Fue mi hogar

Recorrí los pasillos de la casa
y descubrí un laberinto.

Los espejos se superponen,
vuelvo a ser niño.

La luz es la misma, quizá, no.

Si me siento en el sofá,
me siento sobre la huella de mi huella.

Se oyen los ecos de una voz
que me aseguran es la mía,
tal vez nunca me haya ido.

Quien regresa y se cree otro
desconoce el secreto de no conocerse.

 

Hay muchas referencias a la casa como lugar habitado en la infancia y como parte de uno mismo, o quizás, como el interior de uno mismo. Me gusta imaginar esa opción. Tu poema me ha conducido por esos pasillos laberínticos de la mente.

Un placer la lectura.

Palmira

 

Qué acierto esa última estrofa, y el resto del poema. Una vieja casa y una regreso a sí mismos.
Me pareció estupendo, compañero.
Un abrazo.

 

Gracias por tu comentario que me ha gustado. Un abrazo, Palmira.