La Esperanza

La Esperanza

No mateis la Esperanza en el corazón de los Hombres;
los Hombres son Seres fundados sobre la Esperanza que no viven sino de la Esperanza,
ni tienen otra Ventura sobre la Tierra que no sea la Esperanza;
la Esperanza es la fuerza más poderosa que la Fé,
de la cual es sólo una forma;

sin la Esperanza, la Vida sería menos que un oscuro camino en la profundidad de la Noche:
Sería una interminable peregrinación en el más absoluto de los Caos;
no apaguéis ese divino Sol en las consciencias humanas;
¿Qué quedaría sobre el sombrío cielo de las Almas?

El Hombre puede resignarse a vivir sin la Ventura
pero no sin la Esperanza;
ella no alcanzará a salvarlo, pero síquiera a Consolarlo
y el Consuelo es una Misericordia ultrajante,
como todas las misericordias del Destino;
¡A qué rebelarnos contra ellas, si no existen otras!

Sólo hay una cosa que consuela de la eternidad del Dolor
y es la eternidad de los Hombres, que han creado a su Dios, creyendo ciegamente en él,
pueden hallar un refugio a su ilusión, a la sombra invisible de sus alas;

los que no creemos en nada, fuera del círculo de nuestra Realidad que nos estrecha:
¿A dónde hallar un abrigo a nuestra esperanza,
en este naufragio absoluto de los Dioses y los Hombres?

En el seno augusto de la Verdad,
la Verdad que es capaz de curar, como la lanza de Aquiles, las heridas que ocasiona;
la Verdad que es el Alma indómita de la triste Historia y que exhala de ella como un perfume:

¡Vivamos en nuestra Verdad!
Digamos toda la Verdad,
sólo la Verdad y
nada más que la Verdad,
aunque sea el Hado y el Tirano de nuestra Derrota;

"Sé un hipócrita, cretino, finge y miente, ...
seguirás el dulce camino del Triunfo;
sé honesto, sincero, ... y correrás el de la amarga Derrota"
dijo Maquiavelo al Príncipe.

Cita de Vargas Vila, modificada y actualizada.
Smarti, 18 de marzo del 2017.