Eres...

ERES...

Eres el resultado de una mentira piadosa y a la vez despiadada, que me hizo creer que podría lograrte alguna vez. Eres el despertar de una pesadilla sublime, que nos proyectó caminando de la mano en una playa hermosa, dejando profundas huellas en la arena de la felicidad, mientras observábamos un mar azul, con olas de eternidad. Eres la imaginación que atormenta mis fantasías, cuya realidad a golpeado mi rostro tantas veces, que me es imposible reconocerme al verme reflejado. Eres la realidad que ha condicionado mi existencia, que me hace dudar si aún sigo vivo, o si es mi espíritu quién escribe estos versos, con aires de desprecio ante tu indiferencia. Eres la pena que condena mi dicha, que me hace sonreír al mundo, mientras llora desconsolada mi alma. eres la frialdad que limita mis sentimientos, que ha creado una barrera muy fuerte en mi interior, que sólo me permite filtrar deseos carnales en seres que ignorando mi realidad, me ofrecen incautos su corazón. Eres una aguda espada sin filo que atraviesa mi corazón, y que desangra mi espíritu de a pocos, dejando una herida profunda que no desea ser cauterizada, dejándolo sin esperanzas de un juicio final. Eres la lujuria que condena mi alma, que me acerca cada día más a las llamas ardientes del inframundo, para sufrir entre condenados, cuando tenga que rendirle cuentas a lo desconocido. Eres el deseo que me lleva al sadismo, que ha acostumbrado tanto a mi dolor, que ya no me es extraño ver vertir mi sangre sobre mi cuerpo moribundo y eso aunque suene tétrico, me fascina. Eres la demencia que limita mis sentidos, que me hace vivir en un mundo sugestivo, haciéndome caminar cabizbajo, sin rumbo, y sin una razón. Eres la inspiración que alguna vez te sorprendió, la que hoy detesto, porque no consigo independizarme de tu escencia en mis escritos. Eres el resplandor de una intensa luz oscura, que hiere mis retinas, y que no me permite mirar al cielo en mi búsqueda de redención. Eres el escepticismo que me impide invocar al creador, para pedirle fuerzas para enfrentar los demonios de tus recuerdos, que alguna vez se presentaron como ángeles del mundo, ángeles caídos. eres aquél virus indetectable que ha borrado de raíz todos los archivos donde tenía guardado recuerdos hermosos, con personas que en mí existieron antes que tú, eres la pesadilla de un sueño hermoso, mi principio y mi fin, alfa y omega, bendita y maldita a la vez... eso eres aún.

Autor: Orellanapoet.
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