Fruición

Percibo con fruición las puertas del túnel de las soledades impermanentes, siento como el corazón va deshielando campos aéreos donde debiera anidar el horror del vacío, aunque no se bien que encontraré mas adelante. Mientras tanto creo seguir atado a disimiles imágenes anhestesiadas por una realidad inescapable, que ha intentado evanecer el interpenetrar de mis pasos codificados desde el primer momento. Como podría dejar de ocultarme de la nada, que me irá atravezando vorazmente, generando estimulos hibridos desprendidos desde quizás alguna energía sutil, viviente y deshidratada, por momentos dehumanizante, alojada en la antesala de la destructividad congelada por retazos de sombras y protuberancias licerjicas.

Allí esperaré tras el desenlace de las melodías carnicas, aunque en un punto piense que la sabiduría irá hacia el misterio de la maternagia, aquella que jamás llegó hasta a mi. Con la deflación de los sentidos cristalizaré los pequeños brillos de este incierto instante y volveré a morir como en cada noche.