Deshojándose

Al terminar la mudanza, ella comienza a desembalar. Cuando todo se encuentra en su lugar observa por la ventana que está anocheciendo y cierra la puerta trasera. Con un nudo en la garganta descubre que olvido embalar el quejido de la puerta y la diminuta flor en crayón dibujada en la pared.

 

Definitivamente, hay cosas que no pueden llevarse, que solo habitan el recuerdo emotivo. Sin embargo, esas fotos mentales tienen la capacidad de hacerse eternas.
Tu manera de narrar toca el corazón.
Fue un gusto leerte
Abrazo y feliz casi finde.

 

Buenas tardes
Unas cortas, pero lindas letras pones a mi entrada
Gracías
Un saludo

 

Asi es Cecy, a medida que transcurre la vida uno va perdiendo partes de sí mismo en contra de su voluntad. Ayuda aferrarse a la memoria mientras esta nos acompañe. Me alegra enormemente que te agrade el escrito y te agradezco muchísimo tus palabras. Un abrazo con miles de sonrisas y que pases un hermoso fin de semana.

 

Gracias Fabiola por tu paso por mis letras y el tiempo dedicado a la lectura y comentario. Un abrazo con sonrisas.

 

Son cosas que solo podemos transportar en nuestro interior. Él es el cofre de todas nuestras vivencias.
Me gustó tu microrrelato.
Felicitaciones.

 

Muchas gracias Emi por tu visita y tu bello y acertado comentario. Me alegra que te guste mi escrito. Te dejo un abrazo y la bienvenida a este espacio, el cual espero que disfrutes mucho.

 

Todo mi agradecimiento Maestro por tu gran comentario que tanto aprecio. Es una enorme alegría saber que te agrada mi escrito. Un abrazo.