La Luna, el gran "bluf" del Siglo XX.

¡Extra!, ¡Extra! ¡Se desmiente la llegada del hombre a la Luna! ¡Otro montaje de los “americanos”!

Estos eran los titulares de los periódicos en el kiosco de la avenida. Corrían los años de dentro de siete u ocho años en el futuro, cuando se descubrió el mayor bluf de la Historia: la llegada de los “americanos” a la Luna.

Pero estamos en los tiempos del “ahora”, en los rabiosos tiempos del “ahora” donde a la gente parece darle todo igual y no le interesa otra cosa más que sus asuntos.

Bueno, empecemos desde el principio. ¿En qué clase de suceso o idea histórica se podrían enmarcar esos viajes a la Luna? Habría que hacerlo, pues, dentro de la estela de los viajes de exploración y descubrimiento. Esta clase de hechos históricos son muy famosos desde la antigüedad y cada una de ellos habría sido minuciosamente preparado con vistas a su éxito y a los beneficios de poder y prestigio, económicos, geográficos, sociales y políticos, que ese viaje o ese descubrimiento habría que traer consigo..

Desde los tiempos de la Antigüedad, los viajes de exploración y descubrimiento llenaron las páginas de la Historia y algunos de esos viajes se pierden en los vagarosos parajes de los Dioses. El gran Dionisos fue el primero que con un increíble séquito de dioses amigos, criados y bacantes cruzó el espacio del mediodía en Asia Menor y se llegó a la India para saber lo que allí había. Hay otros viajes de ese tipo que se pierden entre los reinos de la fantasía y las creencias populares como la expedición de los Argonautas en busca del Vellocino de Oro o el increíble viaje a través de los mares de Eneas fundador de Roma.

Abandonando la región de la leyenda y en el plano de lo real se datan los viajes de descubrimiento de los Fenicios cuyas naves, una vez cruzado el Mediterráneo, rodeaban las costas de África occidental, navegaban hasta las regiones del Ecuador y regresaban por tierra en alucinantes caravanas que, a través del continente, llegaban a Etiopía y Egipto hasta alcanzar de nuevo su casa. Sólo porque esa era su idea.

En 1.271, Marco Polo, un mercader y armador de Venecia, acompañado de su padre y su tío, emprenden el viaje hacia el Oriente más extremo con la misión de visitar la corte del emperador mongol en Pekín y establecer contactos comerciales y nuevas rutas entre oriente y occidente. Marco Polo, dictó sus viajes a un compañero escritor que tituló: El descubrimiento del Mundo, o El Millón, Libro de las Maravillas del Mundo.

Entre los años 1.325 y 1.355, un marinero y descubridor de Tánger, en la costa del norte africano, de nombre Ibn Battuta viajó durante treinta años por Oriente Medio, África, Asia Central, India y China.

En tiempos modernos hay que citar los viajes de exploración de los marinos portugueses hacia el sur para conquistar las costas de todo el continente africano y su posterior proyección hacia los mares y tierras del sur de Asia y Oriente.

Por esa misma época los increíbles viajes de Cristóbal Colón en busca del Continente Perdido, la Atlántida, América, como la llamaron después. También mentar aquí el Primer Viaje de Circunvalación del Planeta iniciado por Fernando de Magallanes y terminado por Juan Sebastián Elcano, todo ello promocionado por el bolsillo del emperador Carlos V y que sucediera entre los años 1.519 y 1.521.

Bien, ahora, ya se podría asegurar que la Tierra era redonda.

Después de los fantásticos descubrimientos de los principios de la era moderna, la mayor parte del mundo habría quedado a la vista de los exploradores y reflejada en los mapas y las rutas de navegación. De manera curiosa las dos regiones que faltaban por descubrir serían, pues, los dos Polos del planeta, El polo Norte y el Polo Sur. A partir de 1.818, diversos buques y expedicionarios ingleses, americanos, noruegos y alemanes, intentaron por medio de buques y expediciones con trineo alcanzar la codiciada meta del Polo Norte.

Ya en el siglo pasado, el XX, hay que citar las expediciones para la conquista del Polo Sur, sobre todo las realizadas por Roald Amundsen en descubrimiento de la Antártida.

En todas esas ocasiones los hombres encuentran su recompensa, las nuevas tierras, los nuevos mapas, las nuevas rutas por descubrir y recorrer. Ese era el riesgo, esa era la recompensa de honor histórico y gloria para sus naciones.

Un vez descubiertos y conquistados todos y cada uno de los lugares planetarios ¿por dónde continuaría la aventura del descubrimiento? Pues sin duda alguna por el espacio que rodea el planeta, por el lugar más allá de la atmósfera de la Tierra y los satélites y planetas más cercanos del Sistema Solar.

Veamos pues lo que sucede en el concreto caso de la Carrera Espacial, los supuestos viajes del hombre a la superficie de la Luna, el satélite de la Tierra.

Para ello analizaremos por separado los dos proyectos más importantes de conquista y colonización del espacio y del satélite: de aquel que son dueños los rusos y de aquel que son dueños los americanos. Procederemos a analizarlos por separado, ya que en las múltiples ocasiones en las que dicho proyecto aparece con fechas y hechos mezclados, esa Carrera Espacial se enmaraña y emborrona y no permite enjuiciarlo de forma correcta.

En realidad la Carrera Espacial es casi contemporánea del desarrollo de la industria aeronáutica, nació casi al mismo tiempo, un poco después que los trastos que surcan los aires, los aviones.

El 18 de agosto de 1933 la Unión Soviética lanza el primer cohete hacia el espacio de nombre Gird. Ese tipo de prácticas continúan en el país del norte hasta que el 4 de octubre de 1957 consiguen poner un satélite, el Sputnik 1, en órbita alrededor de la Tierra. ¡Esa es la maravilla! Con cohetes de propulsión de hidrógeno consiguen mandar una máquina más allá del límite de atracción de la atmósfera y se queda allí orbitando para su diferentes usos, meteorológicos, de comunicación, etc. En el año 1959 los mismos soviéticos ponen en marcha el programa Luna, de los cuales el Luna 1 orbita alrededor de la Tierra, se acerca a la Luna y órbita después alrededor del Sol; el Luna 2 impacta en el satélite y el Luna 3 consigue las primeras imágenes del lado oscuro del satélite. Mandan después algunas sondas hacia Venus y Marte y en 1961 comienza la serie Vostok, en cuyo primer satélite viaja el primer hombre en orbitar el planeta, Yuri Gagarin. En 1964 el Vosjod 1 realiza el primer vuelo multitripulado; en 1966, el Luna 9, es la primera sonda que desciende a la Luna y transmite datos e imágenes desde allí; en 1969, la Soyuz 4 y 5, hacen maniobras de módulos en el espacio e intercambios de tripulación en órbita. En 1970, el Luna 16, trae a la Tierra las primeras muestras de polvo y rocas de la superficie lunar; en 1971 los mismos soviéticos mandan al espacio la primera estación espacial, la Salyut 1; en 1986 ponen en órbita la primera estación permanente, la Mir, que queda en el espacio hasta el 2001 y en el año 1987 consiguen la primera tripulación en vivir un año entero en órbita.
Esto es una exposición particularmente abreviada, de toda la historia de proyectos puestos en marcha por la URSS en conquista del espacio y de la Luna el satélite de la Tierra.

Señalemos ahora el programa espacial de los EE.UU.

En el año 1958 ponen en marcha el proyecto Mercury. En 1961, en el módulo Freedom 7, A. Shephard hace un vuelo suborbital de 15 minutos; en 1962 en la Friendship los astronautas orbitan la Tierra; en 1965, en la Gemini 4, realizan la primera caminata espacial americana. Hasta marzo de 1966 todo va bien, es en esas fechas cuando D. Scott y Neil Armstrong hacen maniobras de módulos en el espacio.

Es a partir de esos años cuando se pone en marcha el programa Apolo, que analizaremos a parte por sus especiales características.

La historia empezó el 25 de Mayo de 1961 cuando el señor Kennedy anuncia a la nación que se compromete a “aterrizar a un hombre en la Luna y devolverle sano y salvo a la Tierra antes del fin de la década”.

Los Apolos 7, 8, 9 y 10 son misiones tripuladas que realizan maniobras en la órbita terrestre y es de estas misiones de donde proceden los primeros “films” del espacio. Llegan a decir que la cápsula Apolo 10, tripulada con tres astronautas, se acerca hasta 15 kilómetros de la superficie lunar. Aquí está el nudo de la cuestión, después de las palabras de Kennedy es la segunda cosa que se va de órbita. ¿Cómo hicieron ese acercamiento, con qué medios técnicos, cómo pasaron con un módulo de ese tamaño y tripulado, los 400.000 kilómetros que median entre la Tierra y su satélite?

El 20 de julio de 1969 el Apolo 11 realiza el famoso alunizaje en el Mar de la Tranquilidad. Los “americanos” aseguran que han conseguido lo que andaban buscando: poner a un hombre, Neil Armstrong, en la superficie de la Luna.

En los años siguientes desde 1969 a 1972 las misiones Apolo 12, 14, 15, 16 y 17 con diversas clases de astronautas realizan misiones en la superficie del satélite, y la secuencia termina el 17 de diciembre de 1972 cuando se bate el record de permanencia en la Luna.

Después las misiones Apolo se desvían hacia las estaciones espaciales como la Skylab y la Soyuz soviética.

Tenemos entonces que si exceptuamos las misiones Apolo hacia la Luna, las enjuiciamos como falsas, han sido los rusos quienes han fabricado en su mayor parte la Carrera Espacial en sus principios.

De cualquier forma es de asegurar el interés y la magnífica carrera espacial emprendida en la actualidad por aquel país Norteamérica en conquista del espacio y los planetas, muestra de ello, la Estación Espacial Internacional y los diferentes envíos de trastos al planeta Marte.

Ahí están, pues, las dos formas de ver el asunto, las dos perspectivas: ¿el hombre ha llegado a la Luna, o sólo ha conseguido los límites del espacio, manipular estaciones espaciales y orbitar, sin más, alrededor de la Tierra?

De cualquier forma, la pregunta más crucial que se planteó la gente por esos años 70, la gente del Gran Mundo Público que ya empezaba a manifestarse, siempre fue: ¿por qué no siguen esos viajes, por qué no continúa la colonización del satélite, por qué no existe una sola noticia que avise a las otras naciones sobre ello, sobre los territorios en el Mar de la Tranquilidad?

Pues porque esos viajes no existen y en lugar de a la Luna donde fueron fue a “otro sitio”, que vaya usted a saber cuál de las dos cosas consigue antes el “fuera de lugar” en la estética y la educación.

El error es algo a lo que se da mucha importancia al principio, pero cuando ese mismo error se repite y aparece ante los ojos de la gente como algo normal, puede volver sin más una y otra vez. Por eso los viajes no fueron uno o dos, sino cinco o seis. Y todos ellos hasta la Luna.

¿Quién se acuerda en aquellos días del año 69, por la mañana después del desayuno, las voces del profesor W. Von Braum que decía y aseguraba que ese día construirían el más grande cohete de todos los tiempos para ir a la Luna? Y, al día siguiente igual, las mismas voces. Menos mal que llegaban a Europa seis horas después… ¡Hace falta combustible, mucho combustible, Hidrógeno, hacen falta tres, cuatro o diez pisos de combustible para ir a la Luna. ¡Cincuenta, cien pisos para ir a la Luna!

Y así gritaba y aseguraba el profesor para darse ánimos, para hacer posible el mito, para hacérselo creer a la gente. Cuando ese inmenso cigarrillo de carburante de los cohetes se quema tan sólo para cruzar la atmósfera. ¡Cómo para tirar 400.000 kilómetros! Que al final no se sabe si trataba con gigantes o con molinos. Hace ya 55 años de aquella barbaridad.

Y es que claro, en el territorio de las órbitas sólo se puede jugar con pequeños aparatos parecidos a triciclos, no más grandes porque se escapan, -parece que está comprobado-, como para conducir una banasta con tres hombres dentro.

Pero Von Braum creía en ello y otra mucha gente, incluido el presidente Nixon, también.

Allí se quedaron, pues, las misiones Apolo como enormes fantasmas espaciales que viajaran hacia ningún sitio, como fantásticas naves aparcadas en los inverosímiles territorios de la imaginería popular y la ciencia-ficción.

De cualquier forma la gente del mundo está muy avisada de todas esas cosas y optan por una serie de actitudes que van desde el más frío desinterés, hasta la evasión o el pasotismo, pasando por la ausencia más total de crítica como en otros muchos problemas que se le plantean al ciudadano de a pie hoy en día.

Es que además el asunto, el problema en sí, no es de la gente ni de la humanidad, y el hombre, acaso no quiera ir a ningún sitio, acaso quiera quedarse en la Tierra y que le dejen en paz, sino que es un negocio de los EE.UU sean o no verdad esos viajes, hayan llegado o no, a la Luna, los astronautas.

La impresión que existe en la actualidad del asunto, en el año 2024 es que la cosa está pasando de castaño oscuro y no tiene vías de solución. En efecto los planes de presupuesto para la Nasa del señor Bush en el año 2.004 en los que se incluía la continuación de las misiones tripuladas a la Luna no fueron contestadas de forma correcta por los empleados del organismo espacial y más que poner los medios para otra expedición, lo que dijeron fue: ¿qué Luna señor presidente?, ¡aquí no hay ninguna Luna!

Son los viajes Apolo otra cosa que habría que catalogar entre las insignes obras de los genios, algo insuperable, lo nunca visto, ningún número de circo llegó tan alto, ninguna superproducción cinematográfica consiguió tales efectos. Algo perfecto y escalofriante.

Pero también puede ser que esas expediciones espaciales sean verdad y estemos haciendo un mal juicio sobre el asunto. De cualquier forma si esos viajes existen habrá que esperar la posible exploración hacia el planeta Marte.

Total, sólo estamos hablando de los gemelos de la camisa.



Lunisferio propuesto por ingenieros chinos.

 

Interesante, muy interesante!
faltó la Estación Espacial Internacional

 

.....encantado por vuestra visita...... un saludo.

 

Me ha gustado!!!

Saludos

 

...encantado por vuestra visita y que os haya gustado. Saludos.

 

La impresión que existe del presente es borrosa.

Saludos

 

es que a esos chicos se les veía venir, vamos, desde muy "pequeños" ya se habían apropiado del nombre del continente... El prestigio llamado Imperio, jaja. De lejos muy de lejos...
Entretenida, amena lectura. Un gusto, Eloy Ayer. Saludos.

 

Uno siempre se pregunta por qué han de suceder esas cosas. En vez de descubrir el mundo con la comunicación global, aterrizamos en la Luna. Encantado con vuestra visita.

 

Pues así mismo encantado de vuestra visita. ¡ah! y faltan los cómplices lejanos!

 

Faltaron de mencionar las misiones lunokhod.

 

En la "complicidad" que es ficción lo somos todos. Dentro de la rivalidad y competitividad del mundo, desde la dimensión de los gobernantes o naciones, hasta la de la gente de a pie "gana" el que se lleva el gato al agua. Porque una imagen no vale más que mil palabras, sino una imagen tras otra, y otra, y otra... y ya sabemos lo que hace el tiempo

 

Es asombroso el interés inmenso que mostró aquel país la URSS en la exploración del espacio, algo como si lo llevaran en la sangre, ¡vaya! y ¿se han parado ustedes en advertir el más absoluto desinterés que muestran en lo mismo en las últimas décadas? Pues es que acaso la más crasa inutilidad debe ser algo que acompaña todos esos proyectos y exploraciones y, por supuesto el máximo gasto de dinero. Una cosa pues no debía cuadrar con la otra.
Un saludo.

 

Los eventos pueden tener distintas lecturas desde afuera. Pero una guía es la declaración de intenciones de los proyectos.

Durante la "carrera espacial" entre cosmonautas y astronautas, la declaración de cada agencia espacial era similar: un descenso humano en la luna.
Una vez logrado el objetivo principal, pues el interés general se redujo.

Los objetivos poco conocidos de la carrera espacial eran científicos y tecnológicos. Estos eran poco y nada conocidos y peor entendidos en ese tiempo.

Muchos de los aparatos de un hogar, empresa o ciudad actual son desarrollos derivados de los avances logrados en la carrera espacial.
Telas, ropa, combustibles, motores, protecciones, circuitos, computadores, programación, administración de proyectos.

Sembrar hoy semillas en el desierto puede ser un reto enorme. Pero una vez se consigue la cosecha, poco a poco se deja a un lado el reto inicial, pues ya ha sido cumplido. Con el tiempo será tan común comer una naranja o una manzana, que proviene de un terreno que muchos años atrás era un desierto... que pocos valorarán tal lucha inicial.

Ya no hay interés en la lucha inicial... ya se logró. Lo importante ahora es aumentar el rendimiento de manzanas y naranjas.

Así es la vida.

 

De cierto es de esto desde donde se pueden extraer la mayor parte de las conclusiones. Existen por ahí una serie de cuestiones, de gravísimas cuestiones, que circulan y siguen circulando subrepticiamente entre la gente del gran mundo público culturalizado de nuestros días. Es inútil ahí buscar culpables y cómplices, puesto que la cuestión acaso deba ser tratada de cualquier otra manera. En este caso me refería al dato singular de otras compañía de exploración del espacio y de los especialistas ingenieros. Es decir tiene que haber algún lugar en el mundo, el papeles escritos, en cálculos matemáticos y físicos, donde ponga y aparezca el "porqué" esos viajes no son posibles. Me refiero a los viajes tripulados, no a lo convencional de mandar aparatitos en base a ondas y órbitas y energía solar. Escuetamente la cosa podría quedar definida en una sola pregunta: ¿Por qué los ingenieros rusos no saben que esos viajes son imposibles? ¿Por qué no lo saben los chinos o los de la ESA? ¿O sí que saben? Curioso.
Y es que además es aquí, en medio de todo el mundo, en esta plaza redonda en donde todos estamos, donde hoy, mañana y pasado seguirán celebrando la llegada del hombre a la Luna ¡Y de qué manera!
Un saludo y encantado de vuestra visita.

 

De acuerdo, porque no sé lo que circula por ahí sobre el tema. Decía de la "Gran Seducción Mundial". Principio y fin de la carrera espacial lunar. Solo fue el pulso entre dos naciones. Y ahora la candidata actual al trono, china.
Por qué tiene que haber un lugar en el mundo, papeles escritos,... El hombre más que crear, inventa a través de las distintas materias primas (ahora hasta hermanadas, jaja (broma)). Claro que "nuestra creación", que la hay, es el habla, pero ésta pertenece a las sociedades (no tiene dueño), y se materializó mucho siglos después mediante la escritura. Cómo no va aguantar el papel todo lo que le pongan, al igual que el fotográfico, por supuesto.
Uy, especialista ingenieros, científicos,... aún no conozco a nadie que no tenga que justificar un sueldo, vamos, ya no digamos soltar un sillón o un simple taburete.
Quizá yo tengo un pequeño problema, que creo poco por no decir nada. Y como no tengo espiritualidad alguna, me entretengo en ver el espacio desde el presente que me ha tocado vivir. No tengo porque creer lo que dicen los escritos pasados o presentes, y contradecir a mis ojos; veo, contemplo o miro el espacio que me rodea dentro de mamá tierra que me dio la vida.
Va...
Sí, dentro de esta "plaza redonda" como dice usted... ¿Qué la hace redonda? Porque a pie de tierra tenemos montañas, cordilleras, enormes picos sembrados entre los distintos países... ¿qué le provoca la redondez al planeta? Los océanos, los mares, en fin, el agua. ¿No fueron los barcos las primeras naves de comunicación entre las distintas tierras? Ahora, ¿puede usted imaginar el planeta, a mamá tierra ausente de agua? Seca. ¿En qué quedaría su redondez? Porque de profundidades mejor no hablar, de hecho el hombre aún no ha logrado llegar a ellas, a las profundidades marinas.
Pues bien, sin agua, la atmósfera no tendría lugar, digo espacio (no existiría) y por ende la Luna (el nexo). De ahí y varias cosillas más me permito decir que el hombre no ha pisado la Luna, ni la pisará.
Porque al igual que una mujer o cualquier mamífero, a partir de la "semilla" en su vientre (como le pudo haber pasado a la Tierra, y aún en curso, porque no hay ente que no esté vivo y en movimiento ahí afuera), el desarrollo de la criatura es equilibrado y completo en su fin.
Que no me digan que primero fue el agua (como planeta) y después la vida. No.
Lo cual me lleva a ver e imaginar el ciclo de la vida desde lo más profundo (no hablo de la mental, de la cual carezco) del planeta. Fluyendo a la par que el resto de los componentes. Vamos, que mediante los elementos de la gramática española se puede poner como ejemplo el cosmos, jaja

Ya ve, aquí la encantada es una, (se puede reír, jaja). Disculpe la suelta. Gracias.

 

Parece que entendí todas y cada una de las acepciones de todas y cada una de las ideas expuestas en esta respuesta. Vayamos por partes.

Declaración de intenciones de cada proyecto debe referirse a cada caso particular, es decir el caso particular es lo que origina la intención. Pero de resultas es necesario que cada caso particular exista, es decir se base en una realidad, sea de robo o asesinato. No se sabe por otra parte si un caso que no exista debe ser declarativo de las intenciones de un ladrón o podría serlo también de las intenciones de un asesino. El tipismo en el caso corresponde sin más a las primeras.

El desconocimiento de la ley puede que no exima del cumplimiento de la misma, pero puede ser que sí, si de lo que se habla se hace en el gobierno del banco del parque o en la tertulia. El objetivo de la carrera espacial sería lo que sería, pero sigue siendo lo mismo que ahora vemos. Es precisamente esto lo que a me preocupa.

Pero es que Abraham es quien sembraba dos semillas en el desierto. En el desierto solo se puede sembrar una sola semilla: la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. A mi me parece que lo que se ve en el desarrollo tecnológico de la actualidad tiene un poco o nada que ver con esa monstruosidad de los cohetes espaciales. Algunas cosas quizás.

Un saludo.

 

No sé si no me he explicado muy bien. Lo siento. Mi pretensión es la siguiente: si los viajes tripulados a la Luna son mentira, debe ser algo imposible de llevarse a cabo, es decir de hacer unos planes de ingeniería espacial que nos procuren esos viajes. Si esos viajes son imposibles, debe de haber alguien que sepa, por su formación tecnológica y científica, el "porqué".

Estoy de acuerdo contigo en eso de justificar el sueldo y ocupar o abandonar sillones, pero es que todo eso, en una mayoría de casos, exige una responsabilidad, y esa responsabilidad guarda directa relación con aquellos que con sus impuestos acumulados originan esos sueldos y sillones. Y que la responsabilidad pertinente debe guardar relación con la información precisa que se posee y están obligados a poseer esos señores que justifican sueldos y ocupan sillones.

Sobre de que el hombre no ha pisado la Luna estoy de acuerdo, pero que no la pisará no lo estoy tanto. Quizás a la vuelta de 250 o 300 años. Y cuando se sepan utilizar los recursos energéticos. Quizás, por ejemplo, la energía atómica no deba ser desarrollada hacia lo grandioso, sino hacia lo ínfimo. Cuando se use, sin peligro, para encender un mechero, quizás estaremos en el buen camino de esa clase de energía.

Por supuesto que puedes explayarte lo que te venga en gana. No me gusta ser tratado de usted, me hace viejo, y mi espíritu y pensamiento son inferiores al tuyo. Son ideas bellas esas que dices. Es tu palabra.

Un saludo.

 

Sobre lo ideal.
Lo más bello del ideal... se pierde al volverse real.

Sobre lo imposible.
Todo era imposible, hasta que alguien lo hizo. (Nelson Mandela).

Sobre el hombre en la luna.
Los operadores del lunokhod soviético captaron imágenes que comprobaban la presencia de los astronautas americanos. Novedad que pasó desapercibida (y luego ocultada) por los mandos soviéticos.
En los lunokhod se integraron espejos especiales, similares a los depositados manualmente por los astronautas americanos.
Hoy en día se siguen usando estos espejos para medir la distancia entre la tierra y la luna mediante emisiones y captadores de lásers de fotones.
Viacheslav Dovgán fue uno de los operadores del lunokhod y testigo de las huellas de presencia humana en la luna.

 

¿? Entonces los viajes a la luna, de uno u otro lado, fueron a ojos vendados? ¿Las naves espaciales iban exentas de contadores kilométricos?

Lagarto lagarto

―¿En qué fase de luz solar pisó el hombre (dios) la luna? ―Era de noche.


Chiste:
―Paaa, ¿qué está más lejos, Cádiz o la Luna?

―Quillo, ¿tú ves Cádiz?

Por reir, dragon_ecu. Gracias.
Saludos

 

Te has explicado perfectamente, Eloy Ayer. Pero mi ignorancia me puede. Y sigo pensando que no hay más que asomarse al mundo y su situación para darnos la respuesta. Vamos, la frase: El hombre es un lobo para hombre, no es más que para la masa.
La humanidad, o sea, yo, podría preguntar algo parecido, por qué ninguna de las tres grandes religiones mundiales, así como, por su formación los teólogos (o lo que sean), no hay uno que diga que todo es mentira... y sigue su curso...
"Debe de haber alguien que sepa"; dices bien.

Hombre, sí. Pero según que carreras, en sus ramas y especialidades... Aquí hablamos del Poder. Pues no existe nada en el mundo que no se sirva de intereses económicos (hablando por lo bajo). A fin de cuentas: el silencio. Comer hay que comer.

Me temo que no tengo palabra. Es decir, como persona no creyente carezco de verdad. Lo que digo y escribo es ficción, simple y llanamente, aunque en mí, a lo largo del tiempo se haya formado, ¿cómo una realidad? Seguramente. En fin.
Un gusto, Eloy Ayer. Gracias.
Saludos.

 

Sobre lo ideal y sobre lo imposible: es extraordinario que puedan existir personas en este día a las que lo trascendental pueda sugerirles algo.

Sobre la llegada o no de los hombres a la Luna: no tenía el gusto de conocer ese dato del Lunokhod y muchas gracias por lo mismo. Pero ello debió ser victima de una reconsideración, puesto que los rusos no volvieron a hablar de ello. En cuanto a la observación del lugar preciso del aterrizaje hay una foto del entonces papa Pablo VI que se le ve observando por un telescopio junto a otro importante personaje italiano. Yo de aquella foto me acuerdo. Pero con toda seguridad ese lugar debió ser algo muy observado y atento por la mayoría de los grandes observatorios planetarios y nadie dijo nada, es decir que no vieron nada.

Hay otros datos y estos de la parte correspondiente. En el año 2.019 se publicó una especie de enciclopedia con motivo de la celebración y fasto del 40 aniversario de la llegada a la Luna, el texto de un autor llamado Scott L. Montgomery, un divulgador científico. Lo que más me interesó a mi sería el cómo se realizó la travesía del módulo entre la Tierra y la Luna, esos 400.000 famosos kilómetros. Lo que pone la enciclopedia es: "la misión Apolo comprendía gran número de fases distintas. Después del feliz despegue y alcanzar la órbita de la Tierra, la tercera etapa del Saturno se propulsaba hacia le Luna con el Módulo de Mando y Servicio y el Módulo Lunar. En el trayecto, el MMS se soltaba, giraba 180 grados y atracaba con el ML. El viaje por el espacio hasta la órbita lunar duró tres días".

Pero no se sabe ningún dato tecnológico de ese viaje si fueron naves teledirigidas o propulsadas por alguna energía, son los 400.ooo kilómetros que no se pueden hacer según el tamaño y el peso de las naves.

Otro dato para la verdad o mentira de lo mismo es la canción de David Bowie "Espace Oddity" una canción rara -si hay alguna canción normal en el pop de habla inglesa- . La canción se titula Espace Oddity y fue utilizada por la BBC para la retransmisión del alunizaje. Eso pudo ser así porque la canción se publico curiosamente una semana antes del famoso alunizaje. Bowie la había compuesto después de haber visto la 2.001 Odisea en el espacio de Kubrick. Pero no se sabe lo que quiere decir eso.

Otro dato curioso es, por ejemplo, un libro del científico Michio Kaku en cuyas páginas desarrolla muy generosamente las distintas posibilidades para hacer una traslación o un viaje tripulado a la Luna. No se sabe por qué tal derroche de imaginación si eso se puede hacer así, sin más, con un cohete.

Todo el mundo en América debe estar muy afectado por eso. Un saludo.

 

El hombre no es un lobo para el hombre ni la mujer es una loba para la mujer, lo humano es, ¡qué se yo! una de esas cosas normales que pasan.

Sí que es algo importante eso de los intereses económicos en cualquier poder institucionalizado, pero yo lo veo de otra manera no totalizante. Además en la antigüedad quienes eran ricos eran las mujeres, fueron ellas quienes inventaron la posesión y el dinero. Nosotros los chicos somos más bien socialistas según la historia, siempre preocupados de las labores públicas y los asuntos de la comunidad.

Las mujeres es que siempre escribís un poco con el corazón. Un saludo. Y encantado por vuestra visita.

 

Un viaje a la luna no es cuestión solo de un cohete muy potente.
Hay mucha matemática y física de por medio.
A la fecha no es posible una trayectoria directa desde la tierra a la luna.
Las trayectorias usuales requieren que las naves orbiten primero alrededor de la tierra, luego escapan de la gravedad terrestre apuntando a la posición futura de la luna, orbitan alrededor de esta, y finalmente alunizan.
De hecho aparte de USA y la extinta URSS, otras naciones han enviado sondas y plataformas científicas a la luna, como la India, Japón y China. Y todas han utilizado el mismo procedimiento: despegue, órbita terrestre, arco de intercepción, órbita lunar, alunizaje.
Pero cada día se complica la exploración espacial, por cuanto la órbita terrestre se está llenando de debris humano. Pero eso es pie para otro tema.

 

Pero, ¿dónde esta toda esa matemática toda esa física y toda esa astronomía?

Es cierto eso de las órbitas. Pero se trata, repito de aparatos de no mucha envergadura y de un peso casi irrisorio. Aparatos más grandes que puedan llevar hombres dentro no se conocen, no pueden ser teledirigidos en el espacio. Se escapan, se van. ¿Acaso en alguna clase de mente podría pensarse que si esos viajes tripulados pudieran ser posibles no habrían sido puestos en marcha por la URSS o por China en sus ansias de popularidad? ¿Acaso en alguna clase de mente cabría esperar que los americanos en su afán de competición y conquista no habrían puesto en marcha otros proyectos, no solo de conquista del satélite, sino de aviso a otras naciones sobre lo mismo?

Un saludo, gracias por vuestra visita y comentario.