BEN. 20 de Septiembre de 2018
Magistral cuento breve, querido amigo Miguel: me entusiasma el lenguaje elaborado y rico que empleas para desglosar la vida intensa de este sujeto de placeres carnosos y carnales; es magnífica su lectura, como si leyeras el fondo lechoso de un río o la corriente mínima de un estanque en días de invierno; entre el mítico Macondo y Pío Baroja, encuentras tu sitio a la perfección, aunque puede ser que exagere un poco. Me encandiló de principio a fin, Miguel. Un saludo-.