Giroscopios

Amadeo, despierta Amadeo. Despierta Amadeo que el fin se acerca.

Abre sus ojos Amadeo y gira su cabeza hacia la ventana abierta. El sol no ha salido aun, todo es irreconocible, puro y sarcásticamente oscuro. Amadeo cierra sus ojos y se ahoga en su almohada... una vez más.

Amadeo, despierta Amadeo. Despierta Amadeo que el fin se acerca.

Abre sus ojos Amadeo y gira su cabeza hacia la ventana. Escucha el gallo de la vecina cacarear y nota, molestosamente, como un rayo de luz le perfora la mente. Amadeo pone sus pies en el suelo, por el lado derecho de su cama, y bosteza. Hoy el izquierdo seria inexistente, como siempre. Camina hacia el baño Amadeo, en su tedioso día, y se mira al espejo. Todo esta en su lugar. Piel estirada hacia mi derecha. Izquierda inexistente. Todo bien. Un perfecto Giroscopio.

Comienza su día Amadeo y entrega los primeros diarios. Jamás despierto habiendo perdido seis horas de mi vida. Ni por la izquierda, pero si a mi derecha.

Y nota Amadeo que su vida es una vida muy derecha, como debería ser. Y para variar toma la salida a su izquierda. Ya esta lista esta parcela, puede ser que falten más allá, hacia la izquierda. Pero Amadeo a roto su regla, de la izquierda inexistente, y con el solo pedalear a través de la salida izquierda... Desaparece. No existe la izquierda en su vida... y la derecha es muy celosa.

 

Bien, muchas gracias.