Días prestados.

Ese día amaneció con un aire inusual que no había tocado ver en Diciembre, por la tarde brevemente dio tregua para luego colmar el cielo con gordas nubes negras y luego de "una escupida" el aire regresó más frió, cruel y con aguanieve.

Ya entrada la noche, ni el calentón hizo menguar el gélido ambiente decembrino por lo que Paula quien estaba ya en su extensa cama enterrada bajo las cobijas, en pijama de algodón blanca frotándo sus pies uno contra otro intentando calentarlos en vano, se vio obligada a levantarse de su lecho y colocarse las pantuflas de perritos cafés que había comprado esa fría tarde por $289 pesos para cruzar su colorida recámara decorada con muchos ramos de rosas artificiales acompañadas de su respectivo follaje, con la firme convicción de pegar tape en la puerta y las ventanas de la sala que era separada de su alcoba por solo un par de escalones, ella creía que eso impediría que el aire se colara por ahí.
Cuidadosamente pegó en la primer ventana y una vez completa, vio a través del cristal frió y empañado por su respiración como la calle estaba mojada y pequeñas bolitas de nieve descendían desde el cielo y flotaban lentamente movidas a capricho de la gélida brisa invernal, la joven volvió la vista hacía su sala con paredes de papel tapiz en tono verde aguacate con pequeñas hojas en tono verde claro y pensó:
-"Soy muy afortunada en tener un techo sobre mi cabeza".-
Paula caminó dos pasos para llegar a la puerta y comenzó a coloca el tape cuando escuchó que un auto se estacionaba caminó dos pasos más hacía la otra ventana y apartando con su mano izquierda la cortina roja se asomó cuando frente a ella apareció una mano golpeando la ventan, la joven espantada saltó del susto hacía atrás y sintió como si su corazón se le fuera a salir por la garganta lo que la hizo llevar ambas manos a su boca entreabierta y permaneció así medio minuto hasta recobrar el sentido y darse cuenta de que alguien tocaba su puerta, lo pensó un momento antes de asomarse de nuevo por la ventana y al hacerlo distinguió entre la negrura de la noche la cara de un hombre joven de piel blanca y abundante cabello negro, cejas espesas enmarcado unos pequeños ojos y labios delgados que se abrieron para preguntar:
-"¿ Buenas noches tendrá agua que me regale, por favor? "-
levantando un garrafón amarillo con etiqueta de "anticongelante"
Paula desconfío, pero al escuchar toser al hombre recordó que nevaba y el frió era inmisericorde, ella era demasiado noble para dejar en tan fea noche a un cristiano, ella de nuevo apartó la cortina buscando con la mirada otras personas pero sólo vio el auto rojo que al parecer conducía el hombre y se había calentado más de la cuenta, por fin, se decidió a ayudar a aquél extraño, quitó el cerrojo de la pesada puerta blanca y al abrirla se escuchó ese rechinido propio del metal oxidado, la chica siin cruzar palabra con el extraño el garrafón y
entrecerrando la puerta atravesó de 9 pasos la sala y llegó a la cocina para llenar dicho garrafón, dado que desde la cocina tenía un poco de vista hacia la puerta ell vigilaba y dado que su atención se centró en eso, no se percató de que el agua se derramaba fuera del garrafón, no fue sino hasta que sintió en sus manos la frialdad del líquido que se dio cuenta del hecho y volvió sus ojos a la tarea la cual intercalaba con la de la vigilancia y una vez lleno el contenedor amarillo cerró la llave pero justo en ese momento sintió un jalón de cabello seguido de una fuerte sacudida, Paula gritaba:
-"¡¡¡No por favor sueltéme, me lastima, ayuda!!!"-
El hombre sin que ella se diera cuenta cruzó la sala en silencio y ahora se abalanzaba sobre ella con rabia y desesperación, su tosca y deteriorada mano izquierda apretában con ira los frágiles senos de Paula
quién con terror forcejeaba dando manotazos intentando liberar su cabello de la mano derecha del hombre por él parecía excitarse más con la resistencia que la joven rubia daba.
La lujuria de 30 centímetros dio la orden de iniciar con lo planeado;
asestado un fuerte y certero golpe en la cabeza el hombre hizo desmayar a Paula quien cayó estrepitosamente en el suelo de la cocina e inmediatamente su ropa fue desprendida con apremio y cuidado de su cuerpo, pocos minutos después Paula estaba desnuda sobre el mismo suelo que la vio caer, su cabeza sangraba pero eso no impidió al hombre de cabello oscuro y gran altura despojarse de sus pantalones y calzoncillos para luego penetrar con violencia e irá dentro de la blanda y hasta ésa fatídica noche de invierno virginal intimidad de la joven quien seguía inconsciente mientras su pezón izquierdo era mordido por dientes afilados casi al punto del desprendimiento a la par que su vagina era violada. El sudor inmundo de ése hombre alto y delgado se derramaba sobre las mejillas de Paula y fue entonces que ella comenzó a moverse dando indicios de ir recobrando el sentido, mas al percatarse el atacante la abofeteo gritándole sin dejarla de violar:
-"¡Despierta perra durmiente que ahora eres mía y te voy a dar por dónde más te va a gustar y ya verás como luego me implorarás por más, despierta!"-
Hubiera sido mejor que Paula no volviera en sí ya que de inmediato se dio cuenta de que ése extraño estaba dentro de ella y comenzó a sentir el ardor, terror, impotencia y el dolor de su aberrante realidad, haciendo uso de todas sus fuerzas liberó sus brazos antes apricionados por el amplio pecho del bastardo para atacar sus ojos abiertos de par en par e hipso facto gritó del dolor producido por las uñas de Paula abriéndose paso entre la iris del atacante:
-"¡¡¡Haaa mis ojos qué me hiciste maldita perra! !!"-
Paula aprovechó para darle un rodillaso bien puesto en los testículos al bastardo que aún tenían la prueba fehaciente de su virginidad,
inmediatamente el hombre cayó con todo su peso sobre ella quien con furia y valentía lo arrojó a un lado para ponerse en pie lo mejor que sus lastimado cuerpo le permitió, pero su cabeza daba vueltas aún por el golpe y sintió algo caliente bajar de su pecho al vientre, fue entonces que vio su pezón izquierdo bañado en sangre y unido sólo por un pequeño hilo de piel a su seno
lo que la horrorizo aún más y la hizo gritar entrecortado:
-"¡Alguien por favor ayuda, ayuda! "
A lo que el hombre en el suelo contestó
-"Para ti no hay nada sólo mi falo en tu trasero zorra"-
Sus palabras lejos de infundir terror en ella le llenaron de coraje y corrió lo más rápido que su dolor le dejó hacía el cajón de la alacena dónde tenía varios cuchillos y el que sus manos magulladas buscaban era el cebollero, de pronto se vio envuelta en la misma situación vulnerable de antes; las manos ensangrentadas del hombre tiraban de sus rubia cabellera matizada de rojo sólo que esta vez ella hizo uso del cuchillo encajándoselo en las costillas al agresor quien calló de rodillas con gesto de sorpresa y diciendo:
-"Bien hecho, ¿Ahora qué harás matarme? No tienes las agallas perra"-
A lo que la desnuda y sangrante mujer contesto jadeante de ira y temor al mismo tiempo:
-"¡Cállate hijo de perra, por qué me hiciste esto yo ya tenía los días contados el maldito SIDA ya me había quitado toda esperanza de vivir, no entiendo por qué demonios el destino me jódete tanto!"-
Escuchando la palabra SIDA el atacante ahora se sentía violado, miraba a todos lados desconcertado y por un momento había olvidado la herida en sus costillas e intentó ponerse en pie mas el agudo dolor le atravesó el pecho entero y de nuevo cayó de rodillas cerca de Paula quien al verlo tan cerca se alejo un poco mas y tomó una sartén con la mano libre, al ver el hombre que aún era capaz de infundir miedo en ella la miró burlonamente y dijo:
-"Qué pasa perrita, ¿Es que ya se te bajó la valentía?-
Dime una cosa ¿cómo es que siendo virgen tienes el maldito SIDA, qué acaso te han perforado el ano solamente maldita zorra?
Acto seguido él escupió en sus pies y ella con la sartén le dio un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó aturdido unos minutos, luego sentía como su flaco cuerpo era golpeado repetidamente por ésa misma sartén y a lo lejos escuchaba la voz jadeante de la chica que decía:
-"¡Maldito seas, no es culpa mía que por querer ayudar a alguien al donar sangre me haya infectado!"-
En ese momento él recobró el sentido y despertó de forma tan repentina que asusto a la encolerisada chica obligandóla a alejarse de su golpeado cuerpo. Así transcurrieron los minutos; él sentado en el suelo cada vez más manchado con la sangre de la rubia y la suya, Paula apenas de pie desnuda y ensangrentada con la respiración agitada, las manos atentas a cualquier movimiento de "su contrincante" quien le sostenía la mirada de sus tristes ojos verdes con el derrame incluido, de pronto él por fin dijo en tono casi amigable:
-"Vaya, está es la primera vez que sigo en casa de una... Chica luego de... hacerle el amor, dime si no hubiera sido yo tu primer hombre ¿quién hubieras querido que te lo hiciera? No creo que seas de las tontas que creen en el Príncipe azul, pero quizas si te hubiera tratado como las otras mujeres, quizás el acecho previo, las artimañas de las flores y esas curcilerías. .."-
Y fue interrumpido por Paula:
-" Eres un maldito enfermo, ¿A cuántas mujeres has violado, estúpido esto para ti es amor? Seguramente a ti de niño te violaron y quieres hacer que paguen justos por pecadores, ¿Ya violaste también a el perro que te hizo esto ó fue una mujer? ¡Maldito bastardo!"-
Él contestó con voz serena:
-"Fue mi madre.
Una vez escuché decir que cuando el Diablo está aburrido viola a sus hijos...
Y sí ya le pagué con la misma moneda, luego le di "cristiana sepultura" y de paso le quité a
mis hermanos pequeños que igual que yo ella violaba cada que se drogaba... Yo sí hice "justicia" y tú ¿Tomaste "justicia" por tu acto de bondad? ¿Qué piensas hacer conmigo? "-
Paula escuchó sus palabras y éstas hicieron eco en sus entrañas,
Él dijo en el mismo tono calmado:
-" Como yo lo veo estamos a mano, tú mi despampanante ángel has dejado una enorme huella en mí (señalando sus costillas y sus ensangrentado ojos) "-
Ella lo examinó detenidamente y vio que en sus piernas había cicatrices de quemaduras de cigarro, vio las cicatrices en sus muñecas que delatan a quien se ha intentado suicidar, luego lo vio incorporarse con lentitud como para no alarmarla, sus ojos vidriosos se quedaron fijos en el pene del hombre que aún continuaban erecto con una mezcla de sangre y semen que la horrorizó y la hizo temblar para luego decir con decisión:
-"No, tú no te irás de aquí, no permitiré que vivas días prestados desgraciando la vida de mujeres inocentes con tu maldita locura y mi enfermedad. .."-
La chica con cuchillo en mano se abalanzó sobre él con furia y fuerza hasta para ella desconocida buscando con frenesí el pecho del hombre que para sorpresa de ella no dio pelea y sólo se limitó a recibir el castigo merecido que influía sobre sus carnes el cuchillo cebollero, Paula no se detuvo en el cuarto sino hasta el octavo ya cuando él nisiquiera gemia se detuvo en seco y se miró en los ojos del agresor cuando de pronto él le arrebató el cuchillo y se lo encajó en el vientre para luego acercar su frágil y femenino cuerpo al suyo, él sintió como Paula temblaba y le dijo al oído:
-"¿Nos vamos señorita? Si es verdad que existe vida después de la muerte quizás podamos empezar bien rubia preciosa. .."-
A lo que ella asintió con sus últimas fuerzas vitales pensando:
-"Al menos él me liberó"...-

Y ahí esa fría noche invernal
sobre ese suelo de cocina
cada vez más manchado por lágrimas, sudor, semen y sangre
terminó la vida de un violador
y una mujer
que igual que el sólo vivía días prestados.

Fin.

 

Maramin es un verdadero placer que ud haya invertido tiempo en mis letras, saludos desde mi turbio Lago

 

Exelente relato querido amigo, a veces hay seres miserables que no merecen vivir en este mundo, y dan ganas de ser el angel de la muerte, para buscarlos y guadaña en manos, decapitarlos y llenar sacos y sacos con cabezas infernales.
Rodrigo del Río

 

Celebro mi estimado colega que mi texto haya sido de su agrado y sí falta justicia en la Tierra pero cuando la vela se extingue se ajustan cuentas, saludos desde mi turbio Lago.

 

Magnífica prosa compañero, mi enhorabuena.
Cuentista.