Apache.

¿ Por qué no me llaman ?
No cuentan conmigo.
Sus fiestas son despampanantes.
Viven en Democracia. De eso, soy testigo.


Yo, aquí, mientras tanto, en mi reino de los Apaches.


Aquí, con mi bicicleta de montaña, camino por los senderos, amortiguando los baches.
Aquí, si llueve, acumulamos el agua en grandes vasijas.
Aquí, entregamos para el matrimonio de conveniencia, a nuestras hijas.
Y sí, somos guerreros por naturaleza. No fuimos capaces de inventar esa bebida espumante que es cerveza.


Y bueno... Nos acorralan en unas reservas indias. Sí...





Pero yo quiero hacer hincapié en la economía, la ecología y la psicología.
No es tanto, bailar alrededor del fuego, o fumar drogas.
Ni brujería.
Es simplemente, respeto al planeta Tierra. No lo contaminemos.


Menos fiestas despampanantes, por favor. No todos se llaman Rómulo y Remo.

 

Estás siguiendo una tendencia positiva en tus versos, porque tus poemas salen más compactos, y con un hilo más definido.

 

Se madura la espiga en los trigales. Se maduran los versos en la pluma del poeta. Felicitaciones sinceras. Un abrazo indio.

 

¡ Gracias, amigos !
Sí, incluso mi voz resuena ahora, más madura.
Creo que estoy sentando la cabeza.
Me estoy casando. No sé con quién, pero se me da muy bien.

 

anda y yo pensado que te llamabas Vicente Fernández, rayos!!!

 

No tengo esa suerte.
Yo soy Nommo, marqués de Calatrava, para servirle.

 

Jajaja. No será un alias??

 

Soy Nommo, marqués de Calatrava, y empresario de la marca Commodore ´64. Mis ordenadores personales se quedaron obsoletos, con lo cuál, convertí mi fábrica en un objeto volador no identificado, con el cuál, me traslado por el ancho mundo, merced a la energía obscura, a la que le saco partido, en unos nuevos motores. La energía obscura ayuda a que la masa de mi O. V. N. I. sea repelida por la masa del planeta Tierra. Y salimos escupidos, a toda potencia. A toda máquina. Siendo más fácil el transporte aéreo, una vez que flotamos.