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En Soledad

Discussion in 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' started by Leaa VII, Jun 24, 2012. Replies: 0 | Views: 1135

  1. Leaa VII

    Leaa VII Poeta recién llegado

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    En Soledad

    [​IMG]

    Estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación…
    Ernesto Guevara, El diario del Che en Bolivia


    Me levanté muy dolorido al mediodía en contra de mi eterno ritual de madrugador, con el paso de los años he perdido el hábito y ya el tiempo carece de valor para mí. Hacía mucho frío esa tarde (como todos los días, a toda hora), el clima es muy húmedo, la escarcha se adueña de los pastos resecos y ya resulta raro estar un día sin que la lluvia moje mi cara de impúber. El viento estaba desafiante y helado, se escuchaba un silencio ensordecedor a mí alrededor, ya nadie visita a mis vecinos o a mí, nuestros compañeros hace tiempo se marcharon y nos dejaron solos.

    El cuello y la espalda me dolían casi tanto como esas manchas bordo que tenía en mi pecho pálido y lampiño. Cosas raras me han pasado en mi vida de soldado, soporte el martirio más horrendo sin siquiera lagrimear y ahora me quejo de unos leves dolores musculares. No es que no agradezca el respeto y admiración de mi pueblo, sólo que esa cama dura e incómoda, y ese hogar tan tenebroso no satisfacen mis ambiciones, pero creo que es lo justo, dado que ningún soldado de mi rango ha ganado más que yo, y nuestras familias y amigos aprendieron a vivir con ello.

    Con mucho esfuerzo salí de ese cuarto mohoso, empecé a caminar lentamente entre las fachadas blancas de mis compañeros, estaba saturnino, cansado, no tuve ánimos para arreglarme (ya nunca los tenía) así que salí de mi casa desgreñado y un poco harapiento. Como de costumbre me fui sin llave, no necesito cerrar la puerta, las explosiones amenazantes amedrentan a los vándalos y a los adolescentes pueriles de acercarse mi casa, nunca me he encontrado una mala sorpresa al llegar. Me gustaría tener nuevos vecinos, mi vida se ha vuelto un tanto monótona con los años y las visitas son algo inusual.

    Empecé a caminar hacia el bar Hot Beer, nunca me gusto andar en micro, atravesar calles y plazas a pie siempre me pareció relajante y me ayudó a aclarar mis ideas. Me adentré en los caminos desolados, con nostalgia recordé las tardes de niño en La Plata cuando paseaba haciendo crujir las hojas resecas, me resbalaba con las semillas de los tilos, y me rodeaba un paisaje rojo y amarillo.

    Entré con los andrajos mojados a la hedionda cantina, el piso estaba pegajoso y los tablones rechinaban, estaba decorada con telarañas en los tirantes, vasos vacíos en las mesas sucias, llenas de cascaras de maní, y borrachos en las mesas jugando al bridge y al corazones. Se me apareció un gringo desaseado y barbudo con el ceño fruncido que me atendió con voz ronca, digna de una garganta castigada por la ginebra y el tabaco. Le pedí una medida de whiskey barato (no importaba cual pida, ninguno me sabría a algo) y me quedé sentado en la banqueta coja balanceándome como un infante, escuchando el partido que el cantinero seguía por su radio. Por el parlante se escuchaba un tano excitado que según parece quería ser escuchado en África, y en el bar se murmuraban quejas y lamentos en un inglés arrastrado que no llegué a entender.

    Salí de la taberna sin que el whiskey me haya hecho efecto y me dispuse a contemplar el mar agresivo, la lluvia se había intensificado y el viento me dificultaba el caminar. Enfrente la ventisca indeciso y admire la luna que empezaba a aparecer en el cielo nublado y oscuro (estando tan al sur los días son muy cortos). Soñoliento, reflexivo e igual de taciturno que al mediodía, decidí avanzar contra la espuma fría y salada, ya no quise volver a ese agujero con olor a injusticia, preferí entregarme al mar y dejarme a su suerte que perder otro día transitando entre extraños en mi propia casa. Puede que sea lo mejor, o no, de cualquier forma no podré descansar en paz, no hasta que se me devuelva mi juventud y mi tierra.

    Leandro Troncoso
     
    #1
    Last edited: Jun 24, 2012

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