías en el alma. Tal vez eso me inspiró para este relato breve. Mi mundo es así, a veces radiante y luminoso, a veces sombrío y helado.
Es un privilegio contar con tu presencia en mis escritos, que se dan por muy satisfechos si provocan tus comentarios. De modo que muchas gracias por tanto cariño y atención. Un fuerte abrazo.

 

Excelente microprosa nos has compartido Luis. Una descripción exquisita, con todos los detalles fielmente plasmado para cautivar al lector.
Las luces y sombras, el clima todo influye enormemente en el estado anímico de las personas y sobretodo cuando se tiene alguna pena.
Siempre es un gran placer leer tus magnificas obras, es todo un lujo.
Un gran abrazo con miles de sonrisas.

 

Gracias por llegarte hasta estas cortas líneas. Lo cierto es que nunca me había planteado una microprosa y me ha sorprendido poder esbozar yn relato de modo tan breve. Me alegra saber que te ha gustado, pues la opinión de quienes se llegan hasta nuestros escritos, siempre es valiosa. Te envío un sincero abrazo y mi agradecimiento.

 

Muy agradecido a este comentario tan amable. Cuando publicamos cualquier escrito pretendemos que agrade a quienes se acerquen a leerlo. Es importante para mí que te hayas tomado tiempo para leerlo y para dejarme palabras tan estimulantes. Un abrazo fraterno poeta.

 

Ay Luís, la lluvia, al igual que se desliza suavemente en los cristales también se adentra en el alma dejando en ella su huella de melancolía y desesperanza, los niños jugando en esa pequeña estancia de la guardería atentos a su juegos y tal vez a salir a la calle y saltar sobre esos charcos de agua clara que les trae un beso del cielo ...ayyy cómo captan tus letras esos momentos de niebla, de lluvia, de naturaleza al descubierto que impregnan al alma de sentimiento.
Muchos besos para ti, entrañable Luís, rebosando admiración y cariño genuinos....muááááááaacksssss

 

Isabel, siempre es estupendo encontrarte en mis letras y más con un comentario tan cariñoso. Las tardes de lluvia y niebla, suelen ser frecuentes en noviembre por estas tierras y me gusta retratar las con lo que suponen para mí. Es un honor tu cercanía, poetisa grande.
Un fuerte abrazo y muchos besos.

 

Grande la mirada de tu bondadoso corazón querido amigo....muááácksss

 

Muchas gracias, Isabel. Un beso enorme.

 

Muchas gracias, Ligia, por acercarte a estas líneas de niebla y melancolía. La lluvia y la infancia despiertan nostalgias de tiempos que se han ido, aunque, tal vez para otros estén por llegar. Agradezco mucho tus palabras y me ilusiona tu visita. Un abrazo, con cariño.

 

Te felicito por este relato breve e intenso que te lleva de la mano a un día típico de otoño-invierno en tierras de Castilla. A mi me encantan esos días y tu defines el por qué en el magnífico cierre....

Y una nostalgia me atenaza el alma, como una canción triste que rememora un abandono…

.....pues creo que la vida, entre otras cosas, es un incontable goteo de pequeños o grandes abandonos.

Como siempre, ha sido un auténtico placer leerte, Luis, recibe un abrazo.
Javier

 

A veces la nostalgia empapa la tinta de mis escritos. Esta es una de esas ocasiones. Tiempo de nieblas y aguas, silencio de las calles, esas sensaciones que se agarran al alma y tenemos que darles salida de alguna forma.
Gracias por tan amable visita. Un cordial saludo.