Día Nauseabundo

El destino me arrebata la felicidad de mis manos, no entiendo que quiere de mi si mi corazón de tantas cicatrices se a envenenado, es un reto llorar cuando no se puede explotar , mis lagrimas secas me hacen un nudo en la garganta, se empañan mis ojos por cualquier luz de esperanza, convirtiéndome así en la sombra muerta que deambula en el olvido
No estoy invitado a la comedia de esta vida absurda, pero si a ser su espectador, acribillado por esos rostros sonrientes que me recuerdan el hecho de no poder compartir felicidad alguna, cuantas veces no quise pintar una sonrisa en mi rostro, para ser borrada por una cachetada, no me culpen por ser vulnerable, no se puede cambiar mi naturaleza humana
La vida nos da forma en su rastro en el tiempo, no es mi culpa que la mía tome forma de un minotauro en un laberinto de incertidumbres, encadenado a recuerdos baratos que me atan, dejándome sin salida, en esta isla remota llamada soledad