Quisiera ser un ave

Alzan el vuelo y se van...
A veces quedan como flotando,
y por el viento se dejan llevar.
Suben y bajan.
y yo tras ellas levanto el vuelo,
y mi mente se pierde,
y cuando despierto, no están.

Que pequeños somos...
Viajamos en sofisticados aviones,
y a la luna pudiéramos llegar;
o registrar los espacios infinitos
con un telescopio espectacular.
Pero eso es solo un espejismo;
un autoengaño;
una mentira piadosa,
que nos permite soñar.

Al final,
la paloma levanta el vuelo,
y tal parece que hace un triple mortal,
y yo la miro impresionado,
y siento un poco de tristeza,
humana tristeza,
porque no todos somos pilotos,
ni extraños cosmonuatas:
somos simples viajeros,
de una línea comercial.
Pero no soy siquiera un pequeño gorrión,
y no puedo volar...

Frank Calle (25/ junio/ 2022)

 

Gracias amigo, debes tener mucha razón, pero es inevitable padecer de lo que no se posee. Aquí pienso cómo debe sentirse el ciego (de eso también he escrito algo) que no le bastará jamás tocar la belleza con sus manos, y respirar su fragancia. Por eso más ciegos son seguramente, los que viendo, son incapaces de apreciar lo que puede significar encontrar una flor, incluso, en la cima del Teide, narrado por Dulce Mª Loynaz en so obra sobre Tenerife.

Un abrazo,

Frank
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Yo también quisiera ser otra, pero bueno en otra vida quizá...por lo pronto podemos volar con la imaginación y eso también tiene su magia. Un poema muy bello gracias por compartirlo, saludos!!

 

Volar... lo intento en cada poema, y aunque los temas sean diversos, siempre estaré volando, y en alguna medida cada metáfora es un intento de metamorfosis. Quién sabe si nuestros más antiguos antepasados, más allá de los dinosaurios (que si lograron volar) existieron humanoides con alas. Quién sabe si en nuestros genes algo queda de aquello, y en un futuro cercano volvemos a mutar.

Gracias por escribir, me obliga a retomar el poema.

Un abrazo,

Frank
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