Eclipse

La noche se aproxima a paso rápido, veo el reloj, es más de media noche, el tiempo no perdona mi estado emocional, me he perdido más de tres horas en mis pensamientos. Un mar de dudas inundan mi interior, los sucesos de los días anteriores golpean mi mente.
Me pierdo en mis pensamientos una vez más.
¿Qué paso? ¿A dónde fueron esos sueños?, me pregunto una y otra vez.
Mamá me ha dicho que Dios se interesa en nuestros dolores, pero… francamente en este momento me acechan mis temores

Mis dudas se parecen a la luna en un eclipse, opacando la luz.
Tres de la mañana, me dispongo a dormir, parece que una vez más las dudas opacan la luz.

Exploto contra Dios; expongo mis dudas a gran voz.
En ese instante un rayo de luz logra esquivar a la luna, y logra su objetivo
Me hace sentir que en verdad Dios me escucha; ¿me estaré volviendo loco? Mis dudas siguen ahí pero con menor fuerza que ayer.
Parece que el ambiente en la habitación cambio, parece distinta.
Abro bien los ojos y todo sigue igual- ¿acaso esto es lo que las personas llaman la presencia de Dios?- me rio y pienso- ahora sí que estoy loco. Pero esto que siento me intriga, no se parece en nada al sentimiento de ayer.
Busco respuestas lógicas pero algo en mi interior me recuerda, que esto es un asunto del corazón y no de la mente.
Me dejo llevar por el ambiente en la habitación…
El sonido de los autos me despierta, anunciando que un nuevo día comenzó.
¿Fu real, fue un sueño?, nuevas dudas remplazan a las anteriores, las cuales las tendré que resolver esta noche.
Por el momento solo sé que un eclipse no dura toda la noche.