Él caminante

¿Qué me adentré a las fauces del enemigo que juega conmigo?

En el infierno guardan los nombres de los hombres, porque al final nosotros parimos el mal.
Con lágrimas de un Cristo se guarda los horrores que esconden los errores de los sin razón, en pecado humano dadme atención, porque mi triste voz solicita favor, mis penas se esparcieron en el corazón pues no hay compasión.

Sentenciada y juzgada me siento Yo, pues el poder humano es una tontería, que tropiece y caiga es el cruel dolor, impía es la gente que se cree inocente, monstruos arrogantes que se muestran repugnantes blasfemaron contra el caminante, pero él enmudece a todo aquel que entristece; pues en acciones ilícitas son hallados.

Los lobos se visten de corderos, corrompen la verdad, el ganado que los sigue son imprudentes, ¡Escuchadme mundo de pacotilla!, oscuros son los cultos que expresan flores, dulcemente se muere en alma, pero la pena eterna es letal, el mal imita al cielo, y el cielo los vomita: Entonces no inclines tu rostro ante "Santos Humanos", porque cargan con la ramera babilónica.

 

Ser humano es percibir lo existente y gustar ello, aun si fuese pecado, me encanta la seducción atormentada de sus líneas, cada vez me adentran a el castillo con erótica desesperación. Cruelmente hermoso.

 

¡Muchas gracias!
Las verdades son crueles, pero muestran belleza en sus formas.
¡Que tenga un hermoso día!