ExtravÍo

La visión de la vida es un guión cinematográfico. Casi creíble, cuyo límite es nuestra propia conciencia... así, en medio de copas y cigarrillos, transcurría infinitas elucubraciones. Indagaban sobre la vastedad del lenguaje; sobre el tiempo, a veces jocosas otras con un sentido ontológico. Entre los dos no había cosa alguna que los identificara; pero ¿no es en la diferencia donde está aquel reconocimiento de la alternabilidad y la conjunción?... Conversación sólo interrumpida por el mesonero o las impertinencias de algún mendigo que buscaba el sustento de una futura borrachera. Pasaban las horas y los tragos llenaban las posibilidades. Mierda, mierda, se le oía decir a un grupo de jóvenes, que se centraban en jugar con el pelo de sus acompañantes, percibiendo detrás del cuello, el olor embriagante de sexo y alcohol. Por un instante se desconcentraban... otro trago, gritaba alguien y seguía la charla sobre lo horroroso que era la lógica, si se mira desde la perspectiva de una realidad inconclusa; basura acumulada desde el invento de la Historia. Mierda. Mierda, que muera el sostén, quememos esa horrible prenda, para que nunca más nos impidan ver las dos órbitas del placer; era el grito ahora de los jóvenes...El desquiciamiento de las percepciones es producto del manejo in extenso de la realidad; quería terminar la charla, pues su amigo libaba su copa completa. Era el momento de cortar. Encedió un cigarrillo, chupó una bocanada y lanzó el cigarrillo a un lado, con tan mala suerte que le cayó en la punta del zapato a uno de los muchachos...
Mesonero, mesonero se oyó una voz bien timbrada ¿hasta cuando este borracho de mierda va seguir hablando monsergas?...Y lo que es peor solo.

 

Genial; excelente puesta en escena.

Saludos poeta.

 

Gracias poeta... nos leemos