1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Nuestro último tango

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Jose Anibal Ortiz Lozada, 3 de Julio de 2025 a las 2:03 PM. Respuestas: 0 | Visitas: 13

  1. Jose Anibal Ortiz Lozada

    Jose Anibal Ortiz Lozada Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    6 de Mayo de 2024
    Mensajes:
    1.135
    Me gusta recibidos:
    1.537
    Género:
    Hombre
    Fue en la curva exacta donde la música se muerde el labio,
    donde el bandoneón suspira como si supiera lo que duele decir adiós sin pronunciarlo.
    Allí te vi, recostada en el filo de la madrugada,
    con el vestido rojo de las promesas que ya no caben en los bolsillos.

    No dijiste nada.
    Y yo tampoco.
    Pero el silencio fue una coreografía precisa,
    el paso de dos cuerpos que aprendieron a quererse bailando en la cornisa del nunca más.

    Te dejé ir, no por cobardía,
    sino porque uno también ama dejando partir,
    como quien suelta la copa sabiendo que el vino ya no embriaga,
    que lo que queda es sólo el temblor en los dedos.

    Nuestro último tango no tuvo aplausos.
    Solo el eco de tus tacones alejándose,
    como metrónomo del olvido que venía bailando de espaldas,
    con esa elegancia trágica de lo que se rompe en cámara lenta.

    Te llevaste mi sombra bajo el brazo
    y un pedazo de mi risa en tu bolso de cuero ajado.
    Yo me quedé con tu perfume en los párpados
    y una melodía triste colgando del pecho como un botón desabrochado.

    Nunca fuimos dos, ¿sabés?
    Fuimos un solo desequilibrio perfecto,
    una anomalía hermosa en el calendario de la rutina,
    un accidente de ternura en el mapa del hastío.

    Ahora, mientras llueve en la radio y el café se enfría,
    te bailo en la memoria con torpeza deliciosa.
    Vuelvo a tus caderas como quien regresa a una estación cerrada,
    por el simple y brutal acto de recordar dónde dolió el último abrazo.

    Si algún día alguien te pregunta qué fuimos,
    decile que fuimos un tango que se bailó sin partitura,
    una canción que no necesitó letra
    porque todo lo dijimos con los cuerpos.

    Y que te amé.
    A destiempo.
    Como se ama lo que no se debe tocar.
    Como se baila sabiendo que la música va a terminar…
    justo ahí,
    cuando más duele el silencio.
     
    #1

Comparte esta página