La llamada

Anunciada andaba la crónica de esta muerte. No le mató el corazón, ni el colesterol, ni la tensión; fue un simple y mortal accidente, un pantallazo.
Muchísimas gracias, Isabel, por tus palabras y sobre todo por la presencia.

Un abrazote hasta tu sur.

 

Qué bueno este micro con esa dosis de humor, Alonso, me has dejado con una gran carcajada al final, gracias y un abrazo.
Javier

 

... y tan natural, como todas. Entre otras "identidades", aunque explícito, hasta el cómo se quedó sin función. Que bueno, Alonso.
Hasta tu espacio, un abrazote, besos.

 

Muy bien llevado el suspenso: no será la presión ni el colesterol sino algo fortuito y fuera de cálculo. Muy interesante el relato. Saludos cordiales, Alonso.

 

Muchas gracias a ti, Javier. Pasamos muchas horas en la carretera, cuestión de trabajo, y no cabe ningún despiste.
Pero que el humor no falte para contarlo.
Un abrazo, compañero, en este día de descanso de trayectos y naranjos.

 

Creo que estos nuevos teléfonos no son tan inteligentes... ¿o serán sus dueños?
Hoy, jueves, nos damos el día libre; hoy no salgo de casa y puedo enchufar el móvil, je, je.
Besos, Ro, desde este espacio y a resguardo.

 

Al final nos ha de llegar el resultado; mientras tanto vamos sumando con riesgos medidos... aunque no siempre.
Un gran abrazo, May, y muchas gracias por estar.

 

anda, toda la vida quejándonos de los enchufados y ahora lo estamos todos, jajaja, cómo no van a ser los móviles inteligentes, jaja nosotros como gloria bendita
no te me resguardes tanto..., bueno, mañana viernes me sacas a la niña, eh? Recuerdos.
de vuelta, besos, Alonso.

 

Ja, ja, ja... que hoy es sábado (qué fallo el mío) y ya la saqué a las siete de la mañana para dar un paseo por Cumbres de Valencia (Moixent). Vimos algunas cabras y un montón de bosque; después a almorzar al bar... Y cuando no la saco a ella, ella me saca a mí. Si que es verdad que somos unos privilegiados, o enchufados... pero mi móvil se quedó en casa... cargando, je, je.
Besos a la hora del café, Ro, y antes de ir a buscar el "chaiselongue' de la otra ala de la casa... igual hasta me duermo, con café y todo.