Senderista rezagada

No quiero recorrer este sendero

sin escuchar las aves con su trino,

mirando del reloj el segundero,

mientras pierdo la magia del camino.


¿Acaso es senderista quien recorre,

los caminos con ansias de llegar,

si las prisas harán que se le borre

el fruto que da el lento caminar?


Nada como apartarse de los otros

y disfrutar a solas del paisaje.

Nadie podrá apreciar como nosotros

que los árboles tienen su lenguaje.


Yo soy la senderista rezagada

que vive del paisaje enamorada





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Va a ser una csminata con muchas pausas pues hay mucho que ver.
Un beso, Isabel.

 

Si, y siempre nos dejaremos algo atrás, Sergio. Esto de ser senderista es una experiencia extraordinaria, pero nunca entendí esas prisas, recuerdo que una vez me echaron la bronca por apartarme... Mientas los demás comían, yo tenía ese deseo de descubrir rincones que se apartaban del camino, de alejarme buscando el silencio, y¿ por qué no?, algún duende del bosque. Comprendo que temían que pudieran dejarme atrás y me perdiera, pero nunca entendí esas prisas.
Gracias por tu huella.
Un abrazo Sergio.
Isabel

 

Gracias Luciana, el placer es tu presencia y tu huella en este rinconcito.
Un fraterno abrazo.
Isabel

 

Mi querida Lourdes, tú si que eres especialmente grande por muchas razones.
Saludos y bendiciones.
Isabel

 

Gracias Kin, por dejar tu amable y generosa huella aquí.
A mi también me gusta como escribes .
Un abrazo.
Isabel

 

Pues si, es verdad, Paco, a veces hay que ir despacio, hacer un alto en el camino, apartarse del sendero que todos siguen y tener la suerte de ver lo que otros se pierden tras ese afán loco de llegar, ¿a dónde? tanto afán para llegar ¿a dónde? ni ellos mismos saben, yo tampoco, lo confieso. Pero la mayoría de mis verdades las encontré así.
Un abrazo, gracias por tu tiempo Paco.
Isabel

 

Amadeo, la suerte es tenerte al otro lado, tú vez la belleza, es tu mirada de lector y de amigo, la que ve esa belleza, y eso, es muy de agradecer, porque alienta.
Un abrazo
Isabel

 

Gracias Miguel, gran poema el de Konstantino Kavafis, Itaca es el camino de la vida, donde lo más importante no es llegar, es es cúmulo de experiencia del viaje emocional, y el encuentro con nosotros mismos, con nuestras luces y sombras.
Mi poema, es solo un humilde soneto, Miguel, que habla de que cada vez disfruto más de las pequeñas cosas que me ofrece un paisaje, quizás fue a raíz de la pandemia que empecé enamorarme la vida, de lo que siempre estuvo ahí, pero había dejado de verlo. Ahora observo que una rosa es un prodigio y me pregunto: ¿Cuándo fue que dejé de mirarla? Me complace detenerme a mirar con mi cámara, y cada día es distinto al otro.
Un abrazo
Isabel

 

Las prisas nunca son buenas para ver lo que nos perdimos, a veces ni reconocemos en el mismo sendero, aquello que alguna vez dejamos atrás; así que toda atención es poca para maravillarse.
Gracias por acercarte a leer, Tommy, por tu tiempo y por tu huella.
Abrazo

 

Qué hermosa foto, Laly, con esos contrastes de colores, casi parece una pintura. Yo también tengo una enorme pasión por los árboles, y las formas que adoptan sus troncos y sus raíces, en realidad me resultan casi mágicos.
Gracia por tu visita y por dejar aquí tu huella, pero sobre todo, gracias por tu regalo.
Un fuerte abrazo
Isabel

 

Pues si, querido Javier, eso que me has contado alguna vez, de tus paseos por la playa, la contemplación de las aves, todo eso que cuentas, solo podemos hacer solos, o acompañados de alguien que comparta ese gusto con nosotros y comparta también el silencio. Por desgracia, no siempre se comparte con el otro esa magia.
Lo de los senderista es como una carrera contra reloj, claro que tiene una razón, el miedo que se les haga la noche en el camino. Qué simbólico ¿verdad?.
Gracias Javier.
Un fuerte abrazo.
Isabel

 

Más que senderista eres paseante que admira lo bucólico del paisaje y de la naturaleza, excelente soneto shakesperiano enmarca tu delicioso poema.

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Hola Jorge, si, es verdad, no me fui por esos terrenos, quizás porque en mi tierra no tenemos víboras, por suerte, aunque tampoco tenemos colibrís, ni luciérnagas ni esa variedad de flora y fauna que te rodea etc...Cierto que tenemos esos políticos de los que hablas, ningún pueblo se libra de ellos, y padecemos ...
Ese miedo que tiene algo de ancestral que es aprovechado por los políticos, que fomentan las actitudes de manada para dar eficiencia a su propaganda
Pero no todos somos manada, Jorge, o al menos eso me gustaría creer, siempre habrá quien se separe y tenga su propia visión.
Interesante aportación me haces.
Gracias.
Un abrazo

 

Estimado Marcos, el gusto es mío por tu presencia siempre amable y generosa.
Isabel