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El amor cura todos los males

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Jose Fercho Zam Per, 5 de Noviembre de 2025 a las 5:46 PM. Respuestas: 1 | Visitas: 83

  1. Jose Fercho Zam Per

    Jose Fercho Zam Per Poeta asiduo al portal

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    El otro día fui al médico, hacía mucho tiempo que no lo hacía.

    Después de un saludo protocolario, mientras miraba la pantalla del computador en su escritorio, me preguntó.

    -¿Cuál es la razón por la que vienes? Pues, hace años no asistias, según su historia clínica.

    Me quedé pensando o recordando, o tratando de expresar la razón. Pues, en realidad creo que son muchas las razones, respondí.

    Creo que se me adormeció el corazón…

    -Con exactitud, ¿qué es lo que tienes adormecido? Respondió con cara de preocupación.

    Creo que es el corazón, pero pienso que eso no me deja sentir nada…

    Sus ojos se abrieron, y pude ver en ellos un terror absoluto.

    -¿Y hace cuánto te sientes así? Insiste con preocupación.

    Pues creo que desde hace unos 8 años.

    -Sube a la camilla para poder revisar su corazón…

    Al rato me dice.

    -No sé cómo decirte esto. Pero, su corazón está bien.

    - A juzgar por lo que dices, diría que estás siendo un tanto exagerado.

    No señora, perdón, estimada doctora, llevo años pensando cómo mejorar mi vida.

    Desde que mi esposa falleció, las cosas no son lo mismo que antes.

    -Ahora voy entendiendo de que se trata esto… ¿Tuviste un buen matrimonio?

    Claro que sí, le dije con gusto.

    -¿Y te has tomado algunas vacaciones?

    Si señora, varias veces. Pero eso no es lo mismo sin ella. Extraño como éramos antes, sus abrazos, los besos, los tiempos de soledad juntos por el parque, o por el campo.

    Y, lógicamente, las discusiones o los malentendidos. Pero ya lo sabíamos llevar sin que trascendiera.

    -Escúchame, ¿cuándo fue la última vez que algo te importó de veras? ¿Qué es lo más importante para ti, ahora?

    No lo sé, vivir, tener, salud, algo así.

    -No creo que eso te motive en verdad.

    Sí, bueno, eso creo también.

    -Te voy a remitir al psicólogo, ¿está bien?

    No lo creo, pues no me siento loco ni cosa parecida.

    -Te sorprenderás…

    Demonios. Me dije.

    Respirando pausadamente me fui de allí.

    Somos como el agua y el aceite, me dije.

    A los bastantes días después, contesté una llamada, y me dijo.

    -Hola Héctor, estamos preocupados por usted. Parece que has estado muy ocupado, pues no has respondido al teléfono. Te hemos llamado varias veces para concertar la cita con el Psicólogo.

    Ah, sí, he estado ocupado. Estuve luchando contra unos entuertos, pero creo que ya los vencí.

    -Claro. Entiendo. Y de dónde surgieron.

    Bueno, es cuando uno no se siente bien, y termina peleándose con todos y con todo. Hasta con uno mismo.

    -Ya, Ok. Sabes que el psicólogo te puede ayudar con todos ellos, ¿verdad? ¿Lo entiendes, cierto?

    Eso creo. Algo he escuchado al respecto…

    -Entonces, ¿para cuando agendamos la cita? Quieres con un hombre o con una mujer.

    Pues si toca, entonces que sea con una mujer que entienda de lo que hablo. Vale.

    Esto es una locura, pensé.

    Por querer comprender el corazón de la gente, y con la idea de la terapia entré por primera vez en su consultorio. Al entrar sonreí y saludé; “buenas tardes, doctora”.

    Algo en mí, despertó su curiosidad y, por alguna razón, también cierta inquietud.

    Me senté en el sillón, y dije; “no estoy seguro de por qué vine”. Tal vez porque me dijeron que lo hiciera.

    La cautela no es lo mío, le dije. Yo voy directo al asunto.

    - ¿Héctor, si te hago una pregunta, me darías una respuesta sincera?

    De pronto, le dije. Ese es mi estilo.


    -¡Usted en verdad amaba a su esposa?

    No sé de qué está hablando, claro que sí. Por todos los cielos.

    -Lo siento, pero tenía que preguntar.

    Ok. Está bien.

    -Y, qué haces cuando llueve, o cuando está soleado. Piensa en ella.

    Obvio, Mi problema no es si la pienso, es lo mucho que lo hago.

    -He ahí el problema.

    Gracias por recibirme doctora, es que, para mí, los psicólogos son para los locos.

    -Bueno, lo entiendo. Y, gracias por venir.

    Y para responder a su pregunta anterior, cuando llueve estoy en casa, y cuando hace sol también.

    -Pues ese es el problema. Debes salir y hacer amistades, deportes y más cosas.

    Yo lo hacía seguido, pero resulta que me quedaba mirando a la gente caminar, y de repente me conmovía por una enorme sensación de curiosidad.

    ¿Qué llevaban en sus bolsos las mujeres, que estarían pensando de sus parejas, si se conocían lo suficiente como para perdonarse sus ofensas?

    Quería tener la capacidad de proteger sus almas.

    Empecé a ver cosas que antes no veía.

    Me estaba picando por dentro la cabeza.

    Pensaba que, si podía reparar el corazón de los humanos, el mío también lo haría.

    Sabes, hay quienes se envuelven en el dolor, yo prefiero analizarlo todo.

    Yo amaba el mar, allí es a donde ella quería ir.

    Pero las veces que he ido, me la hacen recordar.

    Aunque después de unas varias citas, no volví por allá, cada que cerraba los ojos, sentía sus preguntas en mi ser. Me comenzó a invadir un deseo prohibido por ella, que nunca había sentido.

    A los pocos días la visité y la invité a salir, pero, en cierto modo, ella me rechazó. Con el cuento ese de “medico paciente”, por lo que cambie de doctor y todo comenzó a funcionar mejor.

    El amor está a la vuelta de la esquina, pero a veces estamos tan ocupados haciendo nada que, no lo podemos ver.

    Ahora las caminatas, la playa, los caminos y los paisajes se visten de colores espectaculares.

    Todo volvió a tener sentido…


    JoseFercho ZamPer.
     
    #1
    Última modificación: 5 de Noviembre de 2025 a las 8:42 PM
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  2. Alde

    Alde Miembro del Jurado/Amante apasionado Miembro del Equipo Miembro del JURADO DE LA MUSA

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    Muy triste esa experiencia personal de un hombre que, tras años de lidiar con la pérdida de su esposa, busca la ayuda de un médico.
    Mucha nostalgia y recuerdos.

    Saludos
     
    #2

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