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El Faro en tu Mirada

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Rosa Reeder, 6 de Mayo de 2025 a las 8:23 PM. Respuestas: 0 | Visitas: 18

  1. Rosa Reeder

    Rosa Reeder Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Mujer
    Antes de conocerte, mi mundo era un mar sin costas, una extensión azul donde las olas del desconcierto rompían contra playas de arena gris. Navegaba sin brújula, a la deriva, bajo un cielo que prometía tormentas pero rara vez ofrecía estrellas. Mi corazón era un barco solitario, anclado en la bahía de la espera, sin saber qué puerto buscar.

    Pero entonces, apareciste. Y tu mirada fue el faro que disipó la niebla. No con un destello cegador, sino con una luz cálida y constante, esa que guía al navegante cansado hacia tierra firme. En tus ojos encontré la promesa de un horizonte nuevo, uno donde el sol siempre parece dispuesto a asomarse, incluso en los días nublados.

    Tu voz se convirtió en la melodía que apaciguó las aguas turbulentas de mi interior. Cada palabra, un susurro de calma que me recordaba que no estaba sola. Tu presencia, un puerto seguro donde mi barco podía atracar, resguardarse de las tempestades y reparar sus velas rotas. No necesitabas grandes gestos, solo estar allí, con esa quietud que lo llena todo.

    Las imágenes que pintas en mi alma no son de pasión desbordada, sino de la serena belleza que encuentro en lo cotidiano a tu lado. Son el reflejo del cielo en un charco después de la lluvia, la quietud de un atardecer compartido, el suave roce de una mano que conforta. Son la certeza de que, incluso en la oscuridad, hay una luz que no se apaga.

    Contigo, el amor no es una llama que consume, sino un fuego suave que calienta el hogar del alma. Es la raíz que se aferra a la tierra, el árbol que crece paciente y fuerte, ofreciendo sombra y fruto. Es la confianza de saber que, pase lo que pase, hay un lugar al que pertenezco, un refugio donde mi verdadero yo puede descansar.

    Y así, anclada en la seguridad de tu afecto, mi barco ya no vaga sin rumbo. Ha encontrado su puerto, su hogar. Tu amor no es solo un sentimiento; es el mapa que me guía, el aire que respiro, el silencio que me entiende. Es la paz que mi alma buscó en cada horizonte, y que finalmente encontró, no en un destino lejano, sino reflejada en la luz inquebrantable de tu mirada.


    Rosa Maria Reeder
    Derechos Reservados
     
    #1
    Última modificación: 7 de Mayo de 2025 a las 12:13 AM

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