Bloqueo

A veces la rabia es tanta que no se puede ni escribir. Uno deja de ver los guacamayos que, con sus alegres tertulias, surcan la mañana.

Y solo ve en un blanco sucio, acremado, espeso.

Y tiene -uno- el corazón en los puños, en los ojos turbios y filosos desconfiados, en el corazón muerto... sí, en el mismo corazón antes vivo, el corazón pateado.

...

¿Es que pueden hacer algo por uno las palabras?

 

no!!! al final del punto y coma, siempre queda algo...miserablemente, afortunadamente, etc......y que bello es eso, al final.

Me ha gustado tu microprosa...lo tiene todo.
saludos.

 

Ojalá quede perdón, que quiero darlo pero no me nace. Gracias por comentar.

 

Todo se desluce con la ausencia, es un pasaje que nos arranca de un tajo el titilar de las emociones y no hay palabra milagrosa que produzca el milagro que esperamos. Y mientras transcurre vamos pasando de etapa en etapa, luego el corazón sigue latiendo, y "tiene" que perdonarse para poder eximir, mirar y sentir de otra manera a quien le procuró el daño.
Breve y tan precisa micro, espejo en donde también me he mirado.
Y que bueno poder llegar a tus letras Julio César
Un abrazo en esta mitad de semana
Camelia

 

Tal cual, compañera que sabes mirar la vida. Gracias por venir hasta este poema que casi siempre estuvo olvidado en un rincón, como esos cuadros viejos en los que nadie repara colgados en las paredes... y ya. Lo hice en un momento en el que no podía hilvanar dos pinches versos sin que me jodiera el corazón como si le sacaran a uno de cuajo una uña con una navaja. Luego transcurren las etapas de las que hablas, sí. Y es antieconómico vivir molesto y des-dichado.

Que estés bien, querida compañera. Un abrazo fuerte.

 

Saludos, Maestro. Sí. Esperanzas vanas que solo rompen más lo ya de suyo roto. Muchísimas gracias por venir a ver estas líneas escuetas, llenas de gris humo, o de ese blanco pastoso y espeso tan característico de lo que perdió la vida. Le deseo todo bien.