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Dracones Caeli

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por silveriddragon, 22 de Mayo de 2025. Respuestas: 13 | Visitas: 585

  1. silveriddragon

    silveriddragon Poeta adicto al portal

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    Todas las personas están dispuestas a luchar por lo que creen. Sus creencias les dan fe, y eso los mueve más que ninguna otra cosa.

    Palabras de un chamán a su hijo


    I

    Son las dos de la mañana en un viejo vecindario de la pequeña ciudad de San Agustín. El olor a sal en las calles y la humedad se pueden respirar en todos los rincones.

    Las calles algo empinadas y difíciles de subir le dan una atmósfera pintoresca junto a las construcciones antiguas con ventanas pequeñas, puertas grandes y colores apagados.

    Nadie está en la calle caminando. Hay una leve brisa que desciende y hace tiritar a las criaturas nocturnas.

    En una de esas calles hay una construcción pequeña de color blanco, con rejas negras. Si te asomas puedes ver muchos camiones de carga dispuestos en hileras y al fondo una pequeña caseta con la luz aún encendida.

    Un velador calienta agua para servirse un café mientras escucha atento las noticias en una radio de transistores, lo cual ya casi es anacrónico. Muy pocas personas escuchan la radio de esa forma. En un mundo inundado de apps donde puedes escuchar música, noticieros y podcasts, el hombre rie. Le suena absurdo.

    Las noticias esa madrugada no son alentadoras. Los ataques terroristas siguen aquí y allá alrededor del mundo. Pareciera que un colectivo de personas decerebradas se conocieron, tuvieron una reunión alrededor de una mesa o por teleconferencia y ahora quieren acabar con el mundo a base de bombas.

    Está algo fastidiado. Enciende un cigarro y fuma un tanto nervioso. A veces le crispa los nervios escuchar a lo lejos el lamento de una persona que proviene del sótano oculto en esa construcción.

    ¿Cómo se metió en ese embrollo?

    ¡Ah si! Lo obligaron. A punta de pistola. - No pasara nada si nos dejas estar aquí un tiempo. - le dijeron. Pero ya llevan más de dos meses.

    Una persona encadenada y con una capucha entró al sótano mientras otros le apuntaban a su vez con armas largas. Como si temieran que se fuera a escapar. Esos sujetos no eran policías, ni mafiosos, ni nada que él identificara. Por que los mafiosos y los policías siempre iban a cobrarse su tajada por las ganancías del negocio puntualmente. Unos los días 20 y otros los 30.

    Pero no lo molestaban. No le pedían nada y rara vez se asomaban fuera. Eran muy raros.

    Camino fuera de la caseta para calmar sus nervios y miró la noche estrellada. Como cuando era niño. Respiro y sintió como sus pulmones se llenaban de ese aire que venía de lo alto. Tosió un poco.

    Luego vio una persona salir del sótano, un hombre con vestimenta formal y abrigo grueso. Se miraron y el hombre le hizo una seña como pidiendo un cigarro.

    Se le acercó y el hombre dijo - ¿Hace frío, ah ? - con un acento muy marcado

    - En esta época se siente más, O quizás me estoy haciendo viejo.

    - El calentamiento global dicen algunos.

    - ¿No debería hacer entonces calor? - y el hombre sonríe al hacer la broma

    - Jajaja.. Es verdad, muy cierto. - y enciende el cigarrillo que el hombre le ofreció.

    Por un rato solo fuman sin decirse palabra alguna, mirando hacia la puerta de la construcción.

    - ¿Ha escuchado las noticias? Bombas aquí y allá. - dice el velador

    - El mundo es un caos. Con bombas o sin ellas. - después lo voltea a ver a los ojos. - Estamos por terminar aquí y lo dejaremos descansar. Unos tres días a lo mucho. Mis jefes se han cansado de no sacarle ni una palabra.

    - Dos meses. -

    - Dos meses, si. Ese hombre es duro. Jamás creí conocer a alguien que soportara tal tortura.

    - ¿Tanto le odian? ¿O acaso es un criminal?

    - No lo sé. Solo sigo ordenes.

    El velador terminó su cigarrillo y señaló a la caseta. - ¿quiere un café? vamos adentro, aquí afuera hace frío.


    II

    Una mujer de rasgos asiáticos está postrada en una camilla de hospital. Su cabello teñido de color azul se ha despintado y ahora rebela las raíces de color castaño. Sus manos largas y sus brazos tonificados le dan un aire delicado, pero firme. Esta es una mujer que hace mucho ejercicio dijeron los doctores que la atendieron y precisamente ese ejercicio le había dado resistencia.

    La suficiente resistencia para sobrevivir a lo que sea le hubiese atacado tan fuertemente. Conectada a ciertos aparatos de monitoreo y medicamentos aún parece alguien que llena la habitación con su presencia. Basta ver su gesto para adivinar un caracter seguro.

    Nadie ha venido a verla, no saben su nombre. No encontraron identificaciones. No saben a quien llamar y el director del hospital se impacienta. No es una casa de beneficencia. Aún así los doctores quieren mantenerla viva una semana más. Por si acaso alguien llegara a buscarla. Su esposo, sus hermanos, sus padres.

    Hoy en día el tema de los ataques a las mujeres es algo sensible. Así que el director cede. No quiere que su hospital caiga en riesgo reputacional. Y fija una fecha límite. Sería turnada a un comité que decidirá que hacer con ella. Así puede lavarse las manos.

    El doctor en turno esa noche revisa el reporte de las enfermeras que la atienden. No hay cambios en su condición excepto por un nivel detectado en su sangre. Hay algo indeterminado en el comportamiento de sus glóbulos rojos.

    Un tanto preocupado por este indicador decide revisarla. Con una lámpara pequeña revisa sus pupilas y nota que están un poco dilatadas. También su presión sanguínea está subiendo de manera lenta pero continua. No logra entender que pasa.

    Después de un rato puede ver como sus manos se mueven ligeramente y sus ojos se mueven debajo de sus párpados. Está soñando. Y lo que sueña la está alterando.

    La enfermera de turno se acerca un poco a revisar los niveles de medicamento y nota algo más. Sus labios se mueven ligeramente con un leve temblor. Está intentando hablar.

    El doctor se acerca y le pone la mano sobre la parte interna del codo. Está fría.

    La paciente entonces frunce el ceño en su inconciencia. Finalmente pronuncia de manera audible: - Dolorum Humanitas

    - ¿Es latín? - dice la enfermera con un gesto incrédulo

    - Suena a latín. Hay que preguntarle al cura que viene a la capilla por la mañana si sabe que quiere decir eso de Dolorum Humanitas. - contesta tranquilo el doctor con su aire de ciencia aplicada

    Después de eso nuevamente la mujer adquiere esa posición de reposo anterior con las manos relajadas y el rostro tranquilo. Su cabello es un desastre, así que la enfermera se lo sujeta en una cola de caballo.

    El doctor termina de anotar unas cosas en su hoja de expediente y voltea pero algo lo detiene. La paciente le ha tomado el brazo con fuerza. Es una fuerza que no le permite soltarse.

    - Increíble. Quizás es una luchadora amateur.

    - Doctor. - dice la enfermera con gesto divertido - esta mujer no tiene ni una cicatriz vieja. Aunque es fuerte no parece que algo la haya vencido antes.

    - ¿Una luchadora amateur invicta?

    - Puede ser. Quizás. - termina la enfermera y ayuda al doctor a soltarse. - si que es fuerte

    - Pobre criatura. ¿Qué es lo que te pasó?

    - Doctor, le quiero reportar. Hay unos pacientes del pasillo de psiquiatría que están espaciendo rumores. Dicen que se trata de un hada o de una princesa como la bella durmiente. La vienen a espiar de cuando en cuando.

    El doctor suspira con fastidio. - Sé a quienes te refieres. Mientras no la molesten o pongan en peligro su vida déjalos estar. En la mañana vendré a revisarla. Puede que esté a punto de recuperar la consciencia.


    III

    En las oficinas de la Interpol un hombre de traje bebe su tercer café de la mañana. Es fuerte, contundente. Su voz también es profunda y grave. Como la de todo buen jefe de departamento en la Interpol.

    Bromea con sus compañeros esa mañana. - Y bien. ¿Está todo listo para la redada?

    - Todo listo. Los agentes, la policía local, las patrullas, los agentes a pie encubiertos de civiles, los analistas en el puesto de mando. Todo lo hemos chequeado.

    - Por fin, al fin, en fin, - dice cantando como si se tratara de un cantante de ópera

    Sus subordinados y compañeros rien. - ¿por qué tanto misterio jefe? ¿qué hay ahí?

    - Una arena de peleas clandestinas.

    - ¿Todo este operativo para detener peleas clandestinas?

    - Claro que no. No vamos por las peleas. Vamos por una persona.

    - ¿Una sola personas? ¿Tan complicado es ir por una persona?

    - Si conocieras a esa persona ja... Te irías de espaldas. Es... es... tan impredecible.

    - ¿Un criminal?, ¿un loco?, ¿un anarquista?

    - No, no, no . - dice el hombre nuevamente cantando con voz profunda.

    - ¿Un jefe de estado que hace apuestas ilegales?

    - Ja.. no. Es una ex-policía.

    - ¡Una mujer! Ya cayó el peine. Es su ex.

    - Ja... No, no, no.- nuevamente cantando y esta vez agrega un tono agudo al final. Los hombres rien. - Se trata de una mujer loca como una cabra. Tan loca, tan loca que no la quisieron en las filas de la policía y la reclutó la interpol.

    - So.. es una de las nuestras.

    - Eso fue hace mucho. Será unos 5 años.

    - ¿5 años? Fuuu... ¿y ahora que hace?

    - Peleas clandestinas. Bahhh... - y remata la frase con un gesto burlón.

    - ¿Peleas? ¿eso es peligroso para quién?

    - Jajajaja... Lo peligroso de esta mujer no es lo que hace para ganarse la vida. Si no su potencial. Es como dinamita en manos de un niño de ocho años que le gusta jugar con fuego. Mira esto, chécate. - y le extiende unas hojas.

    En la portada está la foto de una mujer con medio rostro cubierto. Sus facciones son innegablente italianas. Morena, alta, delgada, nariz un tanto pronunciada. Luego se puede leer su historial en la policía. Un sin fin de reportes por desacato a la autoridad. Luego una serie de reportes sobre tecnoterrorismo y alianzas con un grupo subversivo liderado por Dot Hacker.

    - Fiuuu... - silba el agente en cuestión. - Esta mujer es una joyita.

    - Los jefes creen que pueden llegar a Dot Hacker a través de ella. Y si no, pues al menos detenerla por sus actividades clandestinas.

    - Pues.. no está mal la ex-agente.

    - Ehh... quieto veneno. Nada de andar hablando con ella. Si te pasas de su bando te encerramos niño.

    - Jajaja.. solo era un chiste jefe. Un chiste.
     
    #1
    Última modificación: 22 de Mayo de 2025
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  2. Alde

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    El sufrimiento humano, el absurdo de la violencia, y cómo las vidas de todos personajes están interconectadas en un mundo en crisis.

    Saludos
     
    #2
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  3. silveriddragon

    silveriddragon Poeta adicto al portal

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    IV

    El griterío en la arena clandestina podría dejarte sordo. Los ánimos están a tope, mientras en la arena se enfrentan dos hombres de gran tamaño. Se han subido a las rejas para atacarse uno al otro y hasta se han pegado al mismo tiempo.

    Todos miran con atención y los apostadores gritan apoyando.

    Los peleadores comienzan a sentirse cansados, pero la consigna es no detenerse hasta que uno caiga y no se levante.

    - Bahm, bahm, bahm - corean todos al ver que uno de ellos golpea repetidamente a su rival a puñetazo limpio mientras lo sostiene del brazo en una llave dolorosa.

    Al soltarlo el hombre cae.

    Cuentan - 1.... 2.... 3...... 4.... 5..... ¡Ehhhhhhhhhhhhhh!!! - La alegría se dibuja en la cara de unos y la decepción en otros. Pero todos quedan satisfechos con la pelea.

    - Waaaaaaaaa... waaaaaaaa.... waaaaaaaaa....- exclama una y otra vez un hombre trajeado que se ha quitado la corbata y desabotonado la camisa. - ¡Si! ¡Si! ¡Si!. No hay nada como una buena noche de lucha callejera. Wuuuuuuuuu... - mientras toma una cerveza hasta el fondo.

    Luego de eso el vencedor comienza a palmear ritmicamente. Una palmada a la vez y comienza a instar a la audiencia a hacer lo mismo.

    La gente enloquecida por el efecto de la reciente pelea lo acompaña con las palmas y con los pies. Siguen el ritmo. Hacen temblar las gradas hasta el punto de que se vuelve un ritmo ensordecedor. Al cabo de un rato las palmadas se acompañan de un coro - ¡Bianca! ¡Bianca! ¡Bianca!
    ¡Bianca! ¡Bianca!

    Un reflector se enciende para iluminar un rincón de la jaula donde una puerta de acero se abre dejando ver a una mujer de rasgos italianos con una musculatura marcada pero sin ser grotesca. Se ve ágil, aunque su semblante es firme.

    - ¡Bianca! ¡Bianca! ¡Bianca! ¡Bianca! ¡Bianca! - continua el público palmeando mientras el vencedor de la pelea la señala y luego hace un gesto como si le dijera que le va a cortar el cuello. La mujer solo se sonrie. Ella levanta las manos y otro sector del público enloquece gritando más fuerte su nombre.

    El hombre corre para asestarle un golpe que la mujer esquiva sin problemas y le asesta un golpe en la mandíbula.

    Mareado el hombre la patea logrando llegar hasta la pierna izquierda.

    Los asistentes se funden en un coro donde Bianca es su himno de guerra. Quieren ver como su campeón acaba nuevamente con el retador. Los chiflidos llegan a su apogeo cuando la mujer logra tomar del brazo al hombre y practicamente lo hace volar por encima de ella.

    El hombre visiblemente cansado usa lo pultimo que tiene y se arroja con todo su peso en un ataque directo sin planear sobre la mujer apuntando a su vientre. Ella lo esquiva y lo toma de una pierna para nuevamente arrojarlo lejos.

    El hombre ya no se levanta. Así que la asistencia grita - ¡Acábalo! ¡Terminálo! ¡Siiiiii!

    La mujer va a hasta él y cuando lo va a golpear en la cabeza mientras lo toma del cabello las luces se apagan.

    - ¿Qué demonios? ¿Qué pasa? -
     
    #3
  4. El nick

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    Estimado Silver es grato leerte. Obviamente no se puede vivir sin Dot Hacker.
    Por cierto, hay un detalle que me intriga: Si vivimos en una època en que todo el mundo sabe el alfabeto, porque no hemos dado a la diplomacia un papel relevante, lo suficiente para suprimir las guerras de una vez por todas.¿?¿?¿?¿
    Feliz finde Silver.
     
    #4
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  5. silveriddragon

    silveriddragon Poeta adicto al portal

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    V

    Las luces se habían apagado mientras algunos gritos ahogados se escuchaban a los lejos, también los gritos de la audiencia que antes coreaban el nombre de su favorita ahora decían palabras ininteligibles.

    Bianca se detuvo y en lugar de asestar el golpe se sentó esperando algo. Odiaba eso de esperar. Odiaba ser quien no decidía que ocurría a continuación, pero los años le habían enseñado que había situaciones que se salían de su control y era mejor no hacer nada.

    Después de un rato los altavoces comenzaron a emitir un sonido semejante a garraspeos de una voz conocida.

    ¡No! ¡No podía ser él! ¡De nuevo!

    Cuando escuchó esa palabra su cuerpo automáticamente tembló en señal de repulsión - ¡Gatita!

    Era el loco tecnoterrorista, la causa de su desaparición del mundo, de la realidad.

    - ¡Gatita, soy yo! ¡Aún me enloqueces con tu caracter!

    La voz de ese hombre la desquiciaba, quería atraparlo, hacerle pagar.

    - ¡Gatita, mi amor imposible, sal de aquí!

    Bianca se levantó y gritó -¿Por qué he de seguirte loco de atar?

    - Por una simple y sencilla razón, gatita. Tus amigos de la interpol vienen hacia acá. Quieren que los lleves con Dot Hacker.

    - ¡De nuevo esa Dot! Estoy harta - pensó Bianca y gritó - ¿Crees que por salvarme voy a estar agradecida?

    - Jajajajaja - rió la voz un tanto cansada por la edad - No gatita. Vamos a jugar un juego. Tú me ayudas a encontrar a mis colaboradores y yo te ayudo a evadir a la sucia interpol. ¿qué dices? Tienes 3 minutos para pensarlo. Ya sabes, me gustan los juegos con tiempo.

    Bianca ladró con furia - ¿Quieres que te ayude a regar el rumor con tus bombas? ¿eres el causante de esos ataques?

    La voz se escuchó con desprecio esta vez en respuesta - ¡Bah! Esos ataques no lo son gatita. Son ensayos. De algo más grande que nuestra organización. Si me ayudas encontrarás la respuesta.

    - ¿Y si no lo hago?

    - Te dejaré con la interpol y sabes que ellos pueden tener intenciones ocultas para conseguir lo que quiere el gobierno. La política, odio la política. Hmm.. tienes dos minutos gatita.

    Bianca se quedó pensando unos instantes. Odiaba a ese tecnoterrorista, Sin embargo enfrentarse al aparato de los estados llamado interpol era una apuesta terrible. Podían obligarte a hacer cosas indecibles y borrarte del mapa.

    La voz de la ex-agente resonó - Trato hecho.


    VI

    Los agentes de la Interpol estaban listos desde muy temprano y seguían a través de cámaras desde un puesto de mando a una distancia relativamente cercana a la arena clandestina.

    Tres analistas, entre ellos una mujer francesa de piel clara y cabello rubio tecleaba con sus dedos largos y uñas refinadas el informe solicitado minuto a minuto de lo proyectado en las cámaras.

    Al momento de irse la luz, los analistas asumieron al principio que el operativo de arresto había comenzado. Así que esperaron al menos un minuto para recuperar la señal. Sin embargo, no regresaba. La pantalla permanecía en negro y después se recuperó la señal mostrando un mensaje de error de transmisión con unas letras en chino ininteligibles.

    El analista con más tiempo en trabajo de campo no se alarmó aún. Tomó un aparato parecido a un celular cuadrado muy pesado con una antena gruesa de acero inoxidable y apretó un botón negro para comenzar a hablar. - Aquí Epsilon, repito, aquí Epsilon vigía. Solicitamos confirmación de operativo de arresto en proceso. Vigía ciego por fallas en transmisión.

    Espero unos instantes tranquilo mientras apuntó a la analista francesa quien se detuvo en la transcripción solicitando silencio. Después apretó el botón y repitió las palabras. No se escuchó nada en respuesta nuevamente.

    - ¿Qué hacemos? - Dijo un analista muy joven de anteojos y cabello encrespado. Sus gafas lo hacían verse amable.

    - Comunicate con la central. Reporta los hechos. Uno a uno repitiendo el informe. No alarmes, Quizás solo es una falla en la transmisión. - Dijo el veterano con aplomo y seguridad.

    El joven escribió unos comandos en su computadora quien le regresó unas pantallas negras en diferentes ventanas solicitando acceso a protocolos de seguridad. Uno a uno fue escribiendo contraseñas en diferentes símbolos, formatos e idiomas hasta que todas las ventanas se cerraron y se abrió una interfaz de videollamada.

    La videollamada estaba generando una imagen congelada de un hombre calvo con chaleco azul claro. No se escuchaba sonido alguno. Pero algo llamó la atención de el joven analista.

    - Señor, señor. La imagen está congelada pero veo algo muy extraño.

    - ¿Qué viste? - dijo el veterano mientras se acercaba al monitor. Su rostro esta vez mostró un gesto de incredulidad. - ¿Qué es esto?

    Detrás de la imagen del hombre con chaleco azul claro había una especie de dispositivo, una caja negra con luces. En el frente de la caja estaban escritas las palabras Dolorum Humanitas con un logo de dos manos mostrando las palmas recibiendo una rama de olivo.


    VII

    La ex-agente Bianca salió de la arena obedeciendo las indicaciones del tecnoterrorista. Usar el pasillo desde donde entraban los suministros de comida. Le dijo que no hiciera caso de lo que escuchara.

    Iba a la mitad del pasillo cuando escuchó como la arena se llenaba de gente y los gritos de los asistentes indicaba alarma. Pasos de gente corriendo aquí y allá buscando una salida abierta.

    Después escuchó la voz de un hombre usando un altavoz. - Señorita Bianca, entreguese. No haga más difícil su detención. Hay ordenes de llevarla con nuestros jefes. Están dispuestos a negociar. El perdón a cambio del paradero de la anarquista Dot Hacker.

    Bianca rió. Sabía que significaba eso de negociar. Estaban sentando las bases para un trato ventajoso. ¿por qué mandar a un grupo en lugar de a una sola persona? ¿por qué no contactarla a través de otros medios si ya sabían su paradero? Era imposible desaparecer de la mira de la Interpol una vez que te perseguían.

    Como no respondió alcanzó a escuchar nuevamente la voz, esta vez más lejana - Si se resiste al arresto tenemos ordenes de llevarla encadenada. No vale la pena proteger al grupo subversivo donde está Alessandro Costa.

    Esta vez escuchar el nombre de Alessandro la hizo enojar. Solo recordar como el compañero de la academia de policía la había dejado sola en el caso del tecnoterrorista le hacia sentirse herida. Y aún más por que Alessandro había preferido a una gótica de mirada perdida en lugar de a ella.

    ¿llevarla encadenada? ¿acaso era un perro o un oso?

    Los audifonos que le otorgó Kerstker el tecnoterrorista resonaron con un chasquido y le habló a través de ellos - ¡También los odio gatita! No me gusta su arrogancia tecnocrata. Siempre confiando en su sucia tecnología con la que infunden terror y adoctrinan a la gente.

    - ¿eres un conspiranoico? - dijo Bianca con desdén.

    - jajajaja... ¡Ayyy gatita! Me pareces tan dura y a la vez tan... dulce. Todo lo contrario. Todas esas teorías conspirativas no las sembramos nosotros sino el mismo gobierno. ¿Sabes? Ellos así fragmentan a la sociedad que jamás se volteará hacia la mano que los controla desde una silla. Se harán primero pedazos entre ellos en su diatriba de si la tierra es plana o si las vacunas son un medio de control. ¿Y sabes por qué? Es más fácil enfrentarse o discutir con alguien que es como ellos. Un simple mortal y no un político con poder.

    Bianca reflexionó esas palabras y enetendió por primera vez la postura de Kerstker. - So... tú te volviste tecnoterrorista por eso. Te hartaste de pelear con ciudadanos de a pie.

    - ¡Bingo! Por eso me gustas tanto gatita. Si quieres que te escuchen de verdad. Debes ir con todo contra la gente culpable. Si no mejor no hagas nada.

    Bianca finalmente llegó a la puerta de los proveedores que daba al estacionamiento de carga. - ¿Cómo saldremos sin que nos vean?

    - Oh.. No te preocupes por ello. Ya estoy en eso. Tú solo camina hacia la reja corredera y abrela. Si hay problemas yo te los iré quitando uno a uno.

    Entonces Bianca escuchó detonaciones. Unas muy fuertes dentro de la arena. Otras detrás donde estaba el estacionamiento y en las calles contiguas. En cuestión de un minuto aquello parecía una zona de guerra.

    Bianca se tapó los oidos y después de un rato salió corriendo diciendo en voz alta - Estás realmente loco.

    - Loco por ti Gatita.
     
    #5
    Última modificación: 23 de Julio de 2025
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  6. El nick

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    Ya extrañaba la agente Bianca. Ex...
    Te sigo Silver- Feliz dìa.
     
    #6
  7. silveriddragon

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    VIII

    En las noticias apareció una nota breve de un incendio controlado en un almacén abandonado a las afueras de la ciudad. Las enfermeras del hospital estaban en su descanso y veían la noticia por la televisión de la cocineta.

    Algunas habían tenido un día muy pesado y mientras tomaban café se sentaban en posiciones extrañas como si se estuvieran derritiendo.

    - ¿Más trabajo?

    - No pensemos en eso. - dijo una enfermera delgada que sostenía un celular a la altura de su rostro.

    - ¡Qué suerte tienen! No tienen que pelearse con pacientes psiquiátricos.

    Ambas compañeras la voltearon a ver. - ¡Es igual de cansado! - y acotó la enfermera aún viendo su celular - Un paciente que requiere cuidados intensivos es igual de difícil.

    Mientras tanto un par de pacientes escuchaban a las enfermeras y se hacian señas raras entre ellos. Un hombre alto, delgado con brazos largos y dedos aún más largos señalaba a un jovencito de cabello largo y rubio con lentes.

    - Vamos, vamos. Ahora es hora. - Dijo el jovencito de quizás unos 19 años.

    Los dos caminaron como si fueran de puntillas con un paso ligero pero era obvio que las enfermeras los habían escuchado. Ellas rieron casi en silencio.

    El hombre alto llegó primero a la puerta de la paciente. - Eh. Gané. Tengo primicia. Privilegio, Mano.

    El jovencito lo alcanzó como si fuera una serpiente moviéndose con los hombros de manera exagerada. - Ok. Ve y yo vigilo que no vengan. No te tardes.

    El hombre alto sonrió de forma amplia y mostró una mano con el pulgar arriba.

    Entró al cuarto donde estaba la paciente de rasgos asiáticos. Se veía dormida de manera tranquila.
    La
    - El hada o la bella durmiente. ¿quién eres princesa? - E hizo el gesto de arrodillarse ante ella haciendo una caravana. - Oh, gentil y dulce mujer como el ave que cantó en la aurora. Sabemos mi amigo y yo. Yo y mi amigo. Lo sabemos. - sacó entonces una hoja de papel - Aquí dice, aquí... por aquí. ¡Aquí! Eres el hada que viene a iluminar este lugar con tu encanto. Concédeme el deseo de ser fuerte.

    No hubo respuesta. La mujer seguía dormida.

    El hombre salió con un gesto derrotado.

    - ¿Qué pasó?

    - Nada. El hada no me respondió.

    - Ñaaaaaa. Deja intentó yo.

    El jovencito entró entonces y en lugar de caravanas o palabras rebuscadas se acercó a verla muy de cerca. La palpó de manera suave y precavida. Primero de una mano. La sostuvo y siguió con una línea a lo largo del brazo hasta el bíceps marcado y firme. Lo apretó de forma menos elegante. - Oh, yo sé quien eres princesa. Una guerrera, de tierras lejanas. Has venido a proteger a un señor feudal. pero, pero ¿porqué duermes?


    IX

    Vivaldi

    Así era apodado el jefe de la interpol que ahora se sentía humillado. Había caido en una trampa tan simple. Lo bloquearon dejandolo sin vigías y luego a ciegas continuó con la operación, la captura de una exagente.

    Debió sospechar que estaría preparada para escapar. No se le ocurrió que tendría contactos fuera o dentro de la arena. Y eso lo frustraba terriblemente. Después de ser atendido en un hospital cercano de unas cuantas lesiones se levantó y salió como si nada le pasara. Se prometió cazar a esa mujer llamada Bianca. Debía hacerlo por orgullo.

    Hizo unas llamadas, unas cuantas llamadas a diferentes personas en diferentes países y todas describían a Bianca de diferentes maneras. Siguió su rastro dejado por cinco años en Japón, México, Canadá y ahora Italia e Inglaterra. Peleas callejeras y asociación con un grupo criminal liderado por Dot.

    Tomó una decisión fría. Debía obtener la ayuda de alguien poderoso. No solo en el ámbito de la policía, si no de la política para tener más recursos. Se le ocurrió contactar a una"mujer" que a su vez tenía contactos en la política en muchos niveles. Alguien que en las sombras satisfacía los más bajos instintos de estos hombres a cambio de favores.

    Solo que era una mujer misteriosa. la apodaban Blossom.


    X

    La agente Bianca entró a un bar de mala muerte después de caminar durante un buen rato sobre la carretera. Estaba cansada pero sobre todo fastidiada. Aunque Kerstker le hablaba por los audifonos, ella no estaba acostumbrada a eso. Solía estar mucho tiempo sola.

    En el bar pidió algo sencillo de comer y un trago fuerte. Por instinto se llevó la mano a la cintura buscando su arma cuando un hombre corpulento se le acercó.

    - ¡Hey nena! No eres de por aquí. ¿Tomamos unos tragos?

    El hombre se sentó a su lado. Con lentes obscuros, chaqueta de cuero negro y un gesto duro aunque amable le ofreció de una botella.

    - Fuuu... Está bien. Tomemos un poco. Lo necesito.

    El hombre le sirvió gustoso de manera pronta. - Hehehe. Me gusta tu estilo. - luego de servirle levantó su pequeño vaso y brindó - por las mujeres misteriosas de este lado del país. - luego bebió todo el contenido - jajajaja... ahhhhh--- delicioso.

    Bianca bebió de la misma forma y tuvo que escuchar a Kerstker decir - Psstt, Pusilánime. Solo busca levantarte.

    Ella se acomodó el pelo detrás del oído de manera distraída, pero no por coquetear si no para no escuchar esas palabras de su socio.

    El hombre continuó. - Lo necesitamos. Estos días no han sido buenos.

    - ¿Por qué no han sido buenos?

    - Ahhh.. - suspiró el hombre - bueno. Nos quitaron la plataforma en la que conseguimos trabajo de cazarecompensas en el bajo mundo. Hay una sola misión estos días. Cazar a una tal Dot Hacker. Todos queremos su cabeza de nerd en una estaca.

    - ¿Y alguien sabe dónde comenzar? - dijo Bianca sonriendo con sarcasmo, segura de la respuesta.

    - Ni idea. Todos consultamos con los compañeros aquí y allá. Nadie sabe nada.

    Bianca se levantó para tomar su comida paupérrima. Un sandwich de col y una gaseosa. Se acomodó nuevamente el pelo y comenzó a comer con las manos directamente. Sus modales felinos y seguros transmitían ese aire autoritario de las personas tercas.

    Kertsker le habló. - Gatita. ¡La encontré!

    - ¿A quién? - dijo en voz baja Bianca esperando no despertar la curiosidad de su compañia.

    - A una vieja amiga. Una que tiene una casa de placer a las afueras de la ciudad.

    - Oh. Así que te gustan esa clase de sitios. - Dijo en tono de burla. - Creí que solo tenías ojos para mi cariño.

    Kertsker solo añadió - Es madame Blossom
     
    #7
    Última modificación: 17 de Septiembre de 2025 a las 10:59 PM
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  8. El nick

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    TE SIGO, SILVER.
    LLEGASTE A TIEMPO.
    FELIZ DIA.
     
    #8
  9. silveriddragon

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    X

    Un hombre mayor, como de unos 65 años, de figura delgada aunque digna vestía un traje gris con sombrero elegante. Portaba un maletín de esos de trabajo de oficinista. Aunque un poco anticuado.

    Pasaba por la carretera y después se desvió un poco a través de un campo de pasto salvaje ya seco. Caminó por quince minutos hasta encontrar unas vías del tren. Estaba cansado. Así que se sentó a un lado de las vías sobre el maletín mirando el paisaje.

    El aire corría tranquilamente dandole a la escena un matiz melancólico. El hombre sonreía ligeramente como recordando viejos tiempos en los que se sentía feliz y realizado. Después de media hora solo se levantó y comenzó a caminar sobre las vías del tren ya muy oxidadas. Aunque limpias de maleza y hierba mala.

    Así estuvo a paso ligero por casi dos horas hasta llegar a un poblado pequeño de casas de madera de un nivel. Tomó un pañuelo y se secó el sudor. Vio un espacio libre y se sentó ahí a ver a la gente pasar. Unos niños jugando, corrían o andaban en bicicleta.

    él los veía contento y tomó una hoja blanca del maletín. Hizo un barco de papel.

    Al terminarlo jugueteó con él con los dedos y después como si estuviera navegando en el aire. Luego lo puso entre ambas manos como si fuera un hijo recién nacido. Posteriormente lo metió en su maletín con mucho cuidado.

    Utros dos hombres se le agregaron en ese lugar. Uno más alto, más fornido y con barba larga y gruesa. Otro de su misma estatura pero más joven. Ambos con un maletin.

    Se miraron pero no dijeron nada. Solo vieron a los niños jugar durante otros diez minutos. Se levantaron y caminaron en la misma dirección por las calles.

    Después de caminar por quince minutos encontraron las vias del tren y las siguieron. Uno detrás de otro.


    XI

    Blossom

    Una mujer que no había nacido como tal. El entorno duro en el que creció no le impidió realizar sus sueños. Sabiendo que tenía todo en contra se esforzó mucho más que las demás mujeres. Aprendió a ser delicada, a moverse con fluidez y aún así no abandonar su fuerza.

    Así nació su estilo de pelea con dagas mezclada con una danza. El estilo que le ayudó a sobrevivir en el mundo de los asesinos.

    Después de ser reclutada por los primeros fundadores de la hermandad Dolorum Humanitas, ella comprendió que no podía crecer dentro de la organización. Sifaciem no lo permitiría. Lo odiaba en secreto.

    Ella en cambio se hizo cada vez más fuerte y encontró aliados en el círculo de la política. Tres políticos en particular la visitaban ocultando sus intenciones. Y ella usó eso a su favor. Poco a poco creó una red de contactos a los que les proporcionaba el placer prohibido.

    Después de que conoció a Elize y ésta la derrotó en una pelea limpia, Blossom decidió irse. Tomar su orgullo y dejar Dolorum Humanitas. Continuó con su plan y ahora era dueña de un establecimiento que brinda placer. Sin embargo ese no es el verdadero negocio.

    Entendió el cambió de la época. Con la red de contactos y siendo una antigua asesina creó una escuela. Una donde enseñó su técnica y además daba trabajo de ambas formas. Creo un ejército de mujeres capaces de dar tanto placer como de quitar la vida.

    Vivaldi la conoció durante un caso muy sonado. El asesinato de un político por venganza. Lo habían emboscado en un estacionamiento y ahí hicieron creer a la gente que lo habían confundido con un mafioso ya que iba vestido de la misma forma y estaba en el mismo lugar a la misma hora solo que en otro vehículo.

    Blossom estaba con el político y ella sobrevivió gracias a sus capacidades de pelea. Intentó salvar a su acompañante sin éxito.

    De dicho político heredó la casa donde ahora tiene su establecimiento.

    El agente sacó su arma y la dejó sobre un mostrador donde solicito hablar con Madame Blossom. La encargada rió. - ¿Sólo quiere verla? ¿Así sin más?

    El hombre le dirigió una mirada tranquila y con autoridad - Ella me conoce. Dígale que la busca Vivaldi.

    La mujer de rasgos dulces como una muñeca de porcelana esperó unos minutos e hizo una llamada - Madame Blossom. Aquí hay un agente de la interpol. Dice llamarse Vivaldi.

    El hombre tomó su arma y entró después de que la mujer del mostrador le hiciera el gesto de que pasara con la mano derecha.

    Pasó por un salón lleno de hombres a los que les estaban lustrando los zapatos o dandoles un masaje. Vivaldi trató de no verlos a los ojos. Sabía que eran hombres poderosos.

    Llegó a una escalera amplia con columnas de mármol y subió. Un piso, dos pisos. En el camino una mujer pelirroja le guiñó un ojo. - ¡Lindo! Si tienes oportunidad estoy libre.

    Vivaldi solo le hizo un gesto caballeroso. Al llegar al segundo nivel una puerta de madera de cerezo se abrió revelando la silueta de una mujer en kimono. Estaba ligeramente maquillada y tenía la mano derecha en la barbilla. - ¡Hola Vivaldi!

    - ¡Madame Blossom! - y se acercó a darle la mano. Ella dejó que la tomara de la mano y entró con ella a la oficina. Se sentaron en un sofá grande con ornamentos de oro.

    - ¡Corazón! No te veo hace mucho ¿Qué te trae por aquí?

    - Necesito...

    - ¡Oh no! ¡Espera! - y tomó una licorera y dos copas donde sirvió un líquido transparente perfumado con rosas. - Bebe. Esto es la gloria.

    Vivaldi lo tomó y se sintió como un trago fresco. Lo agradeció. - Muy bueno. De verdad muy bueno.

    - Ahora si dime corazón.

    - Bueno, vine por que estoy tratando de capturar a una exagente de la Interpol. Sabe donde encontrar a la subersiva Dot Hacker. Huyó de nosotros, seguramente por que quiere ocultarla.

    - Ajá ehh. ¿Y yo cómo te ayudo con eso?

    - No tengo equipo de trabajo. Solicitaba a algunas de sus chicas como ayuda.

    - Jojojojo... - rió - eres muy divertido Vivaldi. Eso cuesta mucho dinero. ¿Cómo piensas pagarlo?

    - Colaboración con la Interpol, en sus misiones.

    - Tentador corazón. Muy tentador. ¿y se puede saber el nombre de quien buscas?

    - Bianca Loretta

    - Hmm, me suena de algo. ¡Espera!

    Blossom fue hasta un escritorio y tecleó rápidamente en una laptop. Después de unos segundos volteó la pantalla hacia el agente. - ¿Esta Bianca Loretta?

    Vivaldi vio una ficha completa en un sistema que no era de la Interpol. - Si, es ella.

    Blossom se llevó ambas manos a la barbilla y sacó unas dagas. - ¿esto es una trampa Vivaldi?

    El agente se sorprendió de la reacción de Blossom. - ¿qué? ¡No! Es decir yo solo quiero atraparla.

    - Esta mujer está protegida por un tecnoterrorista. El mejor de todos. Kertsker. No la podrás tocar ni con el aleteo de un hada corazón.

    Vivaldi se llevó ambas manos al rostro en señal de frustración. Se bebió el resto del licor en su copa y se levantó.

    Iba a darle las gracias a Blossom por su tiempo cuando la puerta se abrió y apareció frente a él.

    La figura atlética con piel puluda y bronceada, gesto altivo aunque con facciones atractivas. Cabello lacio y manos largas. Cruzó la puerta dirigiéndose a Blossom con estas palabras - ¡Kertsker quiere hablar con usted madame Blossom!

    Vivaldi se quedó estupefacto. Blossom igualmente.

    Cuando reaccionó madame dijo - ¿Kertsker? ¿Eres tú?

    Bianca se quitó un audifono y se lo dió a Blossom quien se lo puso.

    - Soy yo Lady Blossom. No tengo mucho tiempo. Ellos ya vienen. Lo sé, lo siento. Sabes que soy el mpas débil de Dolorum Humanitas pero tambipen el más talentoso, jajaja. Vieja amiga. hay que encontrar a Amano Rei. Esta mujer, Bianca Loretta, nos va ayudar.

    - ¿y por qué querría enocntrar a Amano Rei, la secretaria de mi jurado enemigo?

    - Blossom, querida amiga. Tenemos que hacerlo. Dracones Caeli. Ellos van a hacer algo indecible. Lo sabe Dot Hacker, lo sabe la interpol y te lo están ocultando. Yo lo sé. Quieren una cuenta regresiva.

    - ¿Una cuenta regresiva?

    - Si. Del 10 al 1. Y ellos dicen "El sol ya viene"
     
    #9
    Última modificación: 19 de Septiembre de 2025 a las 10:17 PM
  10. silveriddragon

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    XII

    La mujer de rasgos asiáticos internada en el hospital a mitad de la noche despertó haciendo unos ruidos terribles. Era como si no pudiera respirar y hacia sonidos como una sirena de patrulla de policía. Trataba de respirar con todas sus fuerzas. Mientras lo hacía unos recuerdos le llegaban a la mente.

    Un hombre corpulento la golpeaba salvajemente contra la pared mientras ella trataba de defenderse. Aún con sus movimientos mortales no logró darle en un punto vital. Aún con la katana no pudo asestarle un golpe. Los puños del hombre penetraban en puntos que evitaban que se moviera con agilidad y fluidez.

    El dolor comenzaba a cegarla y se desmayó. Pero los monitores alertaron a las enfermeras. Llegaron atropellándose un tanto por la premura de revisar que pasaba. Su ritmo cardíaco estaba alterado su respiración entrecortada. No lograba hacer que entrara aire a sus pulmones.

    Ella abrió los ojos y dijo una palabra en alto - Sifaciem - en un tono bajo pues su garganta estaba contraída.

    Las enfermeras le inyectaron un relajante muscular esperando que eso la liberara del espasmo que no le permitía respirar.

    Sus ojos se veían duros pero poco a poco se endulzaron. Estaba recordando algo más. Ella vestida con un traje negro siendo entrenada por su mentor Sifaciem. La había recogido de las calles y le había dado un motivo, una dirección, un sentido.

    Cuando el relajante muscular logró su cometido ella pudo decir más - Dracones Caeli, los hombres de la profecía no escrita, solo dicha, quieren limpiar el mundo. Se lo llevaron. ¿Dónde está mi katana?

    Las enfermeras no entendieron nada.

    - ¿Cómo pudo hacerme esto? Era algo antinatural. Su fuerza era bruta pero sus movimientos precisos. - terminó por decir la mujer.

    Una de las enfermeras le pidió que se calmara y le inyectó un tranquilizante. - Está bien está a salvo. Solo díganos como se llama.

    La mujer, hermosa, de rasgos asiáticos, alta y delgada dijo - Rei.... Amano Rei.


    XIII

    Bianca miró a Vivaldi quien le puso una cara de furia. - ¿Te pasa algo?

    - Me pasas tú, traidora. Ex agente, lamesuelas de una nerd tecnócrata.

    Blossom intervino - Hey, hey, corazón cálmate. - Y se llevó a Bianca aparte.

    - ¿Eres Bianca Loretta, el amor imposible de Kertsker, cariño?

    - ¿Amor imposible?

    - Oh, es verdad. No lo sabes

    - ¿Saber qué? Que él es un loco tecnoterrorista que hace bombas para acabar con los avances tecnológicos.

    - No, no, no cariño. No. él más allá de ser un tecnoterrorista es..

    Kerstker gritó a través de los audifonos. - ¡No! No se lo digas.

    - Debo decírselo Kerstky.... Confía en mi, Confio en ella. Después de todo este mundo está a punto de irse por un caño.

    Kerstker pareció garraspear y finalmente dijo en tono cansado - Está bien

    - Bianca Loretta... Kerstky está conectado a una máquina que lo mantiene vivo. él no puede moverse. Puede vernos por que es uno de los mejores hackers de la historia. Hicieron experimentos con él. Por eso odia a los cientificos.

    Bianca no podía creer lo que escuchaba. - Me estás diciendo que Kertsker es... o no es... No sé como decirlo. ¿Está lisiado?

    - No, Bianca No. Kertsker no puede moverse en absoluto. Controla todo a través de una máquina directamente desde terminaciones nerviosas. él iba a ser el primer cerebro híbrido creado en la tecnoesfera.

    - Gatita. - dijo Kertsker para que escuchara Bianca por el audifono que le quedaba. - cuando te encontré, tan salvaje, tan libre, pensé. Esta mujer es todo lo que yo no puedo ser. La adoro.

    - ¡Y me hiciste correr por medio Roma y luego me quemaste el rostro!

    - No pensé que ibas a arriesgarte de esa forma. En mi defensa yo intenté frenar el vehículo, pero había escapado del alcance de las señales de radio. Me arrepiento.

    Bianca estaba enojada ahora. No sabía que hacer.

    - ¡?

    Kerstker continuó - Ayúdanos gatita. Amano Rei fue golpeada salvajemente por un hombre inhumano, una masa de músculos que la dejó en coma. Encuéntrala.

    - ¡No!

    Vivaldi no sabía que estaba pasando. Así que se acercó y dijo - ¿Todo bien madame Blossom?

    - Oh si. Los tórtolos están discutiendo corazón.

    Bianca se tomó el cabello dudosa. - ¿qué es Dracones Caeli?

    Vivaldi dijo - ¿Dragones del cielo? Oh que carajos. ¿Están hablando de la secta Dracones Caeli?

    - Si, - dijeron Bianca y Blossom al mismo tiempo

    Vivaldi continuó - Son una leyenda, una secta que busca limpiar al mundo, reiniciarlo. Piensan que el mundo ya no puede salvarse. Necesita empezar de nuevo. Espera, espera, espera ¿ellos son los de las bombas?

    A través de los audifonos se escuchó un estruendo horrible. luego Kertsker dijo de manera tranquila - Ya están aquí Blossom, gatita. Déjame hablar a solas con mi gatita.

    Blossom hizo una cara triste y le entregó el audifono a Bianca - ¡Gatita! No estoy jugando. Me gustas mucho. Eres lo más parecido a un amor imposible.

    - ¿Por qué hablas así loco de atar?

    - Por que ya me encontraron. Dracones Caeli han estado eliminando uno a uno de los integrantes de Dolorum Humanitas. Primero fue Amano Rei, luego Sifaciem, ahora sigo yo. Están aquí gatita y no puedo hacer nada. No los pude detener. Con toda mi inteligencia, con todos mis recursos. Aquí están. Solo tiene que presionar un botón y el soporte vital se apagará. ¡ Cuanto envidio a los que pueden defenderse con manos y piernas! Regálame un útimo favor gatita.

    - Kerstker no bromees. Estás realmente loco.

    - Gatita, mandame un beso soplado a la cámara del celular de Blossom.

    Blossom tomó su celular, abrió la cámara y Bianca tímidamente lanzó el beso.

    Mientras en el sonido se escucharon las voces de dos hombres buscando botones en una consola. Hasta que uno dijo. Aquí está. Luego la voz de Kertsker chilló. - Gatita. Busca a Amano Rei. Búscala.


    XIV

    El anciano con su maletín llegó a una estación de tren y sonrió. Se sentó en una banca. Con sus lentes obscuros no podías adivinar del todo sus intenciones. Sus acompañantes hicieron los mismo en otras bancas. Miraban hAcia las vías tranquilos sin esperar o no esperar. Estaban vacíos. No intención, no deseos.

    Dracones Caeli les había emseñado eso. A no molestarse por el resultado. Solo hacer, un paso a la vez.

    Eran cientos, quizás miles. Recibían la verdad de publicaciones en código en sus buzones y en lugares subrepticios como fábricas abandonadas o a mitad del bosque.

    El primer mandamiento era obedecer. El segundo era colaborar. Y la profecía era sencilla. Diez de ellos harían de este un mundo nuevo. Sin la mezquindad del hombre, sin su corrupción y sus malos deseos.

    El mundo ya no podía ser salvado. De hecho el ser humano era el cáncer del mundo. Necesitaba ser eliminado para darle paso a otro ciclo. Uno donde el ser humano no lo devastara con sus malas decisiones. No había segundas oportunidades. Nunca las hubo. Dios no existía, era otro invento del hombre. Solo existían el hombre y el mundo. La naturaleza contra su creación.

    Hordas de hombres caminando sobre la tierra, expulsados hacia una tierra que no era suya. Pues la tierra siempre es prestada. Esas hordas pisaban a otras para hacerse fuertes y la naturaleza a su vez era sometida.

    Era el fin. Pero para ello debían eliminar primero a las dos fuerzas más grandes que controlaban este mundo. Dolorum Humanitas, que controlaba el poder político, que lo unificaba en una confederación de corrupción. Dot Hacker que daba esperanzas a una generación imbuida en avances tecnológicos que acabarían con el planeta.

    Dolorum Humanitas. Solo quedaba uno. El Dios Silente. El eterno anhelante de la inmortalidad. Quiso sanar a la humanidad y falló. Ahora debía pagar ese pecado.

    Dot Hacker, no aparecía pero ahora otras hordas la buscarían por ellos. La eliminarían o si no por lo menos la mantendrían oculta, anulando toda posibilidad de que interviniera.

    El anciano sacó el barco de papel jugueteó nuevamente como un niño y después subió al tren. Iba en dirección a Londres. Ahí se encontraría con su destino final. Una mujer italiana muy hermosa. La líder de todo Dracones Caeli.
     
    #10
    Última modificación: 19 de Septiembre de 2025 a las 10:39 PM
  11. silveriddragon

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    XV

    Eran las 2 de la tarde en Ciudad de México y ocurrió algo muy extraño. Todos los celulares sin excepción sonaron con una alarma y apareció un mensaje en la pantalla - Uno. El sol ya viene, la estrella más brillante de todas. Esta noche no se va a ocultar. El sol ya viene.

    Muchos comenzaron a comentar si no era una broma de lo más rara por parte de la empresa telefónica.

    Apareció después en los noticieros de la ciudad y extrañamente se confirmó que esto pasó en muchos países en diferentes idiomas, con diferentes operadoras telefónicas.

    Ocurrió lo inevitable. El temor. El miedo. Las personas dejaron de trabajar y fueron a casa. Otras se encerraron en las iglesias y sinagogas.

    El temor creció al recibir el segundo mensaje a las tres de la tarde.

    - Dos. El sol ya viene, es la estrella más brillante de todas. En mis manos brilla y dará a este mundo nueva vida. El sol ya viene.


    XVI

    Vivaldi carraspeó fuertemente al recibir el primer mensaje. - "El sol ya viene" ¿qué significa?

    Blossom miró incrédula su celular - El sol, puede ser muchas cosas corazón. Fuuu. En fin. Centrarse. - por primera vez dejó escapar de su voz algo de su anterior personalidad masculina. - Seamos inteligentes.

    Bianca aún en shock por lo de Kerstker se quitó los audifonos. Se sintió querida por primera vez. Y a ese hombre aunque loco le debía una. - ¿Dónde buscamos a Amano Rei?

    Vivaldi dijo - No tenemos que buscarla.

    - ¿Cómo?

    - No hay necesidad. Si está en coma la podemos buscar en la base de datos de la Interpol. - tomó la computadora de Blossom sin pedirl a lo que ella refunfuñó - ¡Corazón! No veas mis páginas eróticas.

    Vivaldi saltó hacia atrás. - Jajajaja... era broma corazón. Ya puedes usarla.

    Vivaldi entró a un sitio dando demasiadas contraseñas y después buscó todos los registros de personas en coma y obtuvo sus fotos, - Amano Rei es alguna de ellas Madame Blossom.

    La asesina miró un rato las imagenes hasta ver una con los rasgos asiáticos con cabello largo y la smanos largas. - ¡Ella, es ella!

    - Privat Drive 34 West

    Bianca dijo - ¿la interpol colaborando?

    - No, la interpol no. Vivaldi. Esto ya no es cosa de peleas callejeras y hackersitas haciendo el chulo con niñas menores de edad. Esto es serio. Dracones Caeli es peligrosa. Lo sé por que, ellos han gobernado a la Interpol por encima de Dolorum Humanitas...

    - Ajá, así que ahora lo admites.



    XVII

    Amano Rei despertó y pudo ingerir alimentos. Los pacientes del área de psiquiatría la espiaron asombrados de su belleza.

    - Ohh... Ahhh... despertó. Es más bonita despierta. Mira esos ojos.

    - Kekekeke... Siii... Slurp. La princesa ha despertado. Nos escuchó.

    - Come, come, gana fuerzas princesa, los hombres a caballo ya vienen.

    - ¿quienes?

    - los hombres a caballo, los malos que se la quieren llevar lejos.

    - Estás loco jejejeje. nadie se la llevará. Antes la defiendo. Y se puso la bata como si fuera un soldado.

    - Ahhhhh hahahaha. te acabarán. Son fuertes jinetes, uno con una espada en la boca.

    - Yo la defieeeeendo.

    - Ok ok. ok.. Ya, yo también.
     
    #11
  12. silveriddragon

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    XVIII

    Los pacientes de psiquiatría cayeron de un golpe. El hombre corpulento había entrado por la fuerza y rompió todo a su paso. Era realmente fuerte y ágil. Tenía la única misión de acabar con Amano Rei.

    Los pacientes solo alcanzaron a gritar - Salvate princesa.

    El hombre corpulento se encontró con una mujer débil con mirada feroz. Se iba a defender aunque no tuviera oportunidad. El primer golpe la azotó contra la cama. Luego ella esperó el siguiente golpe.

    Pero no llegó.

    Cuando abrió los ojos no lo podía creer eran tres personas tratando de sostener la mano de esa mole de músculos. Un hombre y dos mujeres. El hombre tambipen fuerte, una de las mujeres con las manos desnudas sudaba copiosamente y la otra con ayuda de unas bandas mientras sacaba con dificultad unas dagas.

    - Cariñooo... soy Blossom. La mejor asesina. Mejor que Sifaciem. - sonrió Madame Blossom mientras se abalnzaba lanzando dagas mientras con la otra tomó una katana para penetrar un punto vital.

    El hombre giró y dejó por los suelos Bianca mientras Vivaldi le asestó un golpe que pareció no hacerle nada. Las dagas llegaron a la espalda del hombre musculoso que las recibió como si no sintiera dolor. En cambio habló - El sol te dará caliente en la cara y esta noche no se va a ocultar.

    Soltó un golpe tan rápido que Blossom solo giró para recibir el golpe en la espalda. Se sintió humillada.

    Vivaldi aprovechó para tomarlo del cuello. - Detente ¿que haces?

    - Jejejeje. Bicho. No eres nadie. Este mundo debe ser limpiado de bichos como nosotros. Corrupción, muerte, deben irse.

    Bianca tomó fuerzas y le dijo a Vivaldi y a Blossom. - ¡Juntos!

    Así los tres golpearon en el pecho al hombre montaña quien por primera vez se tambaleó.

    Amano Rei no podía creerlo. Estaban salvandola.

    El hombre musculoso se enojó y tomó de la mano a Blossom. - Bicho, bicho, bicho disfrazado. Me das asco. Morirás. - y la apretó - unos segundos y crack. Tu mano será nada.

    Rei entonces tomó la katana de Blossom y asestó un golpe limpio mientras Bianca y Vivaldi lo tomaron del cuello para tratar de ahogarlo mientras se concentraba en Blossom.

    La madame Blossom escuchó como crujió su mano. Y dijo - Eres de lo peor cariño. Me has dejado imperfecta. Me las vas a pagar. y tomó otras dagas para asestarlas en sus ojos.

    El hombre aún así no se rindió.


    Peleó un rato más, hasta quedar ahogado en sangre.
     
    #12
  13. silveriddragon

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    Epílogo

    El anciano con su maletin y sus acompañantes llegaron a la estación de Sant Pancreas donde una mujer italiana muy hermosa. Delgada de cabello lacio y largo los recibió. Iba vestida de negro con motivos góticos. A su lado una mujer vestida de blanco con los ojos vendados sostenía una especie de báculo de metal.

    - Mi señora. Hecho está. El sol ya viene.

    - El sol ya viene Rosenrot. - dijo la mujer con vendaje en los ojos.

    - ¿La profecía?

    - Hoy Dot Hacker será humana para morir. El Dios Silente será inmortal. Y eso nos dará el sol que necesitamos.

    La mujer de negro sonrió - Solo quedan Diez horas. Lancen los mensajes. Esto será un festival. El sol será visto en todo el mundo. Ya viene. Y lo amo. Quisiera que todos compartieran este extasis. El mundo debe ser salvado. Te amo mundo cruel.

    El anciano sonrió y se inclinó ante ella, sus palabras eran duras pero a sus oídos eran dulces.

    Había sido elegido para lanzar el sol que ya venía. Solo faltaba que el Dios Silente disparara la máquina de la inmortalidad.
     
    #13
  14. silveriddragon

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